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Año 10 • No. 450 • Agosto 22 de 2011 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Prioritario continuar con reforestación

Veracruz ha perdido el 70 por ciento de sus selvas

Si se pierde selva se pierde capacidad de captación de agua y se calienta la región

María Leticia Cruz

De la gran extensión de selvas que conforman al estado de Veracruz, sólo quedan vivas el 30 por ciento, es decir, se ha perdido el 70 por ciento. Esto trae como consecuencia el desabasto de agua y el calentamiento de la región, por ello es fundamental la reforestación, expresó Oswaldo Graciano Porras, coordinador de Ecoalternativas para el Desarrollo Rural Sustentable, A.C, durante la Semana Forestal que organizó la Universidad Veracruzana (UV).

El territorio veracruzano, a lo largo y ancho, está conformado por un importante porcentaje de selva de varios tipos (tropical, alta, baja, caducifolia, etc.); sin embargo, esa gran extensión se ha dañado ocasionando su desaparición en alarmante porcentaje.

La devastación de la selva implica un serio daño al ecosistema y a los modos de vida, incluyendo la humana. “Lo que queda de selvas se debe en gran parte a las reservas, a los parques nacionales, a las Áreas Naturales Protegidas y a lo poco que la gente no ha convertido en pastizales, milpas, potreros”.

El cambio de uso de suelo y el lucro con animales y plantas exóticas son algunas de las causas principales de la devastación de las selvas veracruzanas, y a esto se suma otro problema: el poco interés para su reforestación, refirió.

Y es que de acuerdo con Oswaldo Graciano, el mayor interés para la reforestación –incluso de dependencias como Conafor– se centra en la restauración de bosques y áreas que contemplan la siembra de plantas maderosas, es decir, árboles como cedro, pino, encino, los cuales implican producción y ganancias económicas con base en las maderas finas.

Al respecto existe desidia e ignorancia por parte de la sociedad y las autoridades, pues es fundamental la reforestación en cuanto a plantas maderosas y especies tropicales y de todo tipo, ya que cada una tiene un valor único en el ecosistema, sobre todo en el actual momento de vida del planeta que sufre un cambio climático, precisó Graciano Porras.

Agua y calor
La devastación de selvas implica además un grave problema: la pérdida de capacidad para captación de agua y, por consecuencia, escasez del vital líquido.

Ecoalternativas para el Desarrollo Rural Sustentable, A.C., ha implementado el Proyecto Santa Marta en la selva de Los Tuxtlas. Hasta el momento, y en casi 10 años, ha logrado la proliferación de más de 100 hectáreas mediante el trabajo en parcelas que la propia comunidad de la región cuida.

En las parcelas se siembra todo tipo de plantas de la región, incluyendo las comestibles y palmas de diversas especies con las que la población obtiene utilidades con creaciones a partir de la extracción de fibras.

“Nos dimos cuenta de que si ya no estaba verde la montaña ya no caía lluvia; ahora que hemos hecho la reforestación y comienza a haber verde de nuevo, el agua que cae se absorbe. Entendimos que es para nuestro bien, tuvimos que cambiarnos las ideas de la cabeza”, expresó en testimonio un habitante la región de Los Tuxtlas.

Academia y sociedad
Oswaldo Graciano dijo que es fundamental que académicos, investigadores, estudiantes, comunidades y sociedad en general realicen trabajos de campo que impliquen –además del estudio y la lectura en oficina– un conocimiento real de los problemas resultado de la devastación del medio ambiente y acciones reales de reforestación.

“El llamado es a que haya vinculación con el trabajo en las comunidades porque es muy triste que ni alumnos ni profesores tengan experiencia en campo. Por eso es muy importante que la Universidad haya abierto este espacio para la Semana Forestal”, resaltó e hizo hincapié en la urgencia de atender a las selvas veracruzanas.