Coincidieron especialistas

Crónica, medio para dar voz a víctimas y generar reflexión

Jaime Avilés, Arturo García Niño y Roberto Zamarripa

Susana Castillo Lagos

Amén de ser un género en extinción, opacado por la inmediatez y brevedad que ofrece la nota informativa, la crónica debe seguir escribiéndose para desarrollar en los lectores un pensamiento crítico y dar voz a las víctimas, a aquellos que quieren ser silenciados, plantearon los periodistas Jaime Avilés y Roberto Zamarripa en la Universidad Veracruzana (UV).

Ambos participaron en Mesa 12 “Crónica y diversidad cultural” del Foro Internacional Diversidades que se realizó en el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario.

Jaime Avilés, columnista de La Jornada, comentó que el periodismo y la crónica deben ser la cámara panthom de los pobres, mostrando y analizando lo que otros medios –o géneros– no toman en cuenta. La comparación alude a que este equipo graba video a alta definición, con gran resolución y un detalle impresionante, por lo que se dice que puede ver lo que el ojo humano no.

Agregó que a pesar de que los mexicanos tienen más tiempo para leer, pues la mayoría está desempleado, son víctimas “de un sistema de comunicaciones audiovisuales que quiere que no reflexionemos y permanezcamos anestesiados ante el desastre que es el país”.

En tanto, Zamarripa, subdirector editorial del diario Reforma, sostuvo que en tiempos como los que se viven actualmente, los periodistas deben ejercer su profesión con congruencia y ética reafirmada. Más allá de acudir a las fuentes oficiales, el periodismo debe partir desde la comunidad, buscar las voces de los agraviados, porque las víctimas quieren hacerse escuchar, aseguró.

Esto, mencionó, significaría contar “en letras” lo que está pasando y no sólo en números, además de articular diferentes voces de la diversidad. Lo anterior porque el discurso totalizador promovido desde el gobierno busca que la gente permanezca en silencio.

Entonces “la crónica serviría como un género fundamental para poder dar esa voz”, lo importante “es saber articular esas voces que hoy se expresan y tratar de evitar que el silencio se imponga”, destacó Zamarripa.

Redes sociales
Los periodistas comentaron que otra de las grandes desigualdades que hay en México es el acceso a Internet, pues al no ser libre el uso de las redes sociales se limita a sólo una parte de la población.

La mayoría de las personas que las utilizan viven en una especie de aislamiento y construyen –a través de éstas– su propio medio informativo. Zamarripa opinó que las redes son “de quienes las trabajan” y la sociedad todavía no se apropia de ellas para buscar un beneficio colectivo.

“Las redes convocan, pero no organizan ni articulan a las voces que se expresan a través de ellas”, dijo.