Ebner Azuara Nieto, investigador
de la UV y Premio Nacional
a la Investigación
en Tecnología de Alimentos 2009
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Con técnica para enriquecer
alimentos sin sustancias artificiales
Científico de UV gana Premio
Nacional en Tecnología de Alimentos
Permite añadir
a las frutas deshidratadas nutrientes y sabores de otros
alimentos
Edith Escalón
Ebner Azuara Nieto, investigador del
Instituto de Ciencias Básicas de la Universidad
Veracruzana (UV), ganó en el Premio Nacional
a la Investigación en Tecnología de Alimentos
por desarrollar un proceso innovador para enriquecer
frutas y verduras con sabores y sustancias que mejoran
la salud o previenen enfermedades. |
"Como es completamente natural,
permitirá desarrollar la nueva generación de
alimentos funcionales”, dijo el universitario, quien
este miércoles recibirá en la Ciudad de México
el premio que otorga el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(Conacyt) y que patrocina la empresa Coca Cola.
Su innovación consiste en la combinación de
dos métodos. El primero es la deshidratación
osmótica, una técnica de conservación
natural de alimentos que garantiza que ninguna de sus propiedades
se pierda o disminuya, a diferencia de otras prácticas
industriales que se aplican en los alimentos enlatados, por
ejemplo.
La segunda es la microencapsulación, que permite introducir
a frutas y verduras, entre una célula y otra, sabores
de alimentos distintos o sustancias funcionales como vitaminas,
proteínas o antioxidantes, por mencionar algunos, recubiertos
por una cápsula de goma arábiga, goma de mezquite,
proteínas y otras sustancias naturales.
“El proceso garantiza que los alimentos mantengan sus
propiedades sin conservadores artificiales y, además,
permite adicionarles otras al interior de su estructura celular”,
explicó el académico de la Maestría en
Ciencias Alimentaria de la UV, quien fue apoyado en el trabajo
por la estudiante de este posgrado, Irit Roxana Meneses Ocampo.
Para probar su efectividad tecnológica diseñaron
en laboratorio rodajas de piña rehidratable con microcápsulas
de chile piquín, y papaya maradol con sabor y vitaminas
de la naranja, además de un experimento con 40 consumidores
que calificaron positivamente el sabor y la consistencia tanto
de las frutas diseñadas (una vez rehidratadas) como
de las frescas.
Al alargar la vida de anaquel seis meses o más, esta
tecnología podría detonar la exportación,
disminuir los costos de almacenamiento (pues deshidratadas
no requieren refrigeración), y revolucionar la industria
de alimentos al ofrecer alternativas viables para disminuir
el uso de conservadores químicos artificiales, afirmó
Azuara.
El investigador, Ingeniero Químico por la UV, Maestro
en Química de Procesos por la UNAM, y Doctor en Ciencias
en Alimentos por el IPN, sostuvo que la tecnología
también puede ser implementada para adicionar sustancias
funcionales en verduras, lo que implica un enorme potencial
para diseñar productos sanos.
“Pienso por ejemplo en una ensalada de verduras deshidratadas
que conserve vitaminas, minerales y antioxidantes, y además
incluya microcápsulas de aderezo del sabor que uno
elija, o probióticos que ayudan a restaurar la flora
intestinal; la combinación de sabores y sustancias
no tiene límites, dependerá de la inteligencia
y creatividad.”
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