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Año 10 • No. 401 • Junio 7 de 2010 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

En toda la Universidad

La cultura de la calidad arroja
cada vez mejores resultados

Más de 83 por ciento de su matrícula cursa programas con calidad reconocida

Con 43 programas académicos de licenciatura escolarizada acreditados a la fecha, la apuesta ahora está en el SEA

Susana Castillo Lagos

En tan sólo un año y 11 meses, y con el concurso de toda la comunidad universitaria, la Universidad Veracruzana (UV) incrementó el número de sus programas de licenciatura con reconocimiento nacional de calidad: pasó de 63 a 86 y al día de hoy ya son 87.

El reconocimiento de la calidad y la acreditación de sus programas académicos es un tema que encontró resonancia en la comunidad académica y estudiantil. Al interior de la institución se generó una cultura de excelencia en la docencia, la investigación, la difusión de la cultura, la vinculación, la administración y la gestión universitarias, así como la calidad de los Programas Educativos (PE) de licenciatura y posgrado.

Actualmente se trabaja para incrementar ese número y con un nuevo reto: el Sistema de Enseñanza Abierta (SEA).

Los fines de la evaluación
Fidel Saavedra Uribe, director de Planeación Institucional de la UV, aseguró que el propósito de evaluar, reconocer y acreditar la calidad de los PE tiene como fin primordial fortalecer el quehacer universitario.

“No se trata de que un organismo venga, reconozca o desconozca algo. Sino de que a través de un proceso ya probado a nivel nacional o internacional, puedan emitir una serie de recomendaciones que llevan ese propósito: contribuir a mejorar la educación superior.”

Antes de 1991, año en que se integraron los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), la excelencia no se ligaba con el financiamiento pues “se presumía que era totalmente independiente. Hoy si quieres financiamiento debes tener calidad”.*

El reconocimiento y acreditación de los PE se traduce en diversos apoyos, como el que se brinda a las instituciones de educación superior para el incremento de su matrícula, y recursos federales extraordinarios orientados a la realización de este tipo de evaluaciones.


Fidel Saavedra Uribe, director de Planeación Institucional de la UV

Agregó que el Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI), que se lleva a cabo cada dos años, fomenta el desarrollo institucional de acuerdo con las Dependencias de Educación Superior (DES), por área o región.

“El PIFI tiene dos grandes fondos con los que se financian estos proyectos. Uno es el Fondo del Fomento de la Educación Superior (Fomes) y otro es el Fideicomiso de Universidades previamente evaluadas por la Asociación
Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), el Fiupea.”

Para tener acceso a éste, la UV necesita tener el 85 por ciento de su matrícula en programas de calidad. Actualmente tiene el 83.29. “Lograrlo apoyaría mucho la gestión de la Universidad, por eso estamos empeñados en lograr los más altos porcentajes en ese rubro”, comentó.

¿Cómo se mide la calidad?
La evaluación es una constante en la UV. Los resultados del examen general de ingreso a la licenciatura, formulado por el Centro Nacional de Evaluación (Ceneval), son un primer indicador.

El examen de egreso, aplicado por este mismo, es otro medio: “Los estudiantes lo presentan no sólo con el propósito de exentar la titulación por los canales tradicionales, sino para obtener un reconocimiento público externo a la institución, y que queda asentado en su currículum”.

En lo concerniente a los procesos de evaluación de los PE, explicó que están dividos en dos grandes vertientes. Por un lado está el reconocimiento de calidad otorgado por los CIEES, creados hace casi 11 años por las autoridades de educación superior del país, éstos tienen el propósito de realizar un diagnóstico de los PE, con la intención de saber cuál es su estado y sugerir qué hacer para mejorarlo.

“La evaluación diagnóstica buscaba en una primera instancia la mejora de la calidad, para que como consecuencia de eso viniera la otra vertiente de la evaluación, que es lo que se conoce como acreditación”, comentó. Ésta es otorgada por organismos disciplinares enfocados a áreas de conocimiento específicas o disciplinas concretas, y que se registran ante el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (Copaes).

Tanto el reconocimiento como la acreditación de los PE, señaló, buscan asegurar la calidad mediante un proceso externo a las instituciones; sin embargo, ni los CIEES ni los organismos avalados por Copaes se dirigen de manera imperativa a la Universidad: “No le dicen ‘tienes que hacer esto’, sólo sugieren qué podría hacerse para mejorar. De lo contrario violarían la autonomía universitaria”.

Autoevaluación: punto de partida
Tras revisar cuáles son los requisitos que valoran los CIEES y los organismos acreditadores, cada entidad académica inicia un proceso de autoevaluación para analizar qué tanto cumple con los lineamientos de calidad establecidos.

Los resultados se remiten a evaluadores externos, quienes acudirán a la Facultad para hacer una auditoría exhaustiva: “La autoevaluación es contrastada con los indicadores de calidad y verificada en las visitas posteriores que realizan”.

Entre otros, se toman en cuenta aspectos de fundamentación del PE, la infraestructura con la que cuenta, sus recursos materiales, humanos y técnicos, lo que se hace en materia de investigación y vinculación.
Dependiendo del diagnóstico, los CIEES pueden otorgar tres distintos niveles para indicar “qué tan acreditable” es un programa: III significa a largo plazo, II a mediano plazo, y I a corto plazo.

Certificación ISO
La búsqueda de la certificación bajo la Norma ISO-900 es otra arista de la gestión continua de calidad que impera en la UV. Para alcanzarla, también se parte de una auditoría interna; posteriormente es evaluada por despachos privados, reconocidos a nivel internacional por la Organización Internacional para la Estandarización (ISO, por sus siglas en inglés).

Fidel Saavedra indicó que hasta hace un año los esfuerzos en esa materia estaban enfocados en los procesos de gestión y administrativos, y que ahora se orientan a lo académico.

Añadió que la Facultad de Administración, campus Veracruz, es pionera en la UV en buscar y obtener la certificación de la calidad de sus procesos académicos (docencia, investigación y vinculación) bajo la Norma ISO-9001: 2008. Esto sentó las bases para que otras entidades académicas buscaran hacer lo propio.

En la actualidad las facultades de Medicina en Minatitlán, de Informática en Xalapa, y de Contaduría en Veracruz, entre otras, realizan procesos de autoevaluación en miras de alcanzar la certificación externa.

SEA, el nuevo reto
Los 15 programas de licenciatura del SEA, que representan el 10 por ciento de la matrícula universitaria, no han sido evaluados en ninguna de las vertientes anteriores debido a que la metodología de los CIEES no especificaba cómo interpretar los indicadores de calidad para programas no escolarizados: “Es a partir de 2009 que empieza a contemplarse e inician los talleres de capacitación al respecto”.

Hoy en día, el SEA están en un proceso de autoevaluación: “Contaduría Poza Rica, Veracruz, Orizaba, Xalapa. Derecho, Pedagogía, Sociología, y los programas de humanidades de Veracruz”.

El orden en que estos diagnósticos se llevan a cabo, especificó Saavedra, corresponde al compromiso, interés y trabajo que las comunidades de cada entidad académica están haciendo.

Además de los programas del SEA, es prioridad atender de manera especial los programas ya evaluados pero que no están en el Nivel I.

En números
La UV cuenta con 131 PE de licenciatura escolarizada, de los cuales 80 por ciento (105) han sido evaluados, el 20 por ciento restante aún no son evaluables, pues para hacerlo deben tener por lo menos una generación de egresados.

De los 105 programas evaluados, 87 están en el Nivel I de los CIEES, y cuentan con un reconocimiento de calidad. Esto representa el 82 por ciento. “Con 87 programas en el Nivel I y 43 acreditados, significa que todavía faltan 44 por acreditar”, mencionó Saavedra.


El 83.29 por ciento de la matrícula universitaria es atendido en programas de licenciatura escolarizada con calidad reconocida

Estos últimos pueden estar en distintas etapas y es necesario hacer una revisión exhaustiva ya que, por ejemplo, a muchos de ellos CIEES les otorgó el Nivel I hace más de un año.

Por lo anterior, se tiene que analizar si están en posibilidades de enfrentar la acreditación o someterse a una nueva evaluación diagnóstica: “Tenemos muchos programas que están en Nivel II. Recientemente nuestro triunfo más grande fue pasar de Nivel III a Nivel I el programa de Medicina de Ciudad Mendoza, que está en toda su capacidad para buscar la acreditación”.

Liderazgo UV
La búsqueda y el fortalecimiento de la calidad es un tema inherente a la UV, que se ha intensificado y permeado a diferentes niveles en los últimos años.

Tal es el caso del Consejo para la Acreditación de Programas Educativos en Humanidades, A.C. (Coapehum), promovido desde la UV en 2006, en el marco del cincuentenario de su Facultad de Filosofía.

Esto, sostuvo el funcionario, representa un doble orgullo institucional, “además de fomentar el nacimiento de este organismo, significó que un área en la que tradicionalmente había demasiada apatía en cuanto a la evaluación externa, cobrara vida”.

Los académicos universitarios han contribuido activamente a los procesos de reconocimiento y acreditación de la calidad de los programas de educación superior a nivel nacional.

Fidel Saavedra fue el primer integrante de la comunidad UV nombrado como vocal ejecutivo de los CIEES.

Actualmente, Alma Rosa García Gaona, directora de la Facultad de Estadística e Informática, es presidenta del Consejo Nacional de Acreditación en Informática y Computación, A.C. (Conaic); Carlos Lamothe Zavaleta –director de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de Veracruz– es preside del Consejo Nacional de Educación de la Medicina Veterinaria y Zootecnia (Conevet), y Elka Fediuk Walczewska, investigadora de la UV, encabeza el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior de las Artes, A.C. (CAESA).

Preevaluación, estrategia clave
Los académicos que son evaluadores, ya sea de CIEES o de organismos acreditadores reconocidos por Copaes, aportan su vasta experiencia a las preevaluaciones que la UV promueve en las entidades académicas.

Visitan las Facultades como si fueran evaluadores externos, llevando a cabo una auditoría exhaustiva en la que revisan y verifican que lo señalado en las autoevaluaciones corresponda con sus observaciones.

“Su trabajo es muy importante porque cuidan la objetividad y no caen en engaños endogámicos por el hecho de ser parte de la Universidad; por el contrario, suelen ser más críticos”, expuso.

Ejemplo de los buenos resultados de esta estrategia es que de septiembre de 2007 a diciembre de 2008, la matrícula atendida en programas de calidad pasó de 58 a 81 por ciento.

“Éste es el cambio más dramático que hemos tenido. Evaluamos 42 programas educativos y de éstos sólo cuatro no obtuvieron el Nivel I de CIEES”, concluyó Saavedra.