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Año 10 • No. 417 • Octubre 18 de 2010 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Exitosa intervención de la UV ha mejorado condiciones de vida

El Paisano: “Al principio no creímos, después vimos que era cierto”

El esfuerzo conjunto de la comunidad, asesorados por estudiantes, académicos y especialistas de la UV, ha transformado su calidad de vida

“Queremos llevar esta experiencia exitosa a otras Casas de la Universidad”: RAL

Susana Castillo Lagos

En noviembre del año pasado se inauguró la octava Casa de la Universidad Veracruzana (UV) en El Paisano, municipio de Las Vigas de Ramírez, ubicado a tres mil metros de altura sobre el nivel del mar, en las faldas del Cofre de Perote.
Dada la relevancia de contar con un espacio diseñado para mejorar su calidad de vida, donde además de recibir atención especializada podrían realizar diferentes actividades productivas, los lugareños decidieron llamarla “Camino de pensamientos”.

Ese mismo nombre fue el que en 2006 adoptaron las mujeres que a invitación del Voluntariado UV, presidido por Patricia Faisal, integraron un taller de costura y bordado, antecedente directo del trabajo de colaboración entre la institución y la comunidad.

La intervención universitaria en esa región fue determinante para detectar en 2008 un brote de hepatitis, que afectó principalmente a la población infantil. Las brigadas médicas y otros grupos técnicos de la UV se trasladaron a la zona: lograron atenderlos oportuna y exitosamente.

Este hecho evidenció la necesidad de que la Universidad tuviera mayor presencia en El Paisano. En octubre de ese mismo año, el Programa Diversificación Productiva de la Universidad Veracruzana (DIPRO-UV) empezó a desarrollar un proyecto más amplio, con la finalidad de ofrecer otras opciones productivas.

Y hace menos de un año, en un esfuerzo conjunto de la Dirección de Vinculación General y el Voluntariado de la UV, se construyó la Casa de la Universidad, donde se da atención médica y dental a los pobladores en general, se continúa la capacitación a las bordadoras y tienen un lugar de trabajo fijo; además, hay un espacio para computadoras, que está a la espera de más equipo y que cuenta ya con conexión a Internet.

Asimismo, esta Casa de la Universidad cuenta con el coro infantil “Camino de sueños”, que tiene 40 integrantes.
Así, estas acciones han permitido que los pensamientos y expectativas de la comunidad se estén transformando en hechos tangibles, realidades en las que la propia gente es protagonista.


Parte de las hortalizas ya están a la venta

Invernadero-Escuela

El Paisano y sus senderos
Durante la Primera Jornada Demostrativa del Proyecto de Diversificación Productiva y Desarrollo Comunitario Sostenible en El Paisano, realizada el sábado 9 de octubre en la Casa de la Universidad, se presentaron los resultados obtenidos a la fecha.

Además del Voluntariado, DIPRO-UV y la Dirección de Vinculación General, la Facultad de Ciencias Agrícolas se ha sumado a esta iniciativa. La asesoría por parte de éstos a la comunidad ha permitido poner en marcha módulos de diversificación productiva de traspatio; la conformación de un Grupo Ganadero para la Validación y Transferencia de Tecnología Pecuaria (GGAVATT); la creación de un invernadero-escuela y de un taller de artesanías forestales; la integración de un sistema de información comunitario (SI) para apoyar las tomas de decisión y orientación de las prácticas productivas locales, y la realización de cursos de desarrollo organizacional.

Una de las primeras actividades realizadas (en 2008) fue la construcción de letrinas secas en la mayor parte de las viviendas de la comunidad, con fondos municipales y del DIF.

Cada una de las tareas llevadas a cabo en los proyectos específicos ha implicado labores de organización para trabajar en equipo, distribución de responsabilidades, toma de acuerdos y mecanismos para solucionar divergencias.


Helicóptero elaborado con desechos forestales

Artesanías de madera

Traspatios e invernaderos
En la actualidad El Paisano cuenta con cinco módulos de diversificación productiva de traspatio, beneficiando a 50 personas, aproximadamente. Los módulos están integrados por familiares, que cultivan hortalizas y crían gallinas ponedoras, con el objetivo de generar producción para el autoconsumo e incluso para la venta.

La asesoría es brindada por Modesto Carlos Guerrero, egresado de la UV e integrante del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), en coordinación con Alfredo Arroyo Lara.

El modelo “Manejo integral de traspatio rural” está diseñado para comunidades ubicadas a una altura entre los dos mil 400 y los tres mil metros sobre el nivel del mar, donde se registran temperaturas menores a los siete grados.

A pesar del éxito que ha tenido esta experiencia, el acercamiento no fue fácil, pues había cierto recelo por parte de la gente ya que en otras ocasiones representantes de programas sociales gubernamentales les hicieron promesas que finalmente no cumplieron.

La señora Micaela Morales Zavaleta, una de las participantes, comentó: “Al principio venían y como que no les creíamos, dijimos ‘qué va a ser cierto, siempre nos vienen a engañar’, pues nunca se hacía realidad lo que nos decían”.
Sin embargo, “a la mera hora vimos que sí era cierto; empezaron trayendo semilla, vinieron unas personas a asesorarnos y nos apoyaron, por lo cual estamos muy agradecidas con la Universidad”.

A la fecha han cosechado acelgas, lechugas, rábanos, zanahorias, cilantro y betabel, principalmente.

De igual manera, con el fin mejorar los modelos actuales e incorporar esquemas de producción adecuados para esa zona, se abrió un “Invernadero-Escuela” facilitado en comodato por el Consejo Estatal de Productores de Papa.
La gente es asesorada por Roberto Chiquito Contreras, académico de la Facultad de Ciencias Agrícolas, y por los prestadores de servicio social Idalia Hernández y Juan Román.

Para esta modalidad de cultivo bajo cubierta, más de 50 personas se han capacitado en la producción de hortalizas, y actualmente están sembradas mil plantas de jitomate.

La siguiente etapa será para enseñarles a cultivar flores y plantas de ornato.


El forraje sembrado resiste bajas temperaturas

Ganadería y forrajes
El GGAVATT es un conjunto de ganaderos organizados para la producción en granjas o ranchos bajo ciertos estándares de calidad, asesorados técnica y profesionalmente de manera directa en el campo.

El GGAVATT “Los Paisanos” tiene más de 30 integrantes y se conformó en noviembre de 2009. El presidente es José Erasto Córdova Vázquez, el secretario es Moisés Vázquez Guzmán y el tesorero Rolando Hernández Martínez; la Facultad de Ciencias Agrícolas de la UV funge como responsable institucional del mismo.

Este grupo se integró para apoyar el manejo adecuado de la ganadería lechera familiar en la comunidad, incrementando la productividad de las 300 unidades lecheras (vacas) con las que cuentan.

Algunas de las labores que se han realizado son el aretado y la numeración grupal del ganado, así como diferentes pruebas de control sanitario.

La producción de forraje especial, que resiste temperaturas bajo cero, es otro de los logros alcanzados. Hasta el momento se han sembrado cuatro parcelas demostrativas (de un cuarto de hectárea cada una) con semilla de triticale, cereal que tiene una calidad nutricional elevada, lo que ayuda a incrementar la producción láctea.

Durante la jornada demostrativa, la UV se comprometió con “Los Paisanos” a designar a un pasante de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia para que trabaje directamente con ellos, atendiendo a su ganado y asesorándolos.

Moldeando un futuro
A partir de desechos forestales, 24 productores de la comunidad elaboran utensilios y artesanías de madera, los cuales ya se encuentran a la venta en diversos puntos de Xalapa y Coatepec.

De julio a diciembre de 2009 acudieron a un primer taller de capacitación, encabezado por José Luis Herrador Collado, académico de la UV. En el taller se familiarizaron con las prácticas y habilidades artesanales, y como resultado produjeron 122 alhajeros de madera, siete cascanueces (con mangos en forma de pato), así como palas y trinches de cocina, palitas mantequilleras y cucharas de madera.

El lunes 4 de octubre de este año inició la segunda etapa del taller, en la que están elaborando juguetes y adornos artesanales. Cinco días después, el día de la jornada demostrativa, inició la edificación del “Taller Escuela de Artesanías” en el terreno de la Casa de la Universidad.

En dicha ocasión, a nombre de sus compañeros, Luis y José Andrés comentaron: “Tenemos inquietud de trabajar, de aprovechar todo el desperdicio que se queda en el monte para tener un beneficio para el pueblo”.

La finalidad es que integren una empresa rural sustentable (con personalidad física) y detonen un negocio rentable de artesanías.

Camino de pensamientos
El taller de bordado en tela que inició en 2006, a iniciativa del Voluntariado UV, ha generado actividades paralelas, dirigidas a que las mujeres de El Paisano –y otras comunidades de la región– adquieran las habilidades necesarias para llevar un negocio y generar sus propios ingresos.

Patricia Faisal León, presidenta del Voluntariado, informó que el Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos (IVEA) también ha apoyado este proyecto, “pues hay muchas mujeres que no han concluido sus estudios de primaria, secundaria o bachillerato”.

A través del Servicio Nacional de Empleo (SNE), amas de casa de otros poblados aledaños (como San Miguel y Llanillo) han tomado cursos de panadería y elaboración de mermeladas.

El trabajo de los prestadores de servicio social,
Idalia Hernández García y Juan Bautista Román Álvarez,fue reconocido por el Rector de la UV

“En El Paisano han aprendido a arreglar sus máquinas de coser y a realizar acabados que no se consiguen a mano.”
Faisal León informó que en Las Vigas otro grupo de mujeres está aprendiendo corte y confección, incluso que en la pasada Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) empezaron a vender pañales ecológicos.

Modelo a seguir
Para el rector Raúl Arias Lovillo, “esta experiencia exitosa” es susceptible de replicarse en otras regiones donde la UV tiene presencia, o bien en otras casas de la Universidad.

Destacó que la labor del Voluntariado y la relación que establecieron con las personas, permitieron que la comunidad confiara en la UV para incorporar progresivamente estos proyectos: “La presencia de la Universidad contribuye a mejorar las condiciones de vida de las comunidades”.

Adelantó que, paulatinamente, otras facultades –como Medicina, Enfermería y Nutrición– podrían incorporarse a las actividades que se vienen desarrollando.

En tanto, Mario Fernández Sánchez, coordinador de DIPRO-UV, señaló que las actividades desarrolladas en El Paisano servirán para la capacitación de campesino a campesino, tanto del Cofre de Perote como de la Sierra de Zongolica, en donde están iniciando proyectos de colaboración.

Al respecto, Arias Lovillo reveló: “Queremos llevar esta experiencia exitosa a otras regiones donde la UV tiene presencia, pues si bien los resultados son producto del esfuerzo de la comunidad, está comprobado que el trabajo de los universitarios transforma la realidad de las comunidades”.