Bajo la mancha urbana y áreas verdes
Detectan 59 volcanes en Xalapa y alrededores
Sobre volcanes: Xalapa 2000,
Colonia Margaritas, Cerro Colorado, La Joya, Pueblo Viejo,
La Pitaya y, desde luego, el Macuiltépetl, y el Cerro
de las Culebras, en Coatepec
El crecimiento de la mancha
urbana los está convirtiendo en cubiertas de concreto
impenetrable que disminuyen la recarga de agua en manantiales
Edith Escalón
Bajo zonas habitacionales, parques y áreas naturales
de los municipios de Xalapa, Coatepec, Xico, Emiliano Zapata,
San Andrés Tlalnehuayocan, Jilotepec y en laderas del
Cofre de Perote, geólogos de la Universidad Veracruzana
(UV) ubicaron un grupo de 59 volcanes que hicieron erupción
en la región hace más de 900 años.
Lejos de representar un peligro para la población que
habita sobre ellos –pues está científicamente
comprobado que nunca volverán a tener actividad–,
conocer su ubicación precisa representa una oportunidad
para enfrentar un problema que afecta cada vez más
a la población: el desabasto de agua.
La totalidad de estos volcanes son áreas de recarga
de acuíferos. Según los científicos,
a través de sus cráteres y suelos cavernosos
o permeables que se conformaron alrededor luego de las erupciones,
los conos volcánicos –cubiertos casi siempre
de vegetación– filtran el agua al subsuelo y
alimentan después ríos, manantiales y otros
cuerpos de agua.
De acuerdo con Sergio Rodríguez Elizarrarás,
vulcanólogo del Centro de Ciencias de la Tierra (CCT)
de la UV y coordinador del estudio, el crecimiento de la mancha
urbana los está convirtiendo en cubiertas de concreto
impenetrable que disminuyen, por ejemplo, la recarga de manantiales
de los que depende a 100 por ciento la población completa
de municipios como Emiliano Zapata, Banderilla y Jilotepec.
Acorralados por la mancha urbana
Según el reporte de investigación publicado
por el equipo de la UV en la revista científica Journal
of Volcanology and Geothermal Research, la población
que habita sobre los volcanes no corre peligro por una nueva
erupción, pues los 59 localizados son “monogenéticos”,
es decir, sólo pueden tener actividad volcánica
una vez.
Están ubicados en un radio de 20 kilómetros
alrededor de Xalapa y como el Paricutín, el Popocatépetl,
el Volcán de Colima o el Chichonal, arrojaron lava,
cenizas y material volcánico a kilómetros a
la redonda, en un lapso que va de 900 a dos millones de años
atrás: “Hoy no lo parece, pero fueron esas 59
erupciones las que conformaron los suelos sobre los que hoy
se asientan muchas de nuestras ciudades”, comentó.
Ignacio Mora, investigador y director del CCT, explicó
que por sus características y funciones ambientales,
el crecimiento de la mancha urbana es un grave problema. En
algunos casos ha acorralado completamente los conos volcánicos,
como sucede en el Cerro de Las Culebras, en Coatepec o en
el Parque Macuiltépetl, en Xalapa, dos áreas
naturales que de no haber sido protegidas hubieran sido fraccionadas
y devastadas.
Aunque en esos casos gran parte de los suelos volcánicos
están sepultados bajo el concreto de calles, casas,
patios y avenidas, los universitarios advierten que la investigación
reveló otros sitios que aún pueden ser protegidos
y conservados. Uno paradigmático es el predio xalapeño
La Joyita.
Bajo el volcán: Xalapa 2000, Margaritas, Santa
Rosa...
De acuerdo con Ignacio Mora, todos los suelos en Xalapa son
volcánicos; evitar la construcción de zonas
habitacionales sobre ellos sería disparatado. La solución
es proteger aquellos sitios que aún conservan flora
y fauna, que pueden aprovechar las nieblas, captar aguas pluviales
e integrar diferentes servicios ambientales.
La Joyita es uno de ellos. Está ubicado sobre suelo
volcánico derivado del cono bautizado por los investigadores
como Pacho Viejo, en la zona que abarca la unidad habitacional
Xalapa 2000, la Colonia Margaritas, el Fraccionamiento Santa
Rosa y los campus de la UV, en cuya superficie crece rápidamente
la mancha urbana.
Es gracias a la investigación que hoy se conoce precisamente
cuáles son y dónde están los volcanes,
sus cráteres y su extensión: “Éste
tiene que ser el punto de partida para acelerar la protección
de lo que aún podemos conservar”, enfatizó
Rodríguez Elizarrarás.
Wendy Morales, también investigadora del CCT e integrante
del equipo universitario, recordó que entre Xalapa
y Pacho Viejo aún existe una zona que alberga bosque
de niebla sobre suelo volcánico: “Nuestro estudio
ofrece un elemento más a considerar para la conservación
de áreas naturales, indispensable ahora que el cambio
climático ha agravado la crisis del agua”.
Dijo que municipios como Emiliano Zapata, Banderilla y Jilotepec
se abastecen totalmente del agua de manantiales generados
por filtraciones, y no por ríos o aguas superficiales:
“En estas condiciones, mantener las zonas que tienen
más posibilidades de captar e infiltrar aguas pluviales
debe ser una prioridad, una cuestión de supervivencia”,
comentó.
Derrumbes y deslaves, el riesgo permanente
Aunque no hay posibilidad de una nueva erupción en
los 59 volcanes localizados, los investigadores aseguraron
que el riesgo permanente en esos sitios son los derrumbes,
asentamientos, hundimientos o deslaves, provocados por la
alteración del terreno asociada a la mancha urbana.
“Lo vemos por ejemplo en la deforestación y los
cortes verticales que han hecho en Xalapa 2000 o en la Colonia
Margaritas, y los deslaves, inundaciones y derrumbes que ha
habido a consecuencia de esas alteraciones provocadas por
el hombre”, comentó Elizarrarás.
En otro de los volcanes de Xalapa, en la Colonia Cerro Colorado,
la pobreza ha agravado los riesgos para la población
asentada en el sitio, ya sea por lo precario de los materiales
de construcción –madera, lámina de cartón–
o de las propias edificaciones que no cuentan con los mínimos
indispensables de seguridad. Hay casas en pendientes peligrosas
que ni siquiera tienen muros de contención, por ejemplo.
Ignacio Mora, quien ha impulsado en el CCT una colaboración
estrecha con autoridades de Protección Civil en Veracruz,
reconoció que ahora que el estudio está concluido,
la propia Universidad luchará por incluir en los reglamentos
de construcción consideraciones relacionadas con el
conocimiento geológico de los sitios volcánicos.
Para el coordinador del estudio, el compromiso de los investigadores
en este proyecto no es sólo generar conocimiento científico,
sino actuar como traductores para ofrecer información
básica y científica aplicable en ingeniería
y protección civil, además de aportar conocimientos
para la conservación ambiental.
¿Podrían nacer nuevos volcanes?
De acuerdo con los investigadores, en México hay más
de dos mil conos tan sólo en la Faja Volcánica
que atraviesa el país por la zona central. Encontrar
casi 60 en un área tan pequeña indica que podrían
nacer otros en sitios similares, lo que hasta hoy no es posible
prever.
“Al analizar los datos actuales y crear una historia
geológica podríamos determinar periodos de recurrencia,
pero más que estimar cuándo podrían ocurrir
sería posible evaluar dónde. El último
hizo erupción hace 900 años en el municipio
de Las Vigas, en el flanco norte del Cofre de Perote, conocido
ahora como El Volcancillo”, comentó Elizarrarás.
El estudio fue financiado por el Consejo Nacional de Ciencia
y Tecnología (Conacyt) y sirve de soporte para otros
proyectos de la UV, como el que está en curso para
diseñar el Atlas de Peligros Geológicos, herramienta
que pondrán a disposición de las autoridades,
indispensable para analizar y planear acciones de protección
civil.
En la investigación participaron Wendy Morales Barrera,
investigadora del CCT; Paul Layer, del Instituto de Geofísica
de la Universidad de Alaska, y Esmeralda González Mercado,
de Petróleos Mexicanos.
59 volcanes
De acuerdo con los nombres asignados por los investigadores,
los volcanes localizados son: Hacienda Vieja, Cerro Gordo
(1-3), Macuiltepetl, C. Roma, Las Lomas, La Malinche, Cerro
Grande (1 y 2), Las Culebras, Zimpizahua, Xico, La Joya (1-6),
C. Chato, Olotepec, Xocotepec (1 y 2), El Capulín,
Las Pastoras, El Conejo, Cerro Colorado (1-4), El Volcancillo,
Molinillo, Las Lajas, Las Cruces, Acatlán, Huilotepec,
Tío Cheve, Cerro la Pedrera, Cerro Mocho, Pinoltepec,
Chapultepec, Cerro Órgano, Cerro Esquimite, Cerro El
Hoyo, Las Lajas, La Bolita, Buenavista, C. La Caña,
El Estropajo, Cozotepec, Tlalnehuayocan, Los Cerritos, Pueblo
Viejo, La Pitaya, Xilacatla, Tejocotal, Pacho Viejo, Cerro
Ocopila, y Dos Veredas.
Contacto
El CCT fue creado por la UV en 1999 y opera actualmente con
una plantilla de 11 académicos-investigadores, quienes
realizan estudios de geología, sismología, desarrollo
sustentable, bioclimatología, cambio climático
y contaminación atmosférica, apoyados por estudiantes
de licenciatura y posgrado. Más información:
www.uv.edu.mx/cienti.
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Alteraciones al terreno volcánico
y accidentado en
Xalapa 2000 y la Colonia Margaritas provocan riesgos
permanentes de deslaves y derrumbes
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En primer plano, el volcán
Cerro Colorado; al fondo, el denominado el Estropajo.
(Foto: Sergio Rodríguez Elizarrarás)
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El Cerro Las Culebras, en
Coatepec, también es área de recarga
de acuíferos acorralada por la ciudad
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Conservar la vegetación
sobre los volcanes, básico para la recarga
de acuíferos. En la imagen, el de Xico en primer
plano. (Foto: Sergio Rodríguez Elizarrarás)
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La construcción de zonas habitacionales en
las pronunciadas laderas de los conos volcánicos
pone en riesgo a la población
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