Dirección de Comunicación
Universitaria
Departamento de Prensa
Año 10 • No. 416 • Octubre 11 de 2010 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

En 70 años, 43 huracanes han tocado tierra en Veracruz

“Karl” no fue un fenómeno atípico

Desde principios de año se esperaba que ésta fuera una temporada de lluvias intensas debido al fenómeno de “La Niña”

Juan Carlos Plata

El 29 de septiembre de 1955 el huracán “Janet” tocó tierra entre Nautla y el puerto de Veracruz con intensidad de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, luego de devastar la Península de Yucatán, principalmente la ciudad de Chetumal, Quintana Roo. Días antes de esto, los huracanes “Gladys” e “Hilda” habían impactado Tamaulipas, dejando muchas lluvias en Veracruz.

Casi 55 años después, el 17 de septiembre de 2010 el huracán “Karl” tocó tierra como categoría 3, a 15 kilómetros al norte del puerto de Veracruz, ocasionando severos daños en decenas de municipios. Días después, la tormenta tropical “Matthew”, asociado a un frente frío, trajo a la entidad lluvias históricas que agravaron las inundaciones desde el puerto de Veracruz hasta la parte sur del estado.

A pesar de lo inusual y devastador que puede parecer, estos fenómenos y sus trayectorias no son atípicos, de acuerdo con el académico e investigador de la Facultad de Instrumentación Electrónica y Ciencias Atmosféricas de la UV, Juan Cervantes Pérez.

“Por cuestiones geográficas, cuando los huracanes pasan por la Península de Yucatán tienden a seguir una trayectoria hacia la parte norte del estado de Veracruz o quizá recurvar hacia la parte central del Golfo de México, pero el hecho de que ‘Karl’ haya impactado en la parte media de Veracruz no es necesariamente atípico”, sostuvo.

Cervantes Pérez citó un trabajo de investigación de Ernesto Jáuregui e Irma Zitácuaro, llevado a cabo a principios de los años noventa (y cuyo resultado fue publicado en el número 21 –septiembre-diciembre de 1995– de la revista La Ciencia y El Hombre) en el que se habla de la posibilidad de impacto de un huracán en Veracruz y que sostiene que la parte central y sur de la entidad no estaban descartadas, la probabilidad era menor pero existía.

“De acuerdo a los registros que se tienen, uno de los últimos huracanes que tocó tierra en la parte central de Veracruz fue ‘Janet’, en 1955, que se estima que llegó con categoría 4 ó 5”, aseguró.

En un artículo publicado en el número 218 (15) –1 de agosto de 2006– de la revista Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales de la Universidad de Barcelona, Mario Gómez Ramírez, académico de la Facultad de Geografía de la UV, hace un recuento de los ciclones tropicales que afectaron al estado de Veracruz desde 1930 a 2005 y cuenta 43 fenómenos de este tipo.

De éstos, 28 tocaron tierra en la parte norte de la entidad, cinco en la parte central, cinco más en la región centro-sur, dos en la zona centro-norte y tres en la región sur.

Los 32 estados del país están expuestos a los efectos de los ciclones tropicales
No sólo la totalidad del territorio veracruzano, sino los 32 estados del país están expuestos a los efectos de los ciclones tropicales, si se toma en cuenta que estos fenómenos se forman en ambas costas y pueden tener diámetros de muchos kilómetros, aseguró Mario Gómez Ramírez.


“Debemos quitarnos la idea de que hay zonas de Veracruz que nunca sufrirán las consecuencias de un huracán, incluso ha habido ciclones que se formaron en el Pacífico y han llegado al Golfo de México. En mayor o menor medida, dependiendo de qué tan alejados estén de las costas y el tipo de relieve que tengan, pero todos los estados del país están expuestos al impacto de los ciclones tropicales y sus repercusiones”, sostuvo.

Puso como ejemplo al primer ciclón de esta temporada, “Alex”, que afectó con fuerza a estados del norte del país que por naturaleza son desérticos, incluso, explicó, hay trabajos sobre ciclones que llegan a Coahuila por el norte, desde Estados Unidos.

“A todas estas condiciones naturales, de trayectorias y formaciones de los ciclones, hay que sumarle el riesgo que implican los asentamientos irregulares y la falta de prevención”, afirmó.

Cambio climático
De acuerdo con Juan Cervantes, no hay sustento para decir que la presencia de “Karl”, su fuerza, su trayectoria y sus consecuencias son derivadas del cambio climático y se puede decir lo mismo de las lluvias récord ocasionadas por la combinación del huracán “Matthew” y un frente frío –combinación que se asemeja mucho a la situación que se vivió en 1999 en el norte del estado, con la combinación de un norte y una depresión tropical.

“Con el cambio climático se espera que, debido a que la temperatura del planeta está en aumento, haya una mayor probabilidad de que se formen más ciclones tropicales, que éstos sean más intensos y que la temporada de huracanes sea más larga. Pero no es un cambio inmediato, sería gradual, por lo que los eventos recientes no pueden ser atribuibles a este fenómeno”, aclaró.

¿Niño o Niña?
Desde principios de año –aseguró Cervantes Pérez– se pronosticó que, debido al fenómeno de “La Niña”, sería una temporada de lluvias intensas.

“Cuando se da este fenómeno se espera que las lluvias estén por arriba del promedio en la parte sur-sureste del país. No se puede pronosticar qué tanta lluvia se puede presentar porque justamente la presencia de los ciclones tropicales y huracanes cambian esos resultados, pero sí es un primer aviso de que será un año muy lluvioso”, dijo.

El fenómeno conocido como “El Niño” consiste en un calentamiento de la temperatura del mar frente a las costas de Perú y la parte media del Océano Pacífico. “La Niña” es lo opuesto: un enfriamiento de la temperatura del mar. Ambos fenómenos hacen que cambien las condiciones si no de manera global, sí de tres cuartas partes del planeta.

“Particularmente para la parte sur-sureste de México ‘El Niño’ causa sequías y ‘La Niña’ causa lluvias severas. Estos fenómenos no son cíclicos, hay expertos que sostienen que se pueden presentar cada seis o siete años, tal vez un poco antes. Uno de los “Niños” más intensos se presentó en 1997-1998, cuando tuvimos muchos incendios en el país”, explicó el académico.

¿Cómo se forman los huracanes?
El océano es un gran almacenador de la energía que el planeta recibe del sol, cuando hay una combinación entre el calor del mar y el viento que fluye sobre éste (generalmente el paso de una onda tropical) que circula en sentido contrario a las manecillas del reloj, sumado a condiciones apropiadas de altura de las corrientes de viento, se gestan los ciclones tropicales, explicó Juan Cervantes.

“Mientras ese sistema encuentre energía (calor) a lo largo del mar, más intenso se puede ir haciendo. El Caribe es una de las zonas generadoras, pero también la parte media del Océano Atlántico. Regularmente los ciclones tropicales se forman un poco al norte del Ecuador, que es donde más energía se almacena a lo largo del año”, dijo.

Lo que resta del año
Juan Cervantes afirmó que el pronóstico para las próximas dos semanas indica que no se esperan lluvias fuertes, a reserva de esperar precipitaciones por el paso de los frentes fríos que seguramente habrá, pero no se espera que sean tan intensas como las generadas por el paso de los ciclones tropicales.

“Es posible que no haya más huracanes, y de llegar a formarse habría que ver dónde lo hacen y los sistemas meteorológicos que haya a su alrededor para poder determinar su trayectoria. También es probable que ya no logren acercamiento hacia zonas continentales, como fue el caso de la tormenta tropical ‘Nicole’, que se generó justo después del paso del huracán ‘Matthew’, pero que el aire frío que estuvo cubriendo la vertiente oriental del país y el Golfo de México no le permitió el desplazamiento hacia nuestro país, que sería su trayectoria natural, sino que lo desvió hacia Cuba y el sur de Florida”, aseguró.