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Año 10 • Edición Virtual • Junio 20 de 2011 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Coatza-Mina-Acayucan

En Acayucan

FISPA promueve técnicas para aprovechar residuos sólidos

Cecilia Escribano

Coatzacoalcos, Ver.- Gisela Velázquez Silvestre, de la Facultad de Ingeniería en Sistemas de Producción Agropecuaria (FISPA) de la Universidad Veracruzana (UV), señala que la comunidad universitaria está consciente que la región de Acayucan presenta una actividad agropecuaria de gran magnitud, lo cual genera cantidades considerable de desechos orgánicos (estiércoles).

Una parte de estos estiércoles es incorporada de manera natural al suelo, mientras que el 50 por ciento provoca problemas de contaminación, por lo que la FISPA considera necesaria la implementación de técnicas de aprovechamiento, que permitan reincorporar dicho material de manera rápida y eficaz al suelo.

La técnica ideal es la inserción de la lombricomposta, con el objetivo de tratar todo el estiércol de las empresas que engordan el ganado, que con anterioridad se destinaban a la laguna de oxidación originando grandes fuentes de contaminación.

A través de esta técnica se da servicio a las instituciones productivas y educativas, las cuales aprenden cómo se maneja el residuo, desde desechos de cocina, desperdicio de frutas y toda materia orgánica.

El proceso de la lombricomposta
El proceso de creación de una lombricomposta se inicia obteniendo la materia orgánica (estiércol, hojarasca, jardín, comida); posteriormente, se hace un composteo previo de cinco a 15 días, después se elabora una cama de composta y se insertan 10 o 15 lombrices –esta etapa se denomina prueba de caja– para valorar su grado de adaptación.

Una vez pre-composteado y valorado el grado de adaptación de la lombriz, se incorpora toda la materia orgánica y se inserta un kilo de lombrices. Una vez transformada, la materia tendrá una apariencia de tierra suelta, finalmente se separa la composta de la lombriz a través de una malla donde se rescatan las lombrices para volverlas a insertar en el proceso de pre-composteo.

“Eisenia Andrei es la lombriz que se usa para la lombricomposta en la región, ya que es más manejable y resiste las condiciones climáticas”, sostuvo la bióloga Gisela Velázquez.

En las lombricompostas de la FISPA se trabaja con los residuos del frigorífico (sangre, vísceras, no natos), contenido ruminal, desechos, estiércoles de conejo, cerdo, borrego, vaca y caballo.

En 2011 se inició un proyecto donde todo el abono y la lombriz se venden en paquetes tecnológicos que contiene: un kilo de lombriz, asesoría técnica y apoyo de los servicios sociales hasta que la lombricomposta ya está establecida.
La lombriz trasforma más rápidamente los residuos orgánicos, además de que incorpora una gran cantidad de bacterias benéficas para el suelo y no genera ningún tipo de olor o contaminación.

El proceso de la composta normal se desarrolla lentamente, genera olores y líquidos que no son agradables; sin embargo, la lombriz transforma de manera ecológica, además de proporcionar el gránulo –estiércol de la misma lombriz–, que es una estructura pequeña que al proporcionárselo a las plantas les permite soporta la lluvia, el sol, los vientos y libera poco a poco los elementos nutritivos para los frutos.

“Una granja puede ser sustentada a través de un ciclo productivo”, afirmó Velázquez Silvestre y explicó que se pueden dar a comer las lombrices a las gallinas, el abono aportarlo a las hortalizas y los estiércoles pueden regresar a la lombricomposta. Agregó que no es recomendable introducir la cebolla y chiles, y que el exceso de agua y los rayos del sol matan a la lombriz.

Con el uso de la lombriz Eisenia Andrei la cantidad de abono generado es entre una y dos toneladas, aproximadamente, por bimestre.