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Año 9 / No. 368 / Septiembre 7 de 2009 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Día Nacional del mamífero marino

UV: 10 años
de salvar al manatí

A partir de la iniciativa mexicana, Brasil, Colombia y Estados Unidos
quieren que se eleve a rango internacional el Día del Manatí

Al tiempo que se informa a la población sobre la extinción del manatí,
se le ofrece soluciones reales con proyectos sustentables
que generan empleos y recursos económicos

Alma Espinosa

Fue 1999 el año clave en que la Universidad Veracruzana (UV) irrumpió en el ambiente de conservación del manatí (Trichechus manatus) al formalizar su lucha para conservar a este bello mamífero marino, que pocas personas han visto en su hábitat natural a causa de la desmedida cacería que lo sentenció a engrosar las filas de animales en peligro de extinción.

Con la creación en Veracruz del subcomité técnico consultivo para la conservación, recuperación y manejo del manatí en México, precisamente hace 10 años, la UV se colocó como la institución líder en materia de educación ambiental y difusión, al tener como representante de esta vocalía a la investigadora Blanca Cortina Julio, quien se ha dedicado de manera permanente a trabajar en la protección de los mamíferos marinos, principalmente del manatí.

Junto con la creación del subcomité y la asignación de la vocalía a la UV, se decretó que el 7 de septiembre fuera el Día Nacional del Manatí y ha sido tal el impacto de esta celebración y el trabajo que han hecho los estados que tienen presencia del mamífero acuático (Veracruz, Chiapas, Tabasco y Quintana Roo), que países como Brasil, Colombia y Estados Unidos están interesados en que sea una celebración internacional.

En nuestro estado la celebración cobra vida en cada rincón del municipio de Alvarado, sobre todo en las comunidades donde el equipo de investigadores de la UV ha interactuado con la gente, no sólo a través de talleres sino en la convivencia cotidiana que se ha vuelto fraternal. Esto gracias al empate de objetivos: proteger y conservar al manatí encontrando al mismo tiempo alternativas de productividad para generar recursos.

La celebración cada vez más concurrida pone al descubierto que el trabajo realizado por Blanca Cortina junto con el maestro Enrique Portilla Ochoa y otros miembros del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB), así como estudiantes de licenciatura y posgrado, es integral y que toma como punto de partida la cuestión social y la concienciación de los habitantes de las comunidades con quienes se trabaja.

Después de una década de haber comenzado el proyecto «Educación ambiental y planeación participativa para la conservación del manatí en el sistema lagunar de Alvarado», los resultados son muchos como la creación de la campaña permanente de conservación y la impartición de talleres a niños y pescadores del municipio, que juntos han dado como resultado la disminución de la caza del mamífero herbívoro. Si bien la meta idónea sería que se terminara esta actividad, pero todavía existen comunidades que por su lejanía no han sido visitadas por los universitarios.

De acuerdo con Blanca Cortina, los talleres de educación ambiental han sido fundamentales para informar sobre la importancia del manatí en el ecosistema y crear conciencia en los habitantes de la zona manglar de Alvarado; conocer los problemas de los habitantes y saber por qué había persistido la caza del manatí.

Al mismo tiempo que se les dice que el manatí está en grave peligro de extinción, se les dan soluciones reales con proyectos sustentables que generan empleos y recursos económicos. De esta forma se logra que los habitantes muestren un cambio de actitud y disminuyan la cacería.

¿Por qué es atractiva la cacería del manatí? El principal atrayente de esta actividad es el consumo de su carne, la transformación de sus huesos en harinas, la utilización de los huesos del oído para curar el asma de los niños y de su piel debido a su resistencia y utilidad en la construcción de carretas, por ejemplo.

Sin embargo, el manatí es también llamado vaca marina porque se alimenta de plantas como algas, lirios y pastos marinos, en cantidades que van de 10 a 40 kilos. Tal característica lo convierte en el exterminador ideal de plagas de lirio, el cual dificulta la maniobra de los lancheros y, peor aún, estas plantas impiden que la luz solar llegue a las especies acuáticas que la requieren para vivir.

Estación biológica
Gracias al trabajo de campo se logró conformar un grupo numeroso de aliados que brindan información valiosa sobre avistamientos y costumbres del animal. Y destaca esta labor porque las personas que participan en las investigaciones son las mismas que anteriormente se dedicaban a la cacería. Incluso el IIB ha recibido donaciones de esqueletos de manatí.

El contacto con los niños también ha rendido frutos invaluables. La investigadora recordó una anécdota en la que un grupo de pescadores llevó a su comunidad un manatí y los niños del lugar, quienes tenían poco de haber platicado con ella, se opusieron a que sacrificaran al animal al defenderlo con sus pequeños cuerpos. Fue tal su determinación que convencieron a los pescadores y los acompañaron para verificar que lo devolvieran al agua.


Los hijos de pescadores se han convertido en los principales defensores del manatí

Todos los pequeños aliados de la conservación del manatí integran el club infantil “Herederos del Humedal”. Conformado desde 2004, en este club no sólo tienen cabida los niños, también sus padres pescadores ribereños del Humedal de Alvarado que viven en las comunidades de Nacaste, Costa de San Juan, Pajarillos y Santa Catarina.

De acuerdo con la investigadora, a partir de este año comenzará una nueva etapa en el plan de protección y conservación del manatí. Con base en ese objetivo, ya se tiene planeada la construcción de una estación biológica que albergará varios proyectos como el Centro de Rehabilitación del Manatí.

La estación se ubicará en un predio de Nacaste que pertenece a la cooperativa “Mujeres Trabajando”, la cual además de proteger al manatí desarrolla proyectos como el cultivo de pargo cerezo, mojarra tilapia y almeja gallo.

El Centro será el primero en el país y estará coordinado por la UV. Su principal objetivo será continuar con la conservación de la especie y proteger a todos aquellos animales que lleguen heridos y/o albergar las crías huérfanas. Además, contribuirá a solucionar el problema de espacio que persiste en el Acuario de Veracruz, pues las siguientes crías ya no podrán permanecer ahí y se trasladarán a los estanques del Centro.



Blanca Cortina
Para asegurar el éxito de este lugar se tomará como referencia una experiencia brasileña en la que además de beneficiar a los animales, también se procura un medio de subsistencia para la comunidad. En días próximos se recibirá personal de Brasil para asesorar a pescadores alvaradeños y universitarios que participan en la iniciativa creada por Enrique Portilla y que es coordinada por Blanca Cortina y la doctora Ibiza Martínez Serrano.

Para tal fin también se cuenta con el respaldo del Área Académica Biológico-Agropecuaria de la UV, además de otras organizaciones que siempre han acompañado al IIB, como la Dirección de Vinculación de la UV, el Ayuntamiento de Alvarado y el programa del DIF “Tu decides”.

La propuesta ya fue expuesta y respaldada por el gobierno del estado de Veracruz; asimismo, gracias a la exposición del proyecto ante pares de otros países reunidos recientemente en Atlanta, Georgia, se recibirá apoyo internacional para las tareas de investigación.

Cabe destacar que en dicha reunión fue bien recibido el trabajo de la UV en la materia, incluso varios investigadores decidieron tomar como ejemplo a nuestra institución para emprender acciones de conservación y protección en sus comunidades.

Aunque la ayuda de otros países es necesaria para alcanzar las metas, es urgente que nosotros como locales hagamos algo por conservar esta especie pacífica que se distribuyen desde Estados Unidos (Florida) hasta Brasil. Los universitarios podemos unirnos a las actividades como los talleres y de difusión, para ello no importa la carrera que se estudie, simplemente el entusiasmo y determinación para ayudar a una especie en extinción.

Con el soporte de más universitarios se puede ampliar la campaña permanente de conservación, aportar ideas frescas para llegar a una población mayor, comentar a todas las personas de nuestro entorno el peligro que corre la especie de desaparecer, no tirar basura en ríos y playas.

A las personas con embarcaciones pedirles que no naveguen a altas velocidades porque pueden dañar a los animales, cuyo ciclo de vida es de hasta 70 años con periodos de 12 meses de gestación, la cual ocurre una vez cada dos o tres años y sólo tienen una cría.

Celebremos al manatí no sólo cada 7 de septiembre. Festejemos que las acciones de caza han disminuido. Unámonos para que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos conozcan a este extraño y tímido mamífero marino que llega a medir cuatro metros, pesa entre 500 y mil kilos y vive en aguas cálidas y poco profundas.

En la FILU
Debido a que la edición 2009 de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) –a realizarse del 11 al 20 de septiembre en la Casa del Lago UV– estará dedicada al científico inglés Charles Darwin, habrá un escenario marino, en el cual se tendrá la exposición Aletas de regreso al agua, organizada por el IIB, el Área Biológico-Agropecuaria, el Instituto de Neuroetología, la Unidad de Posgrado y la Editorial UV.

En este espacio se dará información sobre la evolución de los mamíferos y las tortugas marinas. Se explicará cómo primero fueron animales terrestres y al evolucionar se convirtieron en animales acuáticos y marinos. En la exposición se montarán osamentas de mamíferos, incluida la del manatí; para este caso se instalará también una figura de tamaño real para que las personas puedan conocerlo.


El manatí se cazaba para consumir su carne, transformar sus huesos en harinas y medicamentos, y por la resistencia
de su piel

La FILU también será la oportunidad idónea para participar en talleres y conferencias sobre manatí, tortugas y delfines. Para consultar el programa ingrese a la página www.uv.mx/filu