Dijo experto del CECC de la UV El futbol es resistencia al capitalismo o instrumento burgués ¿Es una práctica que merece sólo desacreditación o manifestación execrable por el fanatismo que suscita?”, cuestionó Homero Ávila Landa David Sandoval El futbol puede ser considerado como un instrumento que perpetúa los valores burgueses y como un fenómeno de resistencia ante el modelo capitalista, manifestó Homero Ávila Landa, miembro del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC) de la Universidad Veracruzana (UV).

Al participar con Antoni Castells, también investigador del CECC, en la charla “Amor y odio en el futbol”, planteó las siguientes preguntas: “¿Es el fanatismo futbolero muestra de una sociedad alienada? ¿Es el futbol una práctica que merece sólo desacreditación o considerarla manifestación execrable por el fanatismo que suscita?”.

Señaló como una forma de análisis de la cultura –propuesta por Gilberto Jiménez– considerar que el futbol compone un texto cultural, el cual sería entendido como un conjunto limitado de signos y símbolos relacionados entre sí, en virtud de que todos sus significados contribuyen a producir los mismos efectos o tienden a desempeñar las mismas funciones.

Académicos argentinos han desarrollado una trayectoria de conocimiento respecto del futbol, añadió Ávila Landa, nombrada “estudios culturales del deporte”. Se ha estudiado, precisó, su capacidad de integración social pero tiene una contraparte donde se destaca el papel que cumplen “las prácticas deportivas en la formación y mantenimiento de barreras sociales, incluso la generación de violencia intergrupal”. Agregó que es calificado como un medio de ascenso social: “La movilidad que no encontramos en las instituciones pensadas para ello se suelen encontrar en el futbol de manera más evidente que en otros deportes”.

Homero Ávila y Antoni Castells del CECC en la charla de café “Amor y odio en el futbol”

También se ha dicho que este deporte contribuye al stablishment mediante la polarización de los sectores populares en los valores éticos y estéticos burgueses, propios del capitalismo competitivo; de hecho se establece como contraparte a la posibilidad de ascenso social.

En lo político, mencionó, se ha estudiado el papel del futbol como “una esfera de resistencia” que puede enfrentar al deporte a los controles disciplinarios de otras esferas, “aspecto muy relacionado con el asunto de la violencia en el deporte”.

Se han planteado los argumentos de “pan y circo” que definen a los deportes como actividad distractora en relación con la discusión de los problemas políticos de las naciones latinoamericanas. “Aquí operaría claramente el argumento de una ideología que nos mantiene al margen de los asuntos importantes de la esfera pública”, opinó el investigador.