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Año 9 / No. 368 / Septiembre 7 de 2009 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Aseguró experto en la Cátedra Gonzalo Aguirre Beltrán

La frontera ya no divide, es eje central del comercio

En la frontera se encuentran las grandes contradicciones de ciudadanía y de identidad cultural

Alma Espinosa

Ya no puede verse a la región transfronteriza México-Estados Unidos como un lugar para cruzar un límite nacional, pues se ha convertido en el eje para el comercio, la mezcla de poblaciones, la experimentación lingüística y foco de interés académico, aseguró el académico Carlos G. Vélez-Ibáñez, durante su conferencia en la Cátedra Gonzalo Aguirre Beltrán.

La Cátedra instaurada por la Universidad Veracruzana y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) del Golfo en honor del antropólogo Gonzalo Aguirre Beltrán, invitó al profesor emérito en Antropología por la Universidad de California para hablar sobre “Un nuevo centro regional de refugio: el suroeste de los Estados Unidos y el mexicano norte”.

Al ofrecer su conferencia magistral luego de concluir un curso dirigido a estudiantes de antropología del CIESAS-Golfo y la UV como parte de la Cátedra, Carlos Vélez dijo que es en la frontera donde se encuentran las grandes contradicciones de ciudadanía, de identidad cultural y de premisa de un país. En un sentido ejemplar, la frontera se ha convertido en el centro desde donde poblaciones viajan a través de ambas naciones.

En la sala de la USBI-Xalapa y a través del sistema de videoconferencias a los demás campus universitarios, el académico de la Universidad Estatal de Arizona informó que en la región de la frontera se han creado regiones de refugio de tres mil colonias en las que viven miles de personas que han amexicanado muchos pueblos.

Dichas colonias se establecen en campos baldíos, sin servicios, escuelas ni infraestructura. Son colonias segregadas y políticamente débiles; al mismo tiempo sirven como fuente de trabajo para el suroeste aunque con ingresos bajos y condiciones malas de salud.

Estos lugares también tienen continua presencia de las autoridades policiacas en actitudes agresivas. Las colonias no cuentan con protección del Estado y la cuestión de salud es tal que se incrementan los altos niveles de enfermedades crónico degenerativas, como la diabetes.

Durante la conferencia mostró imágenes de los asentamientos, uno de los cuales se llama Duroville, que hace alusión exacta a la dureza del ambiente y ville proviene del idioma inglés que significa población. En ésta se encuentran cerca de seis mil personas de las cuales la mayoría son de procedencia mexicana.

Aseguró que si Aguirre Beltrán conociera estos lugares no dudaría en demandar la intervención con diversos programas y servicios que ayudaran a la población. Asimismo, hizo referencia a las marchas multitudinarias que han realizado los habitantes de EU de origen hispano. Las concentraciones son organizadas, principalmente, por integrantes del viejo liderazgo del movimiento chicano, pastores de iglesias protestantes y católicas, y por personas indocumentadas.

Después de presentar una larga historia de los fenómenos transfronterizos, expresó que debemos estar agradecidos con Aguirre Beltrán porque su meta principal era insistir en que los trabajos académicos deben tener un beneficio importante para las poblaciones con quienes interactúan los humanistas, es lo más significativo y trascendente de sus muchas contribuciones, enfatizó.

Aseguró que se continúan conformando instituciones con interés en los estudios de migración, salud, desarrollo comunitario y estudios de medios y cultura transfronteriza. Finalmente, anunció que con el apoyo de la administración de la Universidad Estatal de Arizona se abrirá en 2011 una escuela innovadora transfronteriza de investigaciones.


Carlos G. Vélez-Ibáñez, profesor emérito en Antropología
por la Universidad de California, participó en
la Cátedra Gonzalo Aguirre Beltrán