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Año 10 • No. 443 • Mayo 23 de 2011 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Afirmó académica en el Foro Internacional Diversidades de la FILU

Las universidades deben ser espacio para el ejercicio ciudadano


Participantes de la mesa “La diversidad estudiantil en la universidad, aspectos socioculturales y estructurales”

Alma Espinosa

Las instituciones de educación superior (IES) pueden y deben ser un espacio de ejercicio ciudadano para los jóvenes, aseguró Dinorah Miller Flores, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, durante el Foro Internacional Diversidades en el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), organizada por la Universidad Veracruzana (UV).

En la Mesa 4 “La diversidad estudiantil en la universidad, aspectos socioculturales y estructurales”, Miller Flores comentó que hoy más que nunca se hace evidente la falta de una política clara y sostenida hacia los jóvenes mexicanos. Es suficiente con ver las noticias del último año para encontrar encabezados que hablan de los jóvenes que ni estudian ni trabajan, los que ingresan al narco y no siguen estudiando, dijo.

Al referirse a la educación superior como espacio de ejercicio ciudadano para los jóvenes, explicó que significa la garantía del desarrollo de competencias, de participación y seguimiento a sus intereses y capacidades; en síntesis, la posibilidad de participar en una comunidad civil. Tanto la pobreza como la exclusión educativa limitan fuertemente el ejercicio de esta ciudadanía social.

“Entender a la educación superior como derecho y no como privilegio o compensación a ciertos grupos, supone hacer efectiva la interrelación entre igualdad, justicia social e inclusión. La educación, además de un bien social público, debe verse como un derecho porque también sirve para acceder a otros bienes.

”En este sentido, es imperativo que entendamos que no hay espacio para este ejercicio ciudadano excluyendo a los jóvenes de la posibilidad de desarrollar capacidades mínimas necesarias para participar en la vida social”, expresó la doctora en Investigación en Ciencias Sociales.

Por su parte, Miguel Ángel Casillas Alvarado, director del Área Académica de Humanidades y experto en investigación educativa aseguró que la universidad ha cambiado de manera acelerada desde finales del siglo XX.

“Hay una ruptura en la población que no ha sido asumida por las instituciones; por ejemplo, la universidad se feminizo, pero ¿qué hemos hecho? No hemos multiplicado el número de baños, no hay una mínima referencia al contenido, al curriculum a la perspectiva de genero, nada hemos hecho y la universidad se volvió paritaria. Eso quiere decir que la universidad sigue creyendo que es masculina y funciona con esa representación dominante”, aseveró.