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Año 9 / No. 372 / Octubre 5 de 2009 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal


Raúl Gutiérrez Lombardo

Afirmó el biólogo evolucionista Raúl Gutiérrez Lombardo

El desarrollo sustentable sólo retrasa
el colapso ambiental

Concibe la naturaleza como “provisión” para el hombre y no
procura el respeto a otras formas de vida, dijo

Darwin demostró que todas las especies tienen un origen
común, ninguna está por encima de las otras

Edith Escalón

El desarrollo sustentable no busca proteger el medio ambiente por respeto a otras especies y ecosistemas, sino para garantizar la provisión de recursos a las próximas generaciones humanas; en el fondo, sigue entendiendo al hombre como eje de ese desarrollo, advirtió en la Universidad Veracruzana (UV) el biólogo evolucionista Raúl Gutiérrez Lombardo.

“A largo plazo, el desarrollo sustentable es insostenible, sólo retrasa el colapso ambiental”, aseguró en el “Simposio Lamarck-Darwin: 1809-2009. Doscientos años de evolucionismo”, donde científicos y filósofos de España, Francia y América Latina analizaron el impacto del darwinismo en diversos campos.

Gutiérrez Lombardo, especialista en filosofía de la biología y secretario académico del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales “Vicente Lombardo Toledano”, aseguró que las teorías evolucionistas demostraron que todas las especies sobre la tierra tienen un origen común y, sobre todo, un destino común.

“La ética ambiental es un concepto que se acuñó 150 años después de Darwin, pero sus teorías nos dan la pauta para criticar un concepto que sigue siendo antropocéntrico, una ética que sigue fundada en el predominio del hombre sobre la naturaleza, de una especie sobre las otras.”

En su opinión, en el desarrollo sustentable no subyace una ética de respeto a las especies, más bien busca salvaguardar los “recursos” naturales que sirven al hombre para seguir aprovechándolos ahora y en el futuro, “y esta forma de visualizar el problema es la dominante, incluso desde políticas de Estado”.

Sin embargo, habló de una corriente alternativa basada en una nueva ética ambiental que concibe a la especie humana como una más dentro del ecosistema global, lo que conduce, dijo, a tener una actitud de respeto y reconocimiento del futuro común.

“Debemos pensar en una simbiosis o un planteamiento que busque la vida en armonía con la naturaleza”. Explicó que mientras el desarrollo sustentable ve al medio ambiente como provisión para la especie, la bioética entiende al hombre en coexistencia con la naturaleza.

En la actualidad existe una paradoja entre las dos corrientes, puesto que el modelo de desarrollo vigente, así sea sustentable, “a la larga es insostenible”, y ese mismo modelo es incompatible con la bioética, “simplemente no se puede poner en práctica”.

Desde su perspectiva, la única opción frente a ese contrasentido es tratar de convencer a los gobiernos de que el desarrollo sustentable sólo va a retrasar el colapso inevitable, y que la alternativa bioética es la única que tenemos de no destruir lo que queda de la vida en la tierra.

“Hay que recordar a Darwin: todos tenemos un origen común y somos sólo seres vivos sobre la tierra; no porque hayamos sido exitosos como especie debemos creernos superiores al grado de destruir al resto.”