Obra de Mata Rosas revela vida subterránea de la Ciudad de México

Susana Castillo Lagos

La función de la fotografía va más allá de hacer un registro, contribuye a crear otro tipo de lecturas, otros modos de acercarse a la realidad, expresó Francisco Mata Rosas en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) durante la presentación de su libro Un viaje, en el que revela la vida subterránea de la Ciudad de México a través de imágenes tomadas en un periodo de 20 años.

Éstas, explicó, fueron capturadas desde la experiencia de Mata más como pasajero que como fotógrafo, a la usanza de los “diarios de viajero del siglo XIX”.

Agregó que le interesaba contar lo que ha observado en el metro, donde siempre hay muestras de solidaridad silenciosa y espacio para las demostraciones de amor, por citar dos ejemplos.

Amén de que las fotografías de Un viaje fueron tomadas en un periodo de 20 años, reveló que le interesa producir imágenes atemporales más que registrar los cambios que seguramente sucedieron entretanto.

El libro, publicado por la Universidad Autónoma de México (UAM), incluye textos de Carlos Monsiváis, Fabrizio Mejía Madrid y Gildardo Montoya Castro.

La participación de Monsiváis fue significativa para el autor, ya que las ideas que el escritor le compartió acerca de este sistema de transporte colectivo, ya sea de manera directa o a través de sus escritos, influyeron en su manera de acercarse al subterráneo, configurando una especie de guión conceptual.

Al hablar de su trabajo en general, Francisco Mata comentó que siempre ha tratado de dar su punto de vista sobre lo que para él es la Ciudad de México.

Ésta, sin embargo, en realidad está conformada por muchas ciudades, de ahí que fotográficamente sea “inasible, imposible de retratar, tanto que a veces pienso que no existe, que nosotros la inventamos”.

En la presentación de Un viaje también participaron Elizabeth Romero, directora de la Fototeca de Veracruz, el fotógrafo Miguel Femat y Leticia Mora, investigadora de la UV.