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Año 10 • No. 425 • Enero 10 de 2010 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

La gente confía en sus servicios

Vecinos de Zongolica ya hicieron suya la Casa UV de Atlahuilco

El compromiso social de la UV en esta zona es más evidente desde hace dos años, con la apertura de la quinta Casa UV

Los pobladores utilizan las instalaciones y solicitan ser atendidos con la seguridad de que sus inquietudes siempre se tomarán en cuenta

Susana Castillo Lagos

El 4 de julio de 2008 se inauguró la Casa de la Universidad Veracruzana (UV) de las Grandes Montañas, con sede en Atlahuilco, municipio de la sierra de Zongolica.

Si bien desde hace muchos años las brigadas universitarias tenían una fuerte presencia en la región, con acciones enfocadas principalmente a la promoción de la salud, la apertura de este espacio reforzó esa vocación de servicio y generó otros vínculos.

La convivencia entre los universitarios y la gente de las comunidades indígenas ha generado un sentimiento fraterno, de confianza. Los pobladores han hecho suya la Casa, utilizan sus instalaciones y solicitan ser atendidos con la seguridad de que sus inquietudes siempre serán tomadas en cuenta.

Esa percepción es posible gracias al esfuerzo y compromiso diario que desde hace más de dos años la UV ha sembrado.

Las voces de la comunidad
“No estábamos acostumbrados a tener un espacio como éste”, fue lo primero que expresó el profesor de primaria Melitón Molohua Tlaxcala, a propósito de la Casa de la UV ubicada en Atlahuilco.

Desde que abrió sus puertas, relató, ha habido una gran promoción de los servicios
que ahí se ofrecen, “y es notable la confianza que la gente tiene
en ellos”.

Para atender los problemas de salud antes acudían a instituciones federales o estatales. Ahora las personas ven a este espacio universitario como una opción más cercana a ellas, por el trato que reciben.

Melitón calificó como “algo bueno” que además haya actividades enfocadas a los niños, por ejemplo los cursos de verano: “Estoy muy agradecido con la Universidad Veracruzana por haber puesto sus ojos en este lugar; como padres de familia debemos acercarnos para motivar a nuestros hijos para que más adelante sean parte de esta institución”.
Rosa Isela Xicalhua vive en la comunidad de Cuahtlamanca, tiene 18 años y es visitante asidua de la Casa desde que ésta se inauguró. “Nos llevamos muy bien con los brigadistas, cuando venimos a consulta o a hacer algún trabajo en el centro de cómputo nos tratan bien”.

Platicó que este espacio es útil para la comunidad pues reciben, sin ningún costo, el apoyo que buscan: “Yo antes estudiaba y si necesitaba hacer un trabajo en computadora aquí me la prestaban sin cobrarme nada”.

Caminando, comentó, el ciber más cercano está a más de 20 minutos de su casa y “ahí se tiene que pagar por hora”.
A María Fernanda Luna Nicolás también le llaman la atención las computadoras y ha sido alumna de los cursos que se imparten aquí. Sobre el trabajo de los brigadistas, comentó: “Curan a las personas que vienen, o las ayudan si tienen algún problema”.

Su hermana Zully, de seis años, mencionó que durante el curso de verano de 2009 se enteró que podía solicitar una consulta odontológica: “Me han curado las muelas y me hicieron un aparatito para los dientes. Los doctores se han portado bien conmigo y lo que me han hecho me ha ayudado mucho”.

Una gran experiencia
Para Selene Caro Castillo, coordinadora de la Casa, el reconocimiento que la gente ha otorgado a la UV depende únicamente de la calidad del trabajo realizado por los brigadistas.

De julio de 2008 a la fecha, la Casa UV de Atlahuilco lleva registradas más de 30 mil intervenciones (consultas, curaciones, atención de urgencias, pláticas impartidas, visitas a escuelas, etcétera).

La mayor incidencia es de gente que proviene de lugares cercanos, y que además han atendido a vecinos de Tehuipanco, Xoxocotla, Tequila, Tlaquilpa y Astacinga, por ejemplo.

“No somos solamente un espacio que está en una de las comunidades del municipio de Atlahuilco. La cobertura y los servicios se ofrecen a toda la región. La respuesta se ve cuando personas de otros municipios de la sierra nos visitan solicitando algún apoyo.”

A la par de estos servicios, ofrecen momentos de esparcimiento y aprendizaje a los niños, a través de los cursos de verano.

La Coordinadora informó que permanentemente hay siete habitantes en la Casa, quienes son pasantes o estudiantes de diferentes licenciaturas de la UV que realizan su servicio social en esta zona.

A ellos se suman una maestra encargada del centro de cómputo y estudiantes de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), y de la Facultad de Agronomía, estos últimos becados por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).

La Casa cuenta con un área de rehabilitación física, un laboratorio de análisis clínicos, un espacio de nutrición, así como con consultorios para odontología, medicina, enfermería, trabajo social y psicología, al igual que con una cocina-comedor y recámaras.

El laboratorio de análisis clínicos es el más demandado. Diariamente la gente acude para solicitar pruebas de embarazo, glucosa, colesterol y exámenes generales de orina, entre otros.

“Este tipo de espacios fortalecen los conocimientos académicos, te hacen un mejor profesionista y un mejor ser humano. En lo personal he aprendido con todos los universitarios que han realizado su servicio social.”

Algo que nunca dejará de sorprenderla, compartió, es que conforme pasa el tiempo se vuelven más sensibles a las necesidades de la gente y crean un lazo muy cercano con la comunidad, al grado de que “al finalizar su estancia es inevitable que la mayoría se vaya con lágrimas en los ojos”.

Más allá de lo profesional
Hacer su servicio social en las Casas de la UV significa para los universitarios una experiencia de vida.

Así piensa Griselda Pineda Juárez, quien es originaria de Amatlán de los Reyes y estudió en la Facultad de Enfermería del campus Córdoba-Orizaba. Ella comenzó su servicio social en una brigada en Los Reyes, comunidad ubicada en la sierra de Zongolica.

En la Casa de la UV de Atlahuilco lleva cuatro meses y está por concluir su servicio social: “Es muy agradable compartir lo que sabes con las personas, sobre todo cuando sabes que les vas a ayudar. Lo más mínimo que hagas por ellas te lo agradecen de una manera muy bonita y significativa”.

No muchos se atreven a venir acá porque implica sacrificar comodidades, dejar de ver a su familia o a sus amigos, “pero ganas un gran aprendizaje, me voy muy contenta”.

Yanet Juárez Vázquez es del puerto de Veracruz, donde estudió la Licenciatura en Enfermería. El próximo 2 de septiembre cumplirá un año en Atlahuilco. “El aprendizaje que he obtenido es el mejor. El día que me vaya de aquí voy a llorar, pues definitivamente creas lazos tanto con la gente del lugar como con los compañeros; esta experiencia ha sido, hasta ahora, la mejor de mi vida”.

Por su parte, Carolina Prieto Martínez opinó que las Casas de la Universidad son el sitio ideal para realizar tareas vinculadas con la promoción de la salud, y, además, experimentar situaciones poco comunes.

Relató que en alguna ocasión le tocó atender a una paciente que llegó por casualidad, quejándose del mal servicio que le habían dado en otra parte: “La escuché, le receté un tratamiento y me dijo que estaba contenta con la consulta. A los pocos días regresó aproximadamente a la una de la madrugada, pidiéndome que le ayudara a curar a su hija, que venía muy mal”.

La atendió apoyada por su compañera Griselda y todo salió bien, así que “a los pocos días la señora regresó para invitarnos a la graduación de su niña, que salía de la primaria”.

Vianey Araceli Reyes Torres estudió en la Facultad de Odontología de Minatitlán, y desde que era estudiante quería hacer su servicio social “en un lugar donde pudiera brindar ayuda, servir a comunidades donde sí lo necesitaran”.

Ella lleva casi un año en Atlahuilco, está por finalizar su estancia y está convencida de que su objetivo inicial, de brindar apoyo a gente que realmente lo necesitara, está cumplido.

Las universitarias coincidieron en que su trabajo ha sido valorado, pero más allá del reconocimiento está la confianza que las personas han depositado en ellas.


El área de enfermería es una de las más demandadas

Selene Caro

Yanet Juárez Vázquez

Griselda Pineda Juárez

Carolina Prieto Martínez

A la par, aprendieron a trabajar en equipo sin importar las diferencias que pudieran presentarse por la convivencia cotidiana: “Algo que nuestra Coordinadora siempre ha fomentado es que seamos responsables, y que antes de todo lo demás está nuestro compromiso con la comunidad”.

Visión institucional
Atlahuilco está ubicado en la sierra de Zongolica, a mil 760 metros de altura sobre el nivel del mar. Además, está considerado uno de los15 municipios más pobres de Veracruz, según la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Uno de los principales objetivos de las Casas de la Universidad es detonar el desarrollo humano e impulsar proyectos comunitarios. Es por ello que Beatriz Rodríguez Villafuerte, vicerrectora del campus Córdoba-Orizaba, piensa que la presencia de este espacio universitario en una zona indígena es fortuita.

“Desde hace muchos años, la institución se ha caracterizado por realizar trabajo comunitario a través de los brigadistas universitarios. Su presencia se sentía y se conocía por las labores que realizaban los alumnos de diferentes facultades, que han estado siempre con esa preocupación e interés de prestar atención a las necesidades de la comunidad.”

Con el establecimiento de las Casas, añadió, la UV marcó un hito importante, es un parteaguas de lo que significa el servicio social para las universidades.

“Las Casas facilitan mucho la interacción y el acercamiento entre los habitantes de la comunidad y los universitarios. Adicionalmente permite que nuestros estudiantes tengan una experiencia no sólo profesional sino personal, al venirse a vivir aquí.”

Lo anterior, señaló, va más allá de una experiencia educativa –como lo es el servicio social–, pues los habitantes identifican con gran respeto y cariño a la UV: “La ven como una aliada, como un espacio que abre las puertas a toda la comunidad”.

Contacto
Aquellos universitarios interesados en prestar su servicio social en la Casa de la UV Atlahuilco pueden solicitar información en la Dirección de Vinculación General, o bien escribir un correo electrónico dirigido a Selene Caro, explicando qué trabajo les gustaría desarrollar aquí (casa_uv_atlahuilco@hotmail.com o scaro@uv.mx).


Los brigadistas con la vicerrectora Beatriz Rodríguez Villafuerte

La presencia de la UV se extiende a toda la sierra de Zongolica a través de sus brigadas

En sus instalaciones se realizan cursos de verano