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Año 10 • No. 443 • Mayo 23 de 2011 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal


El historiador Antonio García de León

Conferencia magistral del ganador de la Medalla al Mérito de la UV

Expertos en identidades usan herramientas obsoletas: García de León

El historiador llamó a revisar las limitaciones de la mirada antropológica

Susana Castillo Lagos

La migración y el desvanecimiento de las fronteras nacionales obligan a no seguir relacionando la pertenencia con el territorio y la exclusión y, a la par, hacen visibles un sinfín de “culturas desterritorializadas” que son igual de productivas y complejas que aquéllas a las que sí se les puede vincular con un espacio geográfico en específico.

Tal planteamiento fue expresado por Antonio García de León durante su participación en el Foro Internacional Diversidades de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) de la Universidad Veracruzana (UV), en el que también recibió la Medalla al Mérito que otorga esta casa de estudios.

“Los hechos de conciencia o pertenencia individuales que no son compartidas por una pluralidad de sujetos sociales, lejos de situarse al margen del dominio social constituyen también la frontera productiva de este dominio, su límite creativo”, sostuvo.

El investigador consideró que es necesario realizar una crítica al paradigma de los “expertos en identidades, a las limitaciones de la mirada antropológica” y las herramientas que ésta utiliza para abordarlas.

Entonces, prosiguió, habría que poner en entredicho los conceptos de identidades y relativismo cultural, que responden a un modelo que data de los cuarenta.

La identidad, dijo, es múltiple y cambiante; consiste en la autopercepción dinámica de unos respecto a otros, afirmada solamente en la confrontación con otras pertenencias.

Agregó que “la categoría antropológica de cultura” se ubica con frecuencia al margen de la historia, subestimando las similitudes y la unidad del género humano.

Mencionó que hubo un tiempo en que las identidades de los grupos se formaron al ocupar un territorio y construir una narrativa a través de actitudes, monumentos y rituales.

Sin embargo, “lo esencial para comprender la dinámica de la realidad social no es determinar el contenido aparente, o el simple enlistado de fenómenos” vinculados “a las supuestas normas que los miembros de una sociedad se dan para permanecer en comunidad”.

Lo principal, aseguró “es definir el mecanismo modal que está en el origen de la misma identificación: así como se procesan las ‘distinciones’ en la lógica cambiante de la historia, así es como surgen, siempre a partir de propuestas exitosas de algunos agentes en la totalidad del cuerpo social”.

Para el historiador, la sociedad actual experimenta la paradoja de una globalidad que, al tiempo, conduce a la dispersión y ayuda a exacerbar el localismo.

Agregó que las identificaciones culturales –en general– responden a invenciones e intervenciones artificiosas que se dan en un clima de transformación interior de las culturas.

El problema de una visión multicultural, señaló, es que suele convertirse en una generalización absurda de lo particular que al incidir en la realidad propicia nuevas intolerancias, separatismos, secesiones, autonomías ficticias o comunidades cerradas y homogéneas.

Lo anterior, dijo, sucede en gran medida por la vulgarización de la ciencia social, que hoy en día adquiere un carácter supremo gracias a la globalización.

Como ejemplo, García de León dijo que esto se ve reflejado en el proyecto de autonomías indígenas “que vuelve a englobar a los grupos étnicos nativos en la categoría de ‘indios’ o indígenas’ en bloque, desprotegidos e incapaces de integrarse con sus diferencias”.