Experta en astronomía de la UNAM ofreció charlas en la FILU

La astronomía es apantallante: Luz María Calderón

Explicar la ciencia con criterios cercanos tendrá mucho más éxito
que una cátedra saturada de datos y cifras

Marcelo Sánchez Cruz

Explicar a un grupo de jóvenes que una galaxia elíptica puede ser comparada con la forma de un tlacoyo no le quita valor a una descripción científica, más bien pone contextos accesibles en la mente de quienes nos escuchan, expresó Luz María Calderón Rodríguez, catedrática de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Si divulgamos la ciencia con criterios cercanos y que nos permitan un momento entretenido, tendremos mucho más éxito en interesar al público que dando una cátedra saturada de datos y cifras que en un primer acercamiento no resultan tan valiosos”, comentó. La catedrática impartió una serie de charlas sobre astronomía en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2010 para generar un mayor interés en esta ciencia. “Es importante conocer los datos relevantes; cierto, es necesario saber por qué suceden las cosas y quiénes han sido los científicos que han dado explicación a los fenómenos del universo, pero esto puede explicarse de una forma coloquial y amena que permita al público sentir la ciencia como algo cercano, encontrando puntos de contacto entre lo que viven todos los días y los conceptos a explicar”, expresó.

Luz María Calderón Rodríguez, catedrática de la Facultad de Ciencias de la UNAM

Durante una hora de charla, la experta en astrofísica explicó en una forma sencilla los diferentes tipos de rayos de luz que emiten los astros, cómo éstos llegan a la tierra y sirven para conocer la distancia a la que se encuentran los cuerpos que los emiten y el periodo de vida en que se encuentran, la teoría de la Gran Explosión como comienzo del universo conocido y el proceso de vida de las estrellas desde su nacimiento hasta su muerte y los grandes periodos de tiempo que estas acciones implican.

“El sol tiene cinco mil millones de años, en este periodo se han formado los planetas alrededor de él, cada uno con su configuración particular, y esas configuraciones son las que han desencadenado que en nuestro planeta se cree vida inteligente, pero como toda estrella, llegará el momento en que tenga que morir. En alguna ocasión, un señor me dijo que él preferiría saber con tres días de anticipación cuando el sol se apagara para poderse regresar a Mérida. Creo que los conceptos de tiempo estelar no le habían quedado muy claros”, expresó.