Dirección de Comunicación
Universitaria
Departamento de Prensa
Año 10 • No. 415 • Octubre 4 de 2010 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Coinciden académicas en la FILU

Existe una táctica de guerra contra las mujeres

Heather Fowler-Salamini, María José García y Rosío Córdova participaron en la mesa “Género”

Alma Espinosa

No sólo en México, sino en el mundo entero existe una táctica de guerra contra la mujer, declaró Heather Fowler-Salamini, doctora Honoris Causa por la Universidad Veracruzana (UV), durante el foro “México: Los Centenarios a debate”, que se realizó en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU).

Al participar en la mesa “Género”, la profesora emérita de la Universidad de Bradley, Illinois, EU, explicó que el maltrato hacia la mujer todavía es evidente en todo lugar, lo mismo en las migraciones de los centroamericanos, en Ciudad Juárez, en el Congo, en Bosnia.

“Es una nueva mentalidad global en que la mujer está bajo el ataque en el espacio público. Desde mi punto de vista es necesario empezar a entender las razones por este tipo de abuso, y hay al menos dos o tres razones. La primera es simplemente la condición económica por la que el hombre se siente frágil o dependiente y necesita hacer algo y entonces abusa a su mujer o compañera”, expresó.

Asimismo, continuó, tienen mucho que ver los medios de comunicación que amplifican este abuso en lugares como Ciudad Juárez. También mencionó que no ha cambiado mucho la jerarquía al interior de la unidad doméstica y todavía el hombre tiene una visión de dominación.

Al respecto, la investigadora de la Facultad de Psicología, María José García Oramas, acompañada de la integrante del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales Rosío Córdova, compartió el pesimismo de Fowler-Salamini.

Agregó que en México, a pesar de que no existe la misma tradición como en países asiáticos, “somos el segundo país en trata de mujeres y prostitución infantil, y hay que recordar que éste es precisamente el tercer negocio más lucrativo del mundo”, expuso y agregó que aquí también hay una deuda de siglos con las mujeres indígenas, porque es sabido que ser mujer pobre e indígena es sinónimo de vulnerabilidad.