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Año 10 • No. 427 • Enero 24 de 2010 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Coinciden científicos

El tabaquismo es una epidemia mundial

El tabaco es más adictivo que cualquier droga
legal e ilegal pero no se le pone igual atención

En la UV, las áreas académicas que más fumadores tienen
son Artes, Biológico-Agropecuaria y Humanidades

Durante años, el tabaquismo se ha tratado de combatir desde diferentes frentes: además de hablar del mal aliento y la desmejora física se ha resaltado el daño que provoca en la salud del fumador y de su familia. Recientemente se ha atacado desde el factor económico con la expectativa de que si se eleva el precio del tabaco se consuma en menor medida.

Sin importar lo anterior y que se reitere que el tabaco es la segunda causal de muerte en el mundo, las estadísticas siguen registrando el consumo frecuente y la edad de inicio aún más temprana. Las cajetillas con advertencias e imágenes de fetos muertos y niños sufriendo a los fumadores no interesan, mientras que a los no fumadores les impactan.

Debido a que la población joven tiene un registro alto de consumo, investigadores del Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana (UV) realizaron un amplio estudio para conocer las costumbres de los jóvenes inscritos en esta institución.

Enrique Alejandro Colar Gómez y Cecilia Sofía Cortés Salazar son autores del libro Tabaquismo en la comunidad estudiantil universitaria. Estudio de prevalencia y nivel de adicción en la Universidad Veracruzana, publicado bajo el cobijo de la Colección Biblioteca de la Editorial de la UV.

Este libro es pionero en nuestro país y marca una pauta importante en Latinoamérica, pues no se había realizado un estudio tan amplio que abarcara la población universitaria de todos los campus de una casa de estudios tan grande y diversa como la Veracruzana.

De acuerdo con Enrique Colar, el tabaco es una epidemia mundial y es más adictivo que cualquier droga legal e ilegal, pero no se le pone igual atención. Muestra de ello es que en el mundo mueren cinco millones de personas al año y México gasta millones de pesos en la atención a las enfermedades relacionadas con el tabaquismo.



Portada del estudio elaborado por
integrantes del Instituto de Salud
Pública de la UV
El investigador comentó que el tabaquismo es un veneno que resta de 15 a 25 años de vida a los fumadores, que es evidente en su apariencia física. Además de que se ha detectado que genera más de 50 cancerígenos relacionados. Éstos no se presentan inmediatamente, sino que tardan 30 años en aparecer, por lo cual en plena madurez se tienen enfermedades como enfisemas, problemas circulatorios e infartos al miocardio.

Respecto a algunos datos arrojados en la encuesta, casi la totalidad de los estudiantes entrevistados saben que el tabaco provoca serios problemas de salud. El investigador informó que se cuestionó a 11 mil 88 de 43 mil jóvenes de licenciatura de los cinco campus universitarios del sistema escolarizado y de Enseñanza Abierta (SEA).

Enfatizó la seriedad del problema en los jóvenes, pues se registró que de los estudiantes de nuevo ingreso el 13 por ciento fumaba y al compararlo con la matrícula de egreso, el porcentaje se elevaba a 23 por ciento, por lo que hay un incremento alarmante durante su estancia en la Universidad.

Entre las causales de esta situación está la presión que ejerce la industria tabacalera, la cual ya tiene como público meta a las mujeres, pues los varones ya alcanzaron el nivel máximo estimado por dicha industria. Por ello, ya se contemplan medidas en el plano nacional para disminuir el consumo del tabaco, como incrementar el precio de la cajetilla por lo menos 14 pesos.

Aunado a lo anterior, es fundamental que se realicen acciones encaminadas a apoyar a través de clínicas de tabaquismo a los fumadores que quieren dejar de serlo, pero que no tienen el apoyo o no saben cómo hacerlo.

Esto se reforzará con la implantación de medidas para hacer valer la ley que protege los espacios libres de humo y, por ende, a los fumadores involuntarios. De esta forma la UV se convertirá en una universidad saludable.

Colar Gómez aseguró que las adicciones no se combaten con armas y docenas de muertos, sino con información y atención preventiva de profesionales de la salud con experiencia. Asimismo, debe promoverse el respeto de los fumadores por las personas que están a su alrededor, pues la adicción también daña seriamente su salud.

Universidad saludable
En la búsqueda de convertir a nuestra casa de estudios en una universidad saludable, se realizó el estudio que enfatiza el problema del consumo y describe que el tabaco está arraigado por las barreras que parecen infranqueables, pero no imposibles de superar, como son: reconocer a la nicotina como una droga, al cigarrillo como un instrumento de dosificación de nicotina, y que las tabacaleras con fines comerciales usan abundantes recursos económicos.

Dichos recursos son utilizados con “astucia y trampa en propaganda engañosa para atraer a nuevos clientes como reemplazo de los muchos que mueren prematuramente por las complicaciones relacionadas con la adicción, así como a los pocos que pueden dejar de fumar, centrando su atención en las niñas, los niños y los adolescentes”, se lee en el estudio.

En México, la población de entre 15 y 29 años representa 29.5 por ciento del total de habitantes y es justo en este periodo, de acuerdo con el investigador, que los individuos refuerzan su identidad, se integran socialmente, establecen relaciones de amistad y sientan las bases de su futuro, incluida su salud, a través de educación, actitudes y hábitos.

No obstante que los jóvenes serán en el futuro inmediato el sostén de niños y ancianos, son el objetivo central de las campañas de promoción de las tabacaleras. Según la “Encuesta sobre tabaquismo en jóvenes” de R. Valdés-Salgado y otros investigadores, los jóvenes inician el consumo de cigarrillos cada vez a edades más tempranas. Un alto porcentaje declara haber iniciado entre los 12 y 18 años o incluso antes, a pesar de estar prohibida la venta o suministro de tabaco a menores de edad.

En nuestro país, y específicamente en nuestro estado, existe una normativa para proteger la salud de las personas no fumadoras como lo es la Ley de Protección de No Fumadores para el Estado de Veracruz, publicada en noviembre de 2007. Entre las prohibiciones está la de fumar en escuelas de educación superior, salvo en las áreas designadas para ello.

Cierto es que a tres años de creada, esta medida no ha sido acatada por el total de la comunidad; sin embargo, ya hay notables intentos de universitarios por crear edificios libres de humo, como lo es la Facultad de Psicología-Xalapa y el propio Instituto de Salud Pública.

Detalles del estudio
De acuerdo con el estudio, de la muestra conformada por 11 mil 88 alumnos se detectó que el 23 por ciento es fumador activo, 35 por ciento ha probado el tabaco, igual porcentaje no fuma y siete por ciento es fumador en abstinencia.

El 70 por ciento del nivel escolarizado declaró que fuma en el salón de clases, mientras que del SEA es el 50 por ciento. En el primer caso, se registró que la tendencia a fumar se incrementa conforme avanzan los semestres, y en el caso de los estudiantes del SEA no mostraron ningún patrón definido. No obstante, la tendencia general es de aumento

La prevalencia de tabaquismo es diferente para cada área académica; en orden descendiente está en primer lugar Artes, donde 41.1 por ciento de los alumnos son fumadores activos; le sigue Biológico-Agropecuaria, con 31.7 por ciento; Humanidades, con 23.6 por ciento; Técnica, con 22.7 por ciento; Ciencias de la Salud, con 22.2 por ciento, y finalmente Económico-Administrativa, con 19.3 por ciento.

Las razones por las que los encuestados dijeron fumar son: por curiosidad, porque los amigos lo hacen y para tranquilizarse. La mayoría de los fumadores activos declaró fumar menos de cinco cigarrillos al día. En cuanto al tiempo que llevan fumando, el 37 por ciento dijo tener entre tres y cinco años, 34 por ciento menos de dos años, 23 por ciento entre seis y 10 años y siete por ciento más de 10 años.

En la encuesta se incluyeron preguntas sobre el deseo de dejar de fumar y se encontró que el 64 por ciento contestó de manera afirmativa. Los ex fumadores declararon como motivación principal los riesgos en la salud, el ahorro de dinero y la práctica de algún deporte.

En relación con el tabaquismo involuntario, el estudio reveló que el 57 por ciento de los alumnos que no son fumadores activos están expuestos al humo de tabaco ajeno en lugares cerrados. Asimismo, se les invitó a formular propuestas para reducir el consumo y entre las más mencionadas se encontró la realización de campañas preventivas en la UV, ofrecer ayuda personalizada, orientación a fumadores activos, hacer cumplir la ley y que se instauren multas a quienes fuman donde no se permite.

Con base en los datos recabados los autores identificaron que “los estudiantes tienen información acerca de los daños; no obstante, necesitan una disposición al cambio y que se les ayude a desarrollar la habilidad de aplicarse a sí mismos el conocimiento adquirido a nivel superior para reducir factores de riesgo”.

De esta manera se evidenció “la urgente necesidad de buscar la salud integral tanto de los estudiantes como de la población en general, tratando la problemática relacionada con el tabaco no sólo desde el punto de vista del tratamiento médico sino desde ámbitos más amplios como el de la legislación.

”No obstante, estamos conscientes que la ofensiva de la industria tabacalera en contra de la salud es implacable, por lo que se requieren esfuerzos unidos tanto a nivel individual como colectivo para no permitir que siga enriqueciéndose a costa de nuestra salud”.

Enrique Colar y Cecilia Cortés consideran que el estudio del tabaco y su relación con el ser humano requiere de continuidad para tener éxito en la lucha. Al observar la magnitud de la situación, indican que se debe reflexionar que cada fumador requiere atención personalizada y de profesionales en pro de su salud física, mental y emocional.