Afirmó el Director de la Facultad de Música Cantos de libertad nos acerca a la música de la Independencia y la Revolución Cantos de libertad, Hispanoamérica 1810, México 1910 es producido por la UV y la Comisión del Estado de Veracruz para la Conmemoración de la Independencia Nacional y de la Revolución Mexicana Marcelo Sánchez Cruz

El disco Cantos de libertad, Hispanoamérica 1810, México 1910, de Sandra Lohr y Enrique Velasco, es una propuesta cultural que permite, desde una perspectiva histórica, un acercamiento al discurso de la insurgencia independentista en Latinoamérica y al movimiento revolucionario de México mediante la música que surge del sentir del pueblo, expresó Rafael Toriz Sandoval, director de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV).

Con motivo de la celebración del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, la UV, a través de la Dirección General de Difusión Cultural, en coordinación con la Comisión del Estado de Veracruz para la Conmemoración de la Independencia Nacional y de la Revolución Mexicana, presentaron el disco Cantos de libertad, Hispanoamérica 1810, México 1910, el pasado viernes 10 de septiembre en la sala “Dagoberto Guillaumin” del Teatro del Estado.

Invitado a realizar la presentación de la obra, Toriz Sandoval comentó que en el disco se entreteje la narración de historias mediante la música que nos habla de gestas americanas, pues abarca no solamente a México sino también una visión de Hispanoamérica, incluyendo temas de otras latitudes.

El disco lleva un trabajo de investigación de cerca de 10 meses por parte de Randall Kohl, catedrático de la Facultad de Música, y el propio Enrique Velasco, lo cual permitió la grabación de temas como Allá en la cumbre, canción zacatecana del siglo XIX; La Corregidora; Marcha de Juan Pamuceno, cuyo texto es atribuido a Guillermo Prieto, interpretado con los populares acordes del Xochipitzahuatl; La Canción de Morelos, que se estima se compuso en Michoacán cerca de 1813, y El cautivo de Til-Til, canción chilena de Patricio Manns que evoca la lucha independentista de ese país sudamericano.

Con arreglos musicales de Enrique Velasco, José Luis Arauz y Pepe González, la segunda parte del disco, dedicada a la música mexicana de principios del siglo XX, recupera canciones como La Jesusita, La muerte de Emiliano Zapata –con letra del estridentista xalapeño Germán Lizt Arzubide–, La cama de piedra, Caballo prieto Azabache, de Pepe Albarrán; La cucaracha, Carabina 30-30 y Mi querido Capitán, de José A. Palacios.

En la grabación, la sátira, la esperanza y la tragedia van apareciendo en el mensaje musical de las canciones que integran un tipo de identidad construida en colectivo, y compartida a través de la música que dejó algunos aspectos de este importante proceso en el desarrollo histórico del país y de América.

Presentación del disco Cantos de libertad, Hispanoamérica 1810, México 1910

Toriz Sandoval expresó que el disco posee una dimensión artística central, relacionada al singular equipo de trabajo para la concreción de este proyecto, “al darse una conjunción de talentos y experiencias hilvanadas por el compromiso con la música que se reconoce a los participantes”. En la grabación participaron Pepe González en el acordeón y la armónica, José Luis Arauz en el arpa y el guitarrón, Felipe Vidal Sequera con la jarana, Sergio Paredes Cruz en la guitarra y Josías Castillo ejecutando el charango. Rafael Toriz expresó que Sandra Lohr es una interprete dueña de un dominio técnico y una sólida concepción de la interpretación musical, “que le permiten transitar con solvencia por las tonalidades adecuadas al contexto musical de cada pieza y, en ese sentido, aporta un componente primordial a la singularidad del disco”.