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Año 9 / No. 377 / Noviembre 9 de 2009 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

¿Qué tareas realizan los docentes para que aprendan sus alumnos?

Proyecto Aula: la gran reforma académica

Alma Espinosa

A finales de la década de los noventa, la Universidad Veracruzana (UV) asumió la necesidad de dejar atrás el
modelo educativo creado por Napoleón Bonaparte (1769-1821), que buscaba cubrir las necesidades de un Estado dominante, para atender los requerimientos de una sociedad moderna y demandante.

Después de varios años de propuestas y adecuaciones se impulsó el Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) que transformó los programas educativos. El paradigma dejó de cimentarse en los profesores y su enseñanza para recaer en los estudiantes, su proceso de aprendizaje y la generación y consecuente distribución social de los conocimientos.

El compromiso y trabajo de la UV por transformarse forma parte de una sinergia internacional. Su incorporación al Proceso de Bolonia y a la Carta Magna, procesos en los que se encuentran inmersas las universidades europeas que están igualmente en transformación, así lo acredita.

Para apuntalar el avance que ha mostrado la UV en la transición hacia un nuevo paradigma basado en el aprendizaje, esta casa de estudios se convirtió en la única universidad en América Latina (AL) en recibir de la Unión Europea un millón de euros para impulsar los proyectos Aula e Innova-Cesal. Este último, de carácter internacional, tiene como fin desarrollar, experimentar y sistematizar estrategias para la transformación de la educación superior en AL.

Proyecto Aula
Conforme avanzaba el proceso de transformación de la UV, se evidenció que la academia requería cambiar. Necesitaba que cada uno de los integrantes de la planta docente adoptara un compromiso serio y cabal para innovar en su trabajo y, en consecuencia, motivar la creatividad y constante cuestionamiento de los alumnos y crear una dinámica cuyo resultado fuera el aprendizaje de por vida y consciente de las problemáticas de su entorno.

De la necesidad de transformar el trabajo académico surgió el Proyecto Aula, propuesto por el grupo ACET (Aseguramiento de la Calidad en la Educación y el Trabajo, SC), liderado por Salvador Malo, director de Investigación del Instituto Mexicano de la Competitividad y con una amplia experiencia en investigación, docencia y administración universitaria. El grupo recibió el respaldo de la Dirección General de Desarrollo Académico y de su responsable, Leticia Rodríguez Audirac.

El Proyecto Aula tiene como fin promover la cultura institucional de innovación continua en la práctica docente como una estrategia para consolidar el MEIF y el diseño curricular por competencias. El proceso de transformación y consolidación de esta cultura ocurrirá cuando exista una dinámica cotidiana de trabajo entre pares para la reflexión, documentación e innovación de su docencia.

Esto es, se trata de una estrategia institucional que busca orientar la atención del académico a reflexionar continuamente sobre su práctica docente con la intención de, a partir del conocimiento de la situación y contexto de sus alumnos, proponer nuevas acciones que respondan mejor a las condiciones de aprendizaje que requieren los jóvenes, quienes deberán vincular sus aprendizajes con propuestas novedosas y de compromiso con las situaciones y problemáticas de su entorno.

Aula tiene como base y eje de transformación un enfoque epistemológico sustentado en el pensamiento complejo –basado en el pensamiento del francés Edgar Morin–, el desarrollo de competencias profesionales, la incorporación de los últimos avances de la investigación y el uso de las tecnologías de la información y comunicación.

De acuerdo con Leticia Rodríguez, la estrategia del Proyecto Aula ha consistido en trabajar bajo un sistema de cascada; esto es, comenzó con un grupo de 110 profesores líderes en su área académica o campus para que posteriormente se conviertan en nuevos facilitadores de 770 académicos, que a su vez compartirán con otro número de pares la transformación de su trabajo, a partir de una pregunta que busca la reflexión simple y personal, y que desencadena un torrente de cuestionamientos: ¿qué tareas realizan para que aprendan sus alumnos?

Innovar, ¿para qué?
A través de talleres y de la asesoría de los facilitadores del grupo ACET y de la Dirección de Desarrollo Académico, se busca que los académicos de manera voluntaria reflexionen sobre su labor en las aulas. Tras este proceso de reflexión y mejora, se espera que los académicos formen estudiantes dispuestos a desatar su imaginación, la cual está ligada intrínsecamente a la creatividad y ésta a su vez a la innovación, de acuerdo con lo comentado por José Blanco Mejía.
El coordinador de asesores de la Rectoría y principal impulsor del Proyecto Aula, reconoció que debe haber una transformación total en materia de educación y ése es el reto de la UV. Para enfrentarlo, la Universidad apuesta por la innovación para que el estudiante sea capaz de generar conocimientos que mejoren su entorno.

Aula da los elementos a los profesores para crear estudiantes innovadores, que se cuestionen y que al mismo tiempo estén conscientes de lo que hacen; eso es lo que requiere la sociedad. Para ello el profesor deberá identificar cuál es el perfil de egreso del programa educativo y qué tan efectivo es el aprendizaje que propicia en una experiencia educativa para el logro de competencias.

Para el diseño de estrategias, el profesor debe utilizar tres ejes. El primero es el pensamiento complejo y la formación por competencias, ya que el MEIF plantea esta necesidad relacionada con un enfoque basado en la realidad. El siguiente es que la docencia esté claramente articulada con la investigación y que se propicie en los estudiantes un pensamiento inquisitivo, innovador y creativo.

Y el tercer eje implica aprovechar al máximo las tecnologías de la información, en este caso específico el Sistema de Educación Distribuida Eminus para apoyar la flexibilización del aprendizaje, además del uso de otros recursos como la Biblioteca Virtual.

Respuesta positiva en los campus
José Blanco aseguró que la universidad no tiene por qué plantearse como futuro inexorable el de producir asalariados: el universitario es la capa privilegiada de un país y su inteligencia; de hecho, los universitarios deberían ser quienes ofrecieran empleo. Por tal razón, se impulsa el Proyecto Aula, que finalmente provocará que los egresados sean innovadores, creativos y emprendedores.

El largo plazo empieza hoy con la búsqueda de que el estudiante se convierta en el protagonista del proceso educativo y se transforme la figura del profesor que sólo “se tira un rollo”, por uno que sea autoconsciente de su labor y se cuestione con el fin de mejorar.

Ante esta perspectiva, hace un año los integrantes del grupo ACET y de la Dirección de Desarrollo Académico se reunieron para garantizar la orientación del Proyecto Aula a los principios y objetivos del MEIF y darlo a los directivos de todas las áreas académicas, vicerrectorías, de la UV Intercultural, del Sistema de Educación Abierta, los centros de idiomas y de autoacceso.

Posteriormente se invitó, a través de directores de las dependencias, a 110 académicos para que participaran de forma voluntaria en un taller de una semana para diseñar estrategias innovadoras, incorporarlas a una experiencia educativa, llevarlas a la práctica y sistematizarlas y documentarlas. Esta era la primera parte del compromiso del centenar de académicos.

La segunda parte implica que cada profesor comparta su experiencia con al menos 10 académicos para trabajar en el mismo proceso de transformación. Del primer grupo, Leticia Rodríguez comentó que fue muy crítico con base en sus experiencias académicas, lo cual contribuyó a realizar adecuaciones; otro beneficio fue el mejoramiento del sistema Eminus.

En septiembre de este año comenzó a trabajar el segundo grupo conformado por alrededor de 770 académicos, quienes han mostrado una gran disposición y entusiasmo para transformar su práctica, como se evidenció en los talleres que se organizaron en cada campus universitario.

Debido a la estrategia que emplea el Proyecto Aula no fue posible incorporar a los más de cinco mil académicos de la UV de una sola vez; sin embargo, las experiencias se están multiplicando y con cada participante se transmiten nuevas experiencias y se agrega una mejoría al plan inicial de transformar los procesos educativos de la UV.