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Departamento de Prensa
Año 10 • No. 443 • Mayo 23 de 2011 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal


Lourdes Arizpe Schlosser,
Medalla al Mérito UV

Aseguró la ganadora de la Medalla al Mérito de la UV

El pluralismo cultural requiere una
democracia radical: Lourdes Arizpe

La antropóloga contrapuso el concepto de pluralismo cultural al de multiculturalismo

Juan Carlos Plata

El pluralismo cultural sólo puede darse en una sociedad radicalmente democrática, porque implica que cada grupo cultural y cada individuo tenga la libertad de decidir qué aspectos de su cultura adoptar, conservar, desechar, cambiar o adaptar de otra cultura, aseguró la académica e investigadora Lourdes Arizpe Schlosser, en su participación en el Foro Internacional Diversidades, que se lleva a cabo en la Feria Internacional de Libro Universitario (FILU) que organiza la Universidad Veracruzana (UV).

“Si hay un estado que es ejemplo de libertad cultural, es Veracruz. Por eso nació aquí una cultura jarocha que es una mezcla de todo lo bueno que se encontró en otras culturas. Hicieron una música y trajes originales y propios, hicieron los fandangos y los sones”, sostuvo.

Arizpe Sclosser, quien recibió la Medalla al Mérito UV, explicó que esa mezcla es posible cuando se adopta una visión de pluralismo que acepta a las minorías indígenas, culturales, sexuales, de discapacitados, y que abre la posibilidad a que cada ciudadano pueda ejercer la cultura y la identidad que quiera en una sociedad radicalmente democrática.

En ese sentido, aclaró que “tiene que haber una verdadera democracia basada en una igualdad al aceptar que sí somos diferentes, pero que no por eso tenemos que crear fronteras que detengan”.

La antropóloga contrapuso el concepto de pluralismo cultural al de multiculturalismo, que por dar tanto énfasis a la política de la diferencia se crearon fronteras que propiciaron que las culturas se hicieran herméticas e inmediatamente entraran en conflicto.

“¿Cuál fue el resultado? Que jóvenes musulmanes, criados y educados en el sistema educativo británico, se volvieron terroristas islámicos. Que en Holanda se asesinara al nieto del pintor Vincent Van Gogh por haber hecho una película que criticaba al Islam. Que en Estados Unidos se multiplicaron las llamadas ‘guerras de la cultura’. Que en Francia se tuviera la idea de que todos tenían que entrar en un mismo armazón”, explicó.

La académica llamó la atención sobre la importancia de que, en un contexto de pluralismo y libertad cultural, las miradas vayan en ambas direcciones y no en una sola.

“En México, todas las acciones del gobierno y todas las discusiones de los intelectuales y los académicos estaban enfocadas en mirar hacia los indígenas. Pero, ¿los indígenas nos están mirando a nosotros? No. Cuando empezaron a hacer sus trabajos los primeros indígenas que se identificaron a sí mismos como indígenas –entre los que hay excelentes antropólogos–, estudiaban sólo a sus propias culturas”, dijo.

Aseguró además que no podemos encasillar el patrimonio y detenerlo “porque entonces lo fosilizamos, creamos culturas herméticas con cajitas que tienen su patrimonio cultural que no debe ser tocado. Esto no podemos hacerlo porque se mueren esos patrimonios y cada generación dice: a mí no me gusta como hacen esto las personas anteriores e inventan cosas nuevas.

”Hay que ser abiertos a la creatividad, México es un país megacultural, los mexicanos somos muy creativos, los jóvenes están constantemente haciendo nuevas cosas. Eso es el patrimonio del futuro que estamos haciendo hoy y eso es lo que debemos apoyar.”

Sostuvo que tenemos que regresar a una discusión de filosofía política en el espacio público –que se ha sido deliberadamente vaciado de contenido–, una discusión a profundidad de lo que queremos todos los mexicanos, de lo que quiere cada grupo cultural y de lo que quieren los jóvenes.