Edith Escalón
Los suelos de Xalapa, Orizaba y Veracruz –ciudades
que han sufrido en el pasado pérdidas humanas
y materiales por sismos de gran magnitud– serán
estudiados por investigadores de la Universidad Veracruzana
(UV) para definir zonas de peligro y prevenir consecuencias
que causarían hoy temblores de esa naturaleza.
La investigación será posible gracias
a un financiamiento externo por tres millones de pesos
otorgado por el Fondo de Prevención de Desastres
Naturales (Fopreden), y otro por 546 mil pesos del
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt),
a investigadores del Centro de Ciencias de la Tierra
(CCT).
Con esos recursos serán adquiridos y utilizados
en el estudio de campo equipos de alta precisión
sismológica y una técnica denominada
SPAC, inventada en Japón para conocer sin perforaciones
las características físicas del suelo,
según explicó Gilbert Torres, especialista
en Ingeniería Sísmica del CCT.
Éstos permitirán realizar
para las tres ciudades (y sus zonas conurbadas)
mapas de peligros geológicos, es decir,
posibles escenarios ante un temblor que sienten
las bases para hacer reglamentos de construcción
de estructuras capaces de resistir los sismos
de acuerdo con la vulnerabilidad del terreno.
El coordinador técnico de los proyectos
dijo también que Veracruz ha sufrido daños
importantes en el pasado debido a sismos de gran
intensidad y eso ha ocasionado pérdidas
de vidas humanas: “Tarde o temprano habrá
otros, por eso urge conocer científicamente
los peligros que existen y prevenir en lo viable
las posibles consecuencias”. |
El proyecto definirá
la vulnerabilidad sísmica de tres de
las ciudades más pobladas de Veracruz |
Previo a este proyecto, el CCT realizó estudios
de microzonificación sísmica en Xalapa
que generaron algunos datos básicos del suelo.
El proyecto actual precisará mucho más
la información para la capital y sumará
a ésta la de Orizaba y Veracruz para completar
un escenario de tres de las ciudades más pobladas
en la entidad.
Para definir las velocidades de propagación
de ondas (movimientos) y los estratos de los suelos
generalmente se hacen sondeos y perforaciones con
tubos hasta de 50 metros y equipos muy costosos; la
técnica SPAC permite hacerlo con estudios geofísicos,
como explica el especialista.
“Con sismógrafos de alta precisión
medimos la vibración del suelo durante 30 minutos
en áreas que van de cinco metros hasta un kilómetro,
con esos registros y cálculos científicos
podemos saber cómo es el suelo en determinada
zona con tanta precisión como si hiciéramos
las perforaciones, pero más rápido y
a menor costo”.
Comentó que esta técnica fue implementada
por primera vez en México en 2001, por el investigador
del Instituto de Ingeniería de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) Jorge
Aguirre, quien participará también en
el proyecto de la UV.
Además, estarán involucrados Javier
Lermo, también de la UNAM, así como
Sergio Rodríguez Elizarrarás e Ignacio
Mora, del CCT, y Rubén Galindo, estudiante
de Ingeniería en la UV. Cabe señalar
que el financiamiento de Conacyt fue otorgado a Gilbert
Torres como parte de los apoyos científicos
que otorga el Consejo para jóvenes investigadores.