Entorno socieconómico distorsiona concepto
de “comida saludable”

Lorena Paola Tapia Vildósola
|
Los niños de un nivel socioeconómico
elevado consideran comida saludable las hamburguesas
y papas fritas
Marcelo Sánchez
Cruz
En los niños, la
percepción de lo que es una comida saludable
depende del entorno socioeconómico, que puede
distorsionar el concepto de lo que es benéfico
para alimentarse, comentó Lorena Paola Tapia
Vildósola, quien presentó el trabajo
recepcional “La alimentación sana y la
relación con la obesidad: la percepción
de los escolares por estratos socioeconómicos”,
con el que obtuvo mención honorífica
en la Licenciatura en Nutrición de la Universidad
Veracruzana (UV).
“En mi investigación de tesis se determinó
que los niños de un entorno socioeconómico
elevado identifican como alimentos saludables las
hamburguesas y las papas fritas, mientras que pequeños
de una condición socioeconómica menos
favorecedora señalan la carne guisada y los
frijoles como alimentos nutritivos”, explicó
Tapia Vildósola.
En un estudio realizado en escolares de quinto y sexto
grado del Instituto Villa de Cortés y la Escuela
Primaria Vespertina “Ignacio Zaragoza”,
la nutrióloga presentó diversas imágenes
a los pequeños para que ellos determinaran,
según su percepción, qué alimentos
eran saludables.
“De entrada, todos los niños identificaron
las frutas y verduras como alimentos saludables, pero
la percepción era variable pues además
de estos dos grupos de alimentos hubo quienes marcaron
al pan dulce y los refrescos como saludables.”
|
La investigación arrojó
resultados alternos que son de considerarse en el estilo de
alimentación de los niños con mayores recursos
socioeconómicos, pues no necesariamente son quienes
reciben una mejor nutrición.
“Los niños de mayores recursos, a quienes sus
papás pueden llevar a celebrarles el cumpleaños
en McDonald’s, por ejemplo, identifican este tipo de
comida como saludable y prefieren en los recesos escolares
comprar comida chatarra y refrescos embotellados”, dijo
Tapia Vildósola.
La obesidad infantil –entendida como el desequilibrio
que hay entre la necesidad de energía de un niño
para su sano desarrollo y el exceso de ésta en la ingesta
alimenticia– es hoy uno de los mayores problemas de
salud pública, razón por la cual Lorena Paola
decidió realizar un estudio selectivo del problema.
“Aunque la muestra no se puede considerar representativa
a nivel estadístico, pues el grupo de estudio fue muy
reducido, creo que arroja resultados significativos, pues
nos permite ver tendencias en criterios de alimentación
y de percepción que es necesario atender para el mejor
desarrollo de los niños”, comentó la nutrióloga.
Las conclusiones del estudio permiten ver que existe obesidad
infantil en los dos grupos de población estudiados;
sin embargo, la percepción de alimentación saludable
se encuentra más distorsionada en los niños
de mejor estatus socioeconómico.
Lorena Tapia refirió que es necesario crear una mayor
conciencia en los padres de familia respecto de los criterios
de alimentación.
|