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Año 11 • No. 430 • Febrero 14 de 2011 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Más allá de enseñanzas técnicas y musicales

La soprano Mónica Chávez
dio una lección de vida

Una de las voces mexicanas más destacadas del ámbito operístico internacional impartió clase magistral en la Facultad de Música

Marcelo Sánchez Cruz

Mónica Guillén Chávez, una de las máximas figuras del arte lírico mexicano actual, hizo un viaje especial a la ciudad de Xalapa para impartir una clase maestra a los alumnos de la Licenciatura en Canto, invitada por la maestra Guadalupe Colorado.

En el auditorio de la Facultad de Música, el pasado 7 de febrero, 20 jóvenes ocupaban las butacas, escuchando atentos a Mónica Chávez, soprano radicada en Viena que estelarizó como Leonora en la temporada del Fidelio de Beethoven con la que se reinauguró el Palacio de Bellas Artes junto al también internacional tenor Francisco Araiza, quien impartía el final de su clase desde abajo del escenario.

Ataviada con una gabardina plástica que cubría un vestido negro, el cabello largo recogido detrás de la cabeza, con una expresión afable, la internacional soprano respondía las preguntas de los alumnos.

“Cantar es emoción y placer, por eso en esta carrera tenemos que amar y cantar; amar el aprender otro idioma; apasionarnos al pasar horas de práctica para mejorar la voz, para desarrollar la respiración, para crear una técnica y un estilo; el amor a la carrera implica encontrar placer en los ensayos, las repeticiones, las horas de aprendizaje, eso es tener pasión por el canto”, dijo a los jóvenes.

Una chica de la audiencia le solicitó, con gran familiaridad, un ejercicio para mejorar la respiración. La respuesta de la maestra Chávez fue de una humildad impresionante, de la que se componen los verdaderos grandes del arte:
“Si quieres, si quieren, al rato pasan uno por uno y les explico un ejercicio que a mí me funcionó, que es el de respirar y abrir las costillas, dejando salir el aire en un shhhhh, con lo que se puede durar hasta dos minutos, con la costilla abierta; se que suena mucho, pero empiezas por 30 segundos y vas poco a poco ejercitando, 40, 50, un minuto, minuto y medio, al rato lo hacemos todos”, fue su respuesta.

En ese momento, cualquier concepción previa a una diva de la ópera internacional impartiendo una clase magistral, distante de su audiencia, simplemente desapareció. Mónica Chávez se presentaba como un ser humano cálido, cordial y extremadamente atento, dispuesta a no dejar una sola duda en la cabeza de quienes se dieron cita a escucharla ese día de asueto y, así, siguió contestando.

La madre de un joven de 11 años preguntó a Mónica sobre la edad en que un niño puede empezar a prepararse, y la respuesta también planteó una perspectiva interesante para los alumnos presentes.

“A los 11 años la voz necesita madurar, se puede empezar, claro, pero, más que la edad, es importante conseguir un buen maestro, capaz de guiar el desarrollo del instrumento sin lastimar, y también debe considerar que si es un niño, es mejor estudie con un maestro varón.

”No es que como mujeres no podamos enseñar a los hombres, no va por ahí, simplemente para explicar una frase: la cantas. Y tu alumno por intuición, la imita, y por eso se dan errores, pues cada tonalidad de voz se desempeña diferente.

”Sin embargo, el asunto es, como dije en un principio, encontrar un buen profesor, porque de nada sirve que un alumno varón estudie con un maestro varón si éste no sabe enseñar, son muchas cuestiones a considerar”, puntualizó.

Una estudiante del ciclo preparatorio le pidió una recomendación sobre la elección de repertorio; la respuesta de Mónica, de nuevo, honesta y franca, demostró que los grandes saben compartir su conocimiento, ayudando a los demás.

“Para los que inician, una recomendación saludable es que no se metan con cosas tan dramáticas y tan difíciles, para eso hay antologías pensadas para cantar cosas que resuelvan problemas técnicos, porque leer, todos sabemos leer y hacer coloraturas, eso es ya lo de menos”, expresó.

Ahondando en el tema, aseveró que los jóvenes deben prestar atención a todo el registro de su voz, y apoyados en el trabajo presentado en una antología podrán desarrollar su capacidad de una forma estructurada.

“Alguien hace rato cantó una voce poco fa, no lo hizo mal, pero hay fallas en los registros medios. Las antologías preparan a trabajar primero los graves, después la voz intermedia y luego los agudos, y debemos poner atención en ello, pues en las voces lo normal es que si hay un buen grave, hay un buen agudo. Al revés, no necesariamente un buen agudo no garantiza un buen grave, por eso debemos cuidar todo nuestro rango”, comentó.

Las preguntas continuaban por los jóvenes que entusiasmados por la afable actitud de la soprano expresaban abiertamente sus dudas e inquietudes, y Mónica Chávez, quien ha forjado su vida profesional como ejecutante, siguió respondiendo.

Siguieron preguntas como en cuáles escuelas continuar los estudios de canto, cómo encontrar un maestro o un coach adecuado, qué pasos seguir para buscar una carrera en el extranjero. A todas estas cuestiones, la respuesta de Mónica podría resumirse en una idea: buscar una escuela que les permita crecer como músicos y, lo más importante, como seres humanos.

“Convertirse en cantante es un proceso largo y personal, creo que sí es importante salir al extranjero, porque ayuda a madurar, no sólo como intérprete; la vida es diferente cuando estás a 15 horas en avión de tu casa y te las tienes que arreglar solo ante el mundo. Claro, se debe conocer al menos el idioma y estar seguro de que habrá buen entendimiento con el maestro que se ha escogido, pero lo más importante es aprender a ver la vida no con ojos de aventura, sino de oportunidad”, expresó.

El tiempo seguía corriendo; cerca de las ocho y media Mónica Chávez contó algunas anécdotas personales que la podrían hacer parecer un ser excepcional: fue una de los 12 aceptados de entre más de 150 aspirantes a la Universidad de Viena; desde sus inicios sólo ha interpretado roles titulares; haber ganado un par de los más relevantes concursos en Europa, y aseveró que por muy destacado que suene, todo lo anterior está al alcance de quien lo desee lograr.

“Es cuestión de voluntad, trabajo dedicación y optimismo, creo que lo importante es no dar una buena cara porque sí, sino por estar convencido de que lo que uno hace vale, y uno lo ofrece como lo mejor que tiene; claro, cada quien habla de la feria como le va en ella, pero esta carrera es hermosa si uno le tiene amor, dedicación y constancia.”

Eran casi cuarto para las nueve de la noche, Mónica concluyó la clase, pidió una foto con todos los asistentes antes de pasar a las entrevistas, una cámara de televisión también la esperaba y solicitó entrevistarla primero, pues querían pasar el material en el noticiero de esa misma noche.

Las preguntas de la reportera se enfocaron en la trayectoria personal de la cantante, sus estudios y sus recientes presentaciones, las respuestas de Mónica de nuevo muestran su forma de ver la vida: salir adelante mediante esfuerzo, pasión y amor a la música y al canto.

Uno de los alumnos se le acercó y le preguntó cómo ejercitarse para ampliar su rango vocal, la respuesta también pareció un consejo válido para todos los estudiantes de artes y música; es más, para todo estudiante.

“Cuando tengas una duda, la que sea, pregúntale a tu maestro, se tiene que lograr una conexión y hacer un esfuerzo mutuo para conocerse; en el canto la relación con el maestro es tan importante como con una pareja, y eso sólo lo vas a lograr preguntando, el maestro debe estar muy cerca de ti, con una química en la que entienda tus necesidades y tú puedas comprender sus recomendaciones cada vez mejor, más profundamente”, le dijo.

Después de casi una hora de escucharla y de haber conocido su forma de pensar y las recomendaciones que tenía para los jóvenes, cambió la perspectiva de lo que el reportero planeó preguntar. La primera pregunta fue directamente personal: Se tiene la percepción popular de que las cantantes de ópera tienden a mantener un estatus de superioridad, ¿cómo hace una auténtica diva de la ópera internacional para mantenerse con los dos pies en el suelo y ser un ser humano así de sencillo y accesible?

“Creo que cuando algo te cuesta, lo valoras más. Sí, tu esfuerzo, interés y dedicación te van a llevar a donde quieras, pero no es un logro personal; si no hay gente a tu alrededor que te apoye, guíe o incluso te ponga trabas, no creces. Lo importante es cómo te relacionas con los otros, no en cuestión de quién te puede dar qué, sino en lo auténtico y honesto que puedas ser en tus relaciones, así vas forjando una forma de ser”, me dijo.

En ese momento, debido a que se había excedido por una hora el tiempo que se tenía autorizado el uso del auditorio, se apagaron las luces, dejando a una diva a oscuras y a un entrevistador con una sola pregunta.