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Año 10 • No. 423 • Diciembre 6 de 2010 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

El prototipo de casa de bambú fue resultado del interés de procurar la autosuficiencia a través de actividades del campo

Tlapala y su casa de bambú: símbolo de la transformación comunitaria

El prototipo de casa muestra la transferencia y adopción de tecnologías de aprovechamiento de bambú con tecnologías domésticas ecológicas

Alberta Cortés tenía desconfianza “por todos los demás que nos han defraudado y nunca regresan”

Crisóforo Cortés: “Ahora nos gustaría enseñarle a los demás que sí es posible, sí hay forma de trabajar en equipo”

Alma Espinosa y David Sandoval

Con la filosofía de apoyar el desarrollo sustentable de las familias rurales mediante la capacitación y asesoría para el uso óptimo de recursos y patrimonios naturales, materiales y humanos, la Universidad Veracruzana (UV) apoyó a los habitantes de Tlapala, municipio de Totutla, para construir un prototipo de casa de bambú.

La construcción de la vivienda y el desarrollo de otros proyectos sustentables han llevado a la comunidad universitaria y a habitantes de Tlapala a impulsar la transformación del entorno físico en que viven y modificar las relaciones interpersonales de manera positiva, al estrecharse los lazos familiares y crearse nuevas formas de comunicación y organización.

El prototipo de casa con tecnologías sustentables que pertenece al proyecto “Rancho integral agroecológico” del Grupo Los Carriles de Tlapala, Veracruz, comenzó en 2009 con la donación de un terreno de casi tres hectáreas localizado en la zona de Los Carriles, por la familia de Silvino Cortés Hernández.

Sin embargo, el trabajo conjunto de ésta y otras familias con estudiantes de las Brigadas Universitarias de Servicio Social (BUSS) e integrantes de la Dirección de Vinculación General comenzó dos años antes, cuando esta dependencia a través de su programa social Casas de la Universidad realizó un diagnóstico socioeducativo para el proyecto “Casa de la Universidad en Tlapala: Educación y desarrollo humano”.

Del diagnóstico, realizado por académicos y estudiantes de las facultades de Pedagogía y Antropología, se detectaron las necesidades educativas, sociales, culturales, económicas y de salud de los pobladores. Esto cobró mayor importancia porque Tlapala está catalogada como localidad estratégica dentro de las zonas de atención prioritaria de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol); es decir, su población registra índices de pobreza y marginación.

Los principales problemas detectados en la localidad son: el monocultivo de la caña de azúcar deteriora los suelos. Se ha creado una dependencia económica de la localidad en un sólo producto, el piloncillo, cuyos precios siempre van a la baja y se convierten en detonantes para la expulsión de miembros varones de la familia. Además de que la zona está altamente deforestada y no existe un manejo adecuado ni regulado de recursos forestales maderables.

También existen graves afectaciones a la salud y al medio ambiente por el uso de neumáticos como combustible para alimentar energéticamente los trapiches paneleros. No existe un espacio destinado para el manejo de los desechos y residuos producidos por la comunidad.

El alcoholismo, la violencia en sus distintos tipos, las infecciones de transmisión sexual, los embarazos no deseados y las enfermedades ligadas a la pobreza como desnutrición e infecciones dentarias, fueron registrados como problemáticas serias por atender.

De igual importancia son los conflictos socioeducativos registrados, como los asesinatos por riña, la desintegración familiar, y la pérdida de credibilidad en las instituciones, tradiciones e identidad cultural.

Con esta información, en 2008 con la construcción de la Casa de la Universidad en Tlapala en gestión, se creó el Plan Integral de Desarrollo Humano para la Región de Totutla, para organizar la participación de las BUSS en programas orientados a atender las necesidades registradas.

De acuerdo con el responsable de esta Casa de la Universidad, Bernabé Librado Zuvirie Vázquez, dentro del conjunto de estrategias surgió la primera acción para la construcción del proyecto del grupo Los Carriles. Silvino Cortés, campesino de la localidad y después de 30 años de trabajar en trapiches paneleros, quiso volver a los valores de antaño y procurar la autosuficiencia mediante las actividades del campo.

Sus ideas fueron apoyadas por integrantes de las BUSS y comenzaron con una primera actividad de elaboración de composta, que inicialmente encontró mucha resistencia por parte de sus familiares. No obstante, después de seis meses toda la familia ya estaba involucrada con las tareas.

De esta manera fue creciendo y fortaleciéndose el proyecto del “Rancho integral agroecológico”, cuya base es el desarrollo autosustentable para que a través de un modelo integral se minimice el impacto ambiental y se maximice el beneficio social y colectivo de las actividades de producción y comercialización de productos agropecuarios.

Las acciones estratégicas del proyecto son: generar una conciencia de respeto y valorización de la tierra; promocionar el interés por los cultivos de autoconsumo como parte de la seguridad y diversidad alimentaria; consolidar un equipo de trabajo armónico en el marco de la diversidad, el diálogo de saberes y la transdisciplina.

Promover e incentivar el interés por nuevas formas de asociación, relación con el trabajo y alternativas de producción y comercialización; y coadyuvar en el mejoramiento de los niveles de bienestar y calidad de vida de los participantes en el proyecto y sus familias.

El plan de trabajo del proyecto “Rancho integral agroecológico” incorpora una serie de subproyectos agropecuarios que incluyen el banco de semillas, huertos biointensivos y verticales, cultivo de especies para construcción, compostaje, animales de corral, conservación y regeneración de suelos.

Los subproyectos referentes a las Ecotecnologías son la construcción de viviendas ecológicas, estufas ahorradoras de leña, sanitarios ecológicos, aprovechamiento de agua pluvial y tratamiento de agua. El Productivo/comercial, es la comercialización de productos y hortalizas agroecológicas.

Para los subproyectos de Capacitación/enseñanza, se contempla la transferencia de ecotecnologías y capacitación a promotores comunitarios. Finalmente, en lo que se refiere al Desarrollo humano, se incluye la promoción de equidad de género, prevención de salud integral, fondo de ahorro y orientación psicoterapéutica.

Construcción con principios ecológicos
Bernabé Zuvirie comentó que la idea de construir con principios ecológicos surgió de la necesidad de aprovechar el bambú y construir con materiales reciclables para impactar lo menos posible el entorno natural. Para el prototipo se utilizaron las especies Bambusa oldhamii y Guadua angustifolia Kunth.

Luego de la disposición del terreno de la familia Cortés Castillo, Luis Montiel Ortiz, académico de la Facultad de Arquitectura y asesor de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, y los integrantes de la Brigada Universitaria presentaron los proyectos de construcción y de elaboración de artesanías y muebles con bambú ante la Comisión Nacional de Forestal (Conafor), instancia que los aprobó a través del Programa ProÁrbol.

Con el este apoyo y la coinversión del Grupo Los Carriles, se comenzó la construcción del prototipo de casa de bambú con tecnologías sustentables. Para ello se requirió de bajos consumos de agua y un mínimo consumo de combustibles fósiles.

De acuerdo con el informe del proyecto, el prototipo de la casa tiene como objetivo principal ser el resultado tangible de un proceso formativo y de capacitación que busca la transferencia y adopción de tecnologías de aprovechamiento de bambú en la elaboración de viviendas que cuenten con tecnologías domésticas ecológicas.

Además, que los habitantes conciban y vivan la posibilidad de realizar actividades respetuosas con el entorno para mejorar sus vidas personales, sociales y económicas teniendo al bambú como motor del desarrollo sostenible y sustentable.

Con el prototipo de casa, que se destaca de otros por sus características y dimensiones, se espera promover la capacitación en el aprovechamiento del bambú como fuente de trabajo, mejorar el manejo de recursos forestales maderables y de residuos. Además de la disponibilidad de un prototipo demostrativo, el impacto del proyecto repercutirá en toda la población de la comunidad y localidades vecinas.

Experiencia que unifica a la familia
Los miembros de la familia Cortés Castillo fueron anfitriones de la exposición final del prototipo en noviembre pasado, donde autoridades universitarias, municipales, locales y de la Conafor asistieron a la presentación del proyecto y realizaron un recorrido por la edificación.

Alberta Cortés, nieta de don Silvino, explicó a los asistentes cómo fue gestándose el proyecto, ante el cual sostenía una desconfianza inicial hacia los brigadistas universitarios, “por todos los demás que nos han defraudado y nunca regresan”.

Esta desconfianza era compartida por Crisóforo Cortés, hijo de don Silvino, quien volvió hace un año de Estados Unidos, donde trabajaba de manera ilegal y dijo: “Acá no encontraba trabajo ni había qué hacer, entonces poco a poco me fui metiendo al proyecto y al principio no sabíamos qué hacer, pero ahora nos gustaría enseñarle a los demás que sí es posible, sí hay forma de trabajar en equipo”.

Al respecto, don Silvino Cortés, responsable de la construcción, se mostró muy agradecido por el apoyo de la Dirección de Vinculación y los brigadistas de la UV, quienes desde el inicio tuvieron confianza en sus inquietudes y lo canalizaron con la Conafor.

Durante el desarrollo del proyecto los universitarios estuvieron al pendiente de las necesidades que iban surgiendo y fue mediante su intervención que poco a poco se fueron sumando los demás miembros de la familia.

En ese sentido, tanto Crisóforo como don Silvino hicieron hincapié en el aporte fundamental de los niños y las mujeres, quienes fueron cada vez más participativos en un proyecto al que inicialmente le tenían desconfianza e incluso apatía.

“Esta experiencia ha permitido unir más a la familia porque ahora comprendemos lo difícil que puede ser el trabajo en equipo, pero lo gratificante que puede ser ya que la casa es una realidad y nosotros ahora somos una familia más unida”, dijo Alberta Cortés.

Todos juntos realizaron un recorrido por la casa de dos niveles; el inferior tiene un baño y cocina que se planea sean ecológicos, y la superior está conformada por un tapanco que abarca la mitad de la planta construida. Si bien toda la estructura está hecha de bambú, los cimientos son de concreto y las paredes tienen revestimiento de cemento.

La familia de Silvino Cortés Hernández
participó activamente en la construcción

Las especies de bambú que se utilizaron fueron Bambusa oldhamii y Guadua angustifolia Kunthk

La construcción es de dos niveles; el inferior tiene un baño y cocina que se planea sean ecológicos y el segundo es un tapanco

Esta experiencia permitió unir más a la familia y realizar un trabajo en equipo donde hasta los niños participaron

A la presentación del proyecto asistieron pobladores, autoridades universitarias, municipales, locales y de la Conafor

Para la construcción se requirió de bajos consumos de agua y un mínimo consumo de combustibles fósiles