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Año 10 • No. 397 • Mayo 11 de 2010 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Coatza-Mina-Acayucan

En busca de la calidad educativa

Docente investiga rendimiento académico de estudiantes

Cecilia Escribano

Coatzacoalcos, Ver.- Margarita Vargas Hernández, de la Escuela de Enfermería Coatzacoalcos perteneciente a la Universidad Veracruzana (UV), investiga el clima social del aula y el rendimiento académico de los estudiantes, en busca de la calidad en la educación.

Vargas Hernández, estudiante de Doctorado en Educación de la Escuela Libre de Ciencias Políticas y Administración Pública de Oriente (ELCPAPO), ha iniciado el estudio sobre la calidad de la educación donde sigue la línea de investigación del movimiento teórico-práctico de la eficacia escolar.

La eficacia escolar se entiende como la capacidad que tiene la escuela de incidir en el desarrollo de los alumnos y los procesos que le permiten ser una institución eficaz, consiguiendo el desarrollo integral de cada uno de los estudiantes.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el clima escolar junto con el nivel socioeconómico y cultural de la escuela, son las variables que más influyen en el rendimiento de los estudiantes en América Latina y el Caribe, según los resultados del segundo estudio regional comparativo explicativo y de la UNESCO.

“A la UV le interesa el desarrollo integral de sus alumnos y los aprendizajes de calidad, constituyéndose este último en los espacios intersubjetivos que se dan en el marco de las relaciones interpersonales que se llevan a cabo en las aulas.”

Las relaciones interpersonales son: profesor-alumno, alumno-alumno, donde se desarrolla un clima social ya sea aceptable o inaceptable, adecuado o inadecuado, en el cual los estudiantes se vinculan día a día en esa travesía hacia la culminación de su formación académica, que está llena de situaciones que resultan transcendentes para cada uno de ellos y donde el docente representa una fuente de motivación y la posibilidad de un modelo para un correcto desarrollo, por los lazos afectivos y de comunicación que se establecen dentro del grupo. De esta relación entre pares surgen elementos positivos como valores, normas, inquietudes y deseos compartidos.

Margarita Vargas agregó que el clima social del aula se crea y dinamiza por medio de la interacción de los integrantes del acto educativo –profesor-alumno, profesor-profesor, alumno-alumno–, creando ambientes en donde se entremezclan actividades de tipo intelectual, emocional y personal.

Para que el clima escolar sea aceptable y adecuado, se deben planear acciones encaminadas a identificar personas, no alumnos, las creencias con las que se llega al aula, sus conocimientos empíricos y científicos, qué espera de la Universidad, de los profesores, y qué está dispuesto a brindar, además de su nivel de conocimiento y aprendizaje previo.

Concluyó que propiciando un clima escolar aceptable se podría disminuir el bajo rendimiento escolar, así como la deserción y la violencia escolar.