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Año 10 • No. 426 • Enero 17 de 2010 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

En colaboración con científicos cubanos

UV apuesta a la investigación
con células madre

Por su capacidad reparadora, exploran su potencial en el tratamiento de pacientes con enfermedades neurodegenerativas, tales como Alzheimer y Parkinson

La UV es la primera universidad pública en México que da un paso al frente en el estudio de las células madre con fines terapéuticos: Díaz del Guante

Este convenio de colaboración podría transformarse en un proyecto
o programa para resolver este problema de salud pública: Ciren

Susana Castillo Lagos

Una célula madre es capaz de generar diferentes tipos celulares, lo que se traduce en la regeneración natural de distintos tejidos del ser humano desde que éste es un embrión.

A lo largo de su vida una persona tiene la oportunidad de comprobar lo anterior. Por ejemplo, cuando por accidente se corta la piel, rápidamente inicia un proceso de regeneración celular: primero habrá una costra y después, piel nueva.

Lo mismo pasa cuando se expone durante periodos prolongados al sol. Al quemarse, la piel tenderá a desprenderse para dejar al descubierto una nueva capa. Algo similar pasa en las córneas, el epitelio intestinal, el hígado y la médula ósea, zonas donde constantemente se están generando nuevas células.

Con la premisa de que si esto sucede en el organismo de manera natural también puede aplicarse a tejidos enfermos, científicos e investigadores de la Universidad Veracruzana (UV) y del Centro Internacional de Restauración Neurológica (Ciren) promueven el estudio de las células madre aplicadas a la neurología restaurativa.

A la fecha, la UV ha sido sede de dos cursos donde además de adentrarse en dicha línea de investigación los participantes tienen la oportunidad de estar en un laboratorio en el que trabajan y observan, vía microscopio, esta clase de células.

Esperanza para el futuro
Lázaro Álvarez González, médico neurólogo e investigador del Ciren, asegura que la medicina regenerativa, sobre todo la que está basada en células madre, es una de las principales estrategias terapéuticas del futuro.

“Es un hecho conocido la posibilidad de utilizar este mecanismo natural de regeneración del organismo para restaurar lesiones cerebrales y recuperar funciones en pacientes con algún trastorno neurológico”, expresó.

En su opinión, la neurodiscapacidad es uno de los problemas de salud más graves a nivel mundial: más de 10 por ciento de la población lo enfrenta actualmente.

El especialista, quien ha sido galardonado con el Premio Nacional de Ciencia por la Academia de Investigación Científica Cubana, aseguró que en un gran porcentaje de casos la discapacidad es totalmente invalidante: hay una lesión permanente que representa un déficit de por vida.

“Los costos de atención son enormes y el sufrimiento humano –que es lo más importante– es mayor”, dijo.


Lázaro Álvarez

De ahí la importancia de explorar nuevos métodos terapéuticos para aliviar esa discapacidad, sea para revertir o modificar el curso de enfermedades degenerativas o para devolver capacidad funcional a pacientes con secuelas neurológicas.

Ante el nuevo panorama que las células madre ofrecen, Álvarez piensa que “es una obligación moral de los profesionales de este campo investigar al respecto, pues es una posibilidad que existe hace poco tiempo”.

En el Ciren, explicó, se trabaja en un programa nacional de utilización y evaluación de células madre. En este centro, continuó, él se dedica a la aplicación neurológica desde hace 10 años.

Convenio con la UV
En 2009, la UV y el Ciren llevaron a cabo un primer curso que tuvo como línea de investigación las células madre desde una perspectiva teórica. En octubre de 2010 se realizó el segundo, donde se actualizó la información sobre el tema, se estimuló el desarrollo de esta clase de estudios y se hicieron visitas al laboratorio de cultivo celular de la UV.

Lázaro Álvarez González mencionó: “En la Universidad Veracruzana hemos encontrado una buena recepción de nuestros estudios, pues sus investigadores también han desarrollado el tema; tienen un excelente laboratorio de cultivo en el Instituto de Investigaciones Médico Biológicas, tiene profesionales que han estado entrenando con nosotros y que tienen un amplio desarrollo”.

Tal es el caso del especialista Miguel Ángel León Díaz del Guante, del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UV, quien ha hecho estancias en el Ciren estudiando qué posibilidades hay de implantar células madre en zonas del cerebro dañadas por enfermedades neurodegenerativas.



Ivette Fernández
“Éste es el primer curso en el que una universidad pública pone un paso al frente, planteando que las células madre tienen un gran potencial terapéutico para las enfermedades del cerebro”, indicó el universitario.

Recordó que los tratamientos que existen en la actualidad son sintomáticos y hay otros que a la larga producen efectos secundarios, empeorando la enfermedad: “La ciencia médica global aún no tiene tratamientos seguros; proliferan clínicas que ofrecen tratamientos con células madre y no cuentan con ningún soporte metodológico ni científico; existe el riesgo de que produzcan daños irreversibles al paciente, como cáncer”.

Díaz del Guante aseguró que en México están en proceso los primeros trabajos con células madre aplicadas a la neurología restaurativa, ya que si bien en el país existen excelentes universidades y laboratorios, son pocas las líneas de investigación en la materia.

Este intercambio académico y científico entre México y Cuba es posible gracias al convenio que existe entre la UV y el Ciren: “Nosotros somos los artífices de que se estén alentando cursos e investigaciones vinculados con el uso de células madre”.

Sin dicha colaboración, aseguró, serían menos los avances en ese tipo de estudios, de ahí que sea importante que tengan continuidad y sean respaldados a mayor escala.

En ello coincidió la investigadora del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana, Caridad Ivette Fernández: “Es necesario verlo como un proyecto o programa de salud, que aumentaría la calidad de vida de quienes padecen enfermedades neurodegenerativas”.

Fernández también colabora en el Ciren como especialista del grupo de envejecimiento cerebral y enfermedad de Alzheimer, enfocado en estudios preclínicos de esta neuropatología: “El tema tiene una repercusión social y clínica muy importante, por ello debe ser objeto del interés de los científicos, médicos, instituciones y gobierno”.

México avejentado
A partir de 1980, la curva demográfica en México se caracteriza porque hay menos nacimientos y la esperanza de vida va en aumento.

Datos del Instituto Nacional para los Adultos Mayores (Inapam) revelan que en el país diariamente 799 personas cumplen 60 años. A partir de esa edad son considerados adultos mayores.

El Consejo Nacional de la Población (Conapo) estima que para el año 2050 uno de cada cuatro mexicanos entrará en dicha categoría (33.5 millones de personas, aproximadamente).

Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadi) de 2009 –realizada por Conapo–, en Veracruz uno de cada 10 habitantes tiene más de 60 años.

También da cuenta de que la entidad concentra el 11.4 por ciento de los adultos mayores de México (a nivel nacional son 10.8 millones, calcula el Inapam): “Entre 1990 y 2009, la proporción de la población de adultos mayores de Veracruz se ha incrementado, pasó de 6.2 a 11.4 por ciento en ese lapso. A nivel nacional, en el mismo periodo, el aumento fue de 6.2 a 9.9 por ciento”.

Alzheimer
Trastorno degenerativo, progresivo e irreversible de la corteza cerebral. La pérdida gradual de neuronas cerebrales provoca deterioro de la memoria, pensamiento y conducta. Se presenta principalmente en personas de la tercera edad.
Parkinson
Daño neurológico a nivel cerebral, generado por el deterioro de las células que permiten a las personas ser conscientes de sus movimientos.

En lo concerniente a las enfermedades neurodegenerativas, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 (Enasut) reportó que 93 mil personas con más de 60 años tenían algún tipo de discapacidad, y que la edad y la morbilidad eran las principales causas de discapacidad entre ese sector poblacional.

En todo el mundo, las enfermedades neurodegenerativas más comunes en los adultos mayores son Alzheimer y Parkinson, en ese orden de importancia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que existen más de 20 millones de personas con Alzheimer, y que el cinco por ciento de quienes tienen más de 65 años son susceptibles de padecerla.

Otro trastorno que no sólo aqueja a los adultos mayores es el Parkinson; a nivel internacional, según la OMS, afecta a 40 millones de personas.

Para México las cifras más actuales sobre su incidencia datan de 1997 y, de acuerdo con éstas, 50 de cada 100 mil habitantes viven con este mal.

El Censo de Población y Vivienda 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que Veracruz tiene siete millones 638 mil 378 habitantes.

De esa cifra, según Lázaro Álvarez, “más de 60 mil personas podrían estar afectadas por una enfermedad neurodegenerativa, 35 mil de Alzheimer, 15 mil de Parkinson y el resto con otro tipo de desórdenes cognitivos”.

Al desconocer sus causas, este tipo de enfermedades no pueden prevenirse.



Enrique Juárez Aguilar
Resultados a la fecha
Enrique Juárez Aguilar, responsable del laboratorio de cultivo celular del Instituto de Ciencias de la Salud de la UV, relató que es común que al hablar de células madre la gente piense que es “una medicina que puede resolver todos los problemas”.

La realidad no coincide con las expectativas, pues aún no está totalmente demostrado que las células madre pueden curar el cáncer o la diabetes, incluso el Alzheimer y el Parkinson.

“Hay intentos, hay estudios clínicos en los que se están trasplantando las células y se están viendo algunos resultados. La mayoría de estos experimentos se realizan en animales y los resultados pueden ser promisorios para el tratamiento en pacientes pero todavía no damos ese paso ni hay un protocolo bien establecido que nos diga ‘con este tratamiento se va a quitar esta enfermedad’, no lo podemos asegurar.”

Sin embargo, Lázaro Álvarez puntualizó: “A lo que parece que nos estamos aproximando es a modificar la velocidad de progresión de la enfermedad, modificar el patrón normal de evolución de la enfermedad, hacerlo más lento y quizá postergar un poco el inicio de los síntomas”.

El médico cubano sostuvo que al ser enfermedades que aparecen con más frecuencia después de los 60 años, si se lograra retrasar su comienzo y hacer más lenta su evolución, no causarían tanta discapacidad y la calidad de vida de los pacientes aumentaría.

Actualmente la aplicación de las células madre para este tipo de padecimientos está en fase experimental; hay estudios avanzados en modelos clínicos y empiezan los primeros estudios piloto en seres humanos, pero pasarán de dos a tres años para que sean ensayos clínicos diseñados adecuadamente: “Que demuestren, primero, que son seguros y, segundo, que son eficaces y capaces de modificar el rumbo de la enfermedad”.

Ivette Fernández agregó que la neuro-rehabilitación es un proceso integral multidisciplinario: hacer ejercicio, llevar un estilo de vida saludable, tener un ambiente enriquecido social y emocionalmente en el que se promueva su integración a diferentes actividades, pueden modificar notablemente la vida de pacientes con Alzheimer y Parkinson.

“Hemos descubierto que la mayor parte de los mecanismos que subyacen a todo este efecto favorable –con diferentes técnicas de estimulación física, rehabilitación cognitiva, una programación de actividades en términos de que aprenda a vivir con éxito con la enfermedad– estaba en las células madre, mediando directa o indirectamente con su presencia la reactivación de estos procesos”, describió.



Miguel Ángel León Díaz del Guante

Añadió que “hay una fuente autónoma, propia del individuo, que nada más se trata de conocer e investigar, para que éstas fuentes de células en el cerebro y fuera del cerebro sean estimuladas y promuevan la recuperación del paciente”.
Como ejemplo señaló que hay casos en los que “un paciente con un accidente vascular encefálico y sin haber sido atendido con fármacos que inducen neuroprotección y demás hay una recuperación espontánea”.

Ésta obedece a que las áreas de penumbra que rodean al área afectada empiezan a recibir de manera ágil células madre que migran de diferentes partes del cuerpo, no solamente del cerebro: “Esto que pareciera ficción está sustentado en ensayos clínicos”.La UV y el Ciren tienen un convenio de colaboración en el que se han enmarcado los cursos impartidos en 2009 y 2010. Para Fernández, ambas experiencias han demostrado que es posible organizar un programa o proyecto dirigido a resolver un problema de salud que afecta a cientos de personas, “para quienes la vida ya no tiene la misma luz de antes”.