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Año 9 / No. 371 / Septiembre 28 de 2009 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Darwin, Dios y política mexicana en espectáculo de Jesusa Rodríguez

La puesta en escena Diálogos entre Darwin y Dios fue un magno cierre a la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2009

Marcelo Sánchez Cruz

El espectáculo planeado para el día final de la Feria Internacional del Libro Universitario 2009 (FILU) aportó un toque de humor e irreverencia al tema central del evento: el bicentenario del natalicio de Charles Darwin y los 150 años de la publicación de su obra El origen de las especies.

La sala “Emilio Carballido” del Teatro del Estado vio abarrotada su capacidad total para la presentación de Diálogos entre Darwin y Dios, espectáculo de Cabaret político con Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe.

Diálogos entre Darwin y Dios sigue la estructura de espectáculos anteriores de Jesusa y Liliana: basada en una amplia investigación temática, realizan con inteligencia y humor un análisis de la política mexicana.

El escenario fue dividido en tres áreas: a la derecha, un escritorio con una computadora laptop, tras la cual se encontraba Darwin (caracterizado por Jesusa); a la izquierda, el piano con el que Liliana Felipe acompañaba al naturalista, y al centro una pantalla gigante que sirvió como enlace multimedia para explicar las teorías de la evolución y la involución de este Darwin a la mexicana.

Darwin o Jesusa Rodríguez, depende, sustentó la teoría de la involución mexicana mediante una proyección del mural Sueño de una tarde de domingo en la Alameda, de Diego Rivera.

En éste, los personajes de la historia de México han involucionado hacia seres primitivos como los actuales especímenes de la clase política y empresarial.

Así, Benito Juárez, Frida Kahlo, Emiliano Zapata y la Catrina de José Guadalupe Posadas son sustituidos por rostros como los de Agustín Carstens, Carlos Salinas, Vicente Fox, Norberto Rivera, Beatriz Paredes, Elba Esther Gordillo, Pedro Ferriz de Con y varios más.

Darwin definió a estos personajes con clasificaciones científicas como “homo corruptus”, “operativos vergonzosus”, “locutorus mamulensus”, y “Prinosaurious Huipilius”, que recuerdan quien está realmente bajo el disfraz.

Para complementar las explicaciones de la involución, Darwin citó frases célebres de algunos de estos especímenes, como la atribuida a Elba Esther Gordillo: “Hay aves que cruzan el pantano y no se manchan… yo ensucié el pantano”.
Después de esta descripción, Darwin llegó a la figura de Ignacio Ramírez, El Nigromante, político liberal de la Reforma, quien el año de 1836 en una conferencia en la Academia de Letrán expresó: “No hay Dios; los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos”, en concordancia con los criterios de Darwin y su teoría de la evolución.

En su mural, Rivera representó a Ramírez sosteniendo un papel con la frase “Dios no existe”, esto da lugar a la anécdota que contó Darwin sobre la inauguración del mural en el desaparecido Hotel del Prado: “El arzobispo de la Ciudad de México estaba bendiciendo el local del hotel y estaba echando sus aguas cuando vio el mural y esa frase, por lo que se preguntó que si Dios no existía que iba a pasar con su chamba, y se negó a bendecir la obra, los dueños del hotel le hablaron a Diego Rivera y le dijeron que el arzobispo no quería bendecir su mural, a lo que él contestó: ‘Pues que lo maldiga, entonces’ ”, explicó Darwin.

Darwin culminó recordando que en el terremoto de 1985 el Hotel del Prado se cayó completo, quedando entre sus restos el mural íntegro, por lo que supone, la maldición no fue del todo efectiva.

Esto lleva a la segunda parte de la obra: Darwin, mediante una encuesta, preguntó a los asistentes si creen en la existencia de Dios, cómo se enteraron de ella (las respuestas incluían la opción “me lo dijo mi mamá”) y si la han podido comprobar.

Aquí el espectáculo se tornó en un diálogo con el público que puso de manifiesto la gran habilidad para la improvisación que tiene Jesusa Rodríguez, primero como Darwin y después como Dios Padre, quien se aparece en escena para comprobar su existencia a los no creyentes.

Al cerrar la obra y la crítica, Darwin reconoció los avances tecnológicos y trató de comunicarse con Dios vía Skype, desafortunadamente le contestó la recepcionista y el evolucionista tiene que lidiar entre música de espera y menús de tonos sin poder nunca comunicarse.

Liliana Felipe complementó y redondeó el espectáculo con su música, interpretando diversas canciones alusivas al tema, algunas en compañía de Darwin.

Para finalizar, después de recibir un reconocimiento por parte de Porfirio Carrillo, secretario Académico de la Universidad Veracruzana, Jesusa Rodríguez felicitó a los organizadores de la FILU y a la propia Universidad por su labor de difusión de la cultura, el arte y la lectura.