IV aniversario de la Defensoría de los Derechos Universitarios UV
La universidad pública, último
lugar de libertad en este mundo
Juan Carlos Plata
La autonomía y legislación universitaria en sus más amplias expresiones convierten a la universidad pública mexicana en “el último lugar de libertad en este mundo” y es por eso que las defensorías de los derechos universitarios son un instrumento de suma relevancia en el ejercicio de esa libertad, aseguró el defensor de los Derechos Universitarios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Leoncio Lara Sáenz.
En la celebración del cuarto aniversario de la Defensoría de los Derechos Universitarios de la Universidad Veracruzana (UV), Lara Sáenz –quien también funge como secretario general de la Red de Defensores, Procuradores y Titulares de Organismos de Defensa de los Derechos Universitarios– sostuvo que la autonomía, la legislación y la defensoría universitaria son tres conceptos fundamentales del desarrollo de las instituciones públicas de educación superior.
Respecto a la situación de las universidades públicas mexicanas, dijo que las tareas más importantes son: caracterizar constitucionalmente la función social de la educación superior y la investigación científica como servicios públicos, es decir, hacerlas razones de Estado; desarrollar estudios de viabilidad jurídica para darle a las universidades públicas e instituciones de educación superior el formato jurídico de órganos autónomos constitucionales, y determinar constitucionalmente el derecho de las universidades a la autonomía financiera, porque “el estrangulamiento económico y financiero que sufren las universidades no es decente, es uno de los actos públicos y sociales más inmorales e impúdicos que conozco”.
“En la academia no puede concebirse ninguna otra actividad que no sea la búsqueda de la verdad sin coacción, que además esté ajena a la política y que permita que la manifestación de las ideas no sea objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa siempre y cuando no ataque la moral, los derechos de terceros, provoque algún delito o perturbe el orden. ¿Dónde está esta utopía? En la universidad pública mexicana.”
Explicó que la universidad pública mexicana es autónoma para realizar los fines de educar, investigar y extender y difundir la cultura –más de 40 por ciento de la cultura y la extensión y casi 100 por ciento de la investigación científica la hacen las universidades– , tiene la capacidad de organizarse académica y funcionalmente, es igualitaria y no sólo tiene capacidad de aplicar planes, programas y modalidad de estudios sino también para elegir a sus autoridades y legislarse a sí misma.
Respecto a la figura de las Defensorías de los Derechos de los Universitarios –cuya función es conocer los actos que afectan a derechos que otorga la legislación universitaria o actos irrazonables, injustos, inadecuados o erróneos, así como recomendar que se dé respuesta al derecho de petición, que es un derecho fundamental en la universidad–, dijo que realizan un ejercicio que no es de estricto derecho formal, sino un ejercicio de la razón equitativa y de la buena fe.
Detalló que –prácticamente sin ningún costo– en la actualidad la Red de Defensores, Procuradores y Titulares de Organismos de Defensa de los Derechos Universitarios protege a dos millones y medio de estudiantes y a aproximadamente un millón de académicos. “Por lo que la equidad, la razón, la buena fe es barata para las universidades”.
Pleno respeto a los derechos universitarios: Raúl Arias Lovillo
Raúl Arias Lovillo, rector de la UV, refrendó el compromiso de la administración universitaria con la Defensoría de los Derechos Universitarios de la institución y señaló que contar con Emilio Gidi al frente de este organismo ha sido y es una fortaleza adicional en esta etapa en la que debemos fortalecer la cultura de los derechos universitarios y el balance es muy positivo, “nuestro deseo es que en el futuro crezca la confianza de que en la UV hay pleno respeto a los derechos universitarios”.
Sostuvo además que una instancia como ésta es fundamental para cualquier institución porque desde las universidades debemos dar el claro ejemplo hacia el resto de la sociedad en la importancia que tienen las entidades que pueden propiciar los equilibrios.
“El ombudsman universitario es la figura que garantiza que los estudiantes puedan sentirse libres de expresar y defender sus derechos y que la autoridad tenga confianza de que habrá decisiones que estarán apegadas a derecho”, aseguró.
En su intervención, Emilio Gidi sostuvo que la instancia universitaria más que por hacer recomendaciones formales ha opatdo por mantener un diálogo constante con la autoridad a efecto de aproximar a las partes a una solución que sea apegada a la norma jurídica vigente. En cinco años hemos quintuplicado el número de casos atendidos, “lo que no es indicativo de que la autoridad sea más arbitraria sino que se ha hecho más popular la defensoría y, por lo tanto, mayormente utilizada”.
Leoncio Lara Sáenz, defensor de los Derechos Universitarios de la UNAM |
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