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Año 10 • No. 454 • Septiembre 19 de 2011 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Así lo ilustra la historia del país

Tener educación pública costó una guerra y una revolución

Fue con el triunfo de la guerra de Independencia que se logró una igualdad social: justicia para todos, educación para todos: Ortiz Escamilla

Las universidades públicas están generando mayor conocimiento y, principalmente, buscan mejoras sociales

Debemos luchar porque no nos quiten la oportunidad de estudiar: estudiantes

María Leticia Cruz

México debe reflexionar sobre su historia y apostar todo a los jóvenes, su educación y oportunidades, de otra manera no saldrá del difícil momento de violencia que atraviesa y exterminará su futuro, expresó el director del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), Juan Ortiz Escamilla, al hablar de logros y fracasos de la nación a 201 años de la Independencia.

La conmemoración de la Independencia de México fue atípica este 2011 debido a la inseguridad que se vive; no obstante, la celebración no queda a un lado, puede cambiar la forma de celebrarse pero no el motivo; sobre todo debe pensarse en el sentido de lo que se ha logrado y lo que es necesario hacer para bien de todos quienes vivimos en este país, ahondó Ortiz Escamilla.

Y enfatizó que la educación es el motor de desarrollo de un país. En ese sentido, la Independencia de México marcó un gran avance. En la época prehispánica la educación y las escuelas ya existían, es el caso del Calmecac; sin embargo, únicamente los hijos de los nobles tenían derecho a ella.

Posteriormente, durante el Virreinato, también eran sólo los hijos de españoles y la aristocracia quienes tenían derecho de asistir a los colegios. Los indígenas mexicanos sólo recibían evangelización, pero no tenían acceso a una educación plural, mucho menos a las universidades.

Fue con el triunfo de la guerra de Independencia como se tuvo una igualdad social, que era la necesidad sentida por todas las clases sociales: justicia para todos, educación para todos.

A partir de ahí se dio –de manera simultánea– un proceso ideológico: el liberalismo. Primeramente, la educación estuvo subordinada a los ayuntamientos, a las comunidades, después se puso en mano de los procesos estatales. Fue con la Revolución Mexicana como se pudo lograr la masificación de la educación.

Orfandad patriótica
Después de tales sucesos se rompió el modelo de Estado benefactor que se encargaba de la educación, de la salud. Volvimos a un agudo sistema de clases sociales dividido en dos grandes esferas: unos cuantos que acumulan la riqueza y la mayoritaria clase media, explicó Juan Ortiz Escamilla.

Este fenómeno social propició también que las universidades privadas agrupen en su mayoría a jóvenes de las clases pudientes, mientras que las universidades públicas eduquen a la clase popular. Claro que en ambos casos hay excepciones. Lo cierto es que son las universidades públicas las que están generando mayor conocimiento y sobre todo buscan maneras de mejora social, refirió.

“Esto me parece muy peligroso porque se ha roto la visión nacional. Es como tener ‘dos Méxicos’ y eso se percibe en la visión política, social, en todo. Es fundamental redirigir al país, que como sociedad exijamos a nuestros gobernantes cumplan con sus deberes, mientras eso no se dé no habrá un cambio.”

Al respecto, el investigador dijo que el gran error de la clase política mexicana ha sido ignorar a la población y no aprender de la historia y los grandes movimientos sociales y armados.

“Los gobiernos han querido construir una nación dejando fuera al 60 por ciento de sus habitantes. El neoliberalismo ha orientado a la acumulación de la riqueza en unos cuantos, al gran capital, al dinero fácil, al abandono del campo, la descentralización educativa, y todo esto fue un campo fértil para que el Estado perdiera el control y lo ganara la delincuencia.”

En ese contexto lamentó que la violencia de México esté afectando principalmente a los jóvenes y que la mal llamada guerra contra el narcotráfico esté cobrando la vida de éstos; de esta manera, dijo, “se extermina el futuro de la nación”.
El problema es muy delicado y profundo. “Las guerras son tragedias, no son otra cosa más que eso… en este contexto perdemos todos. El país vive una especie de orfandad patriótica”.

Para mejorar el rumbo de la nación, subrayó, es necesario reflexionar sobre la historia y dirigir mayores esfuerzos hacia el conocimiento, formar jóvenes con mejor educación y con mayor capacidad de análisis. En este momento el gran problema de violencia afecta a los jóvenes, es necesario protegerlos de ella dándoles la mejor arma que es el conocimiento, concluyó el historiador.

Educación pública, gran logro, pero aún falta por hacer: estudiantes
En el marco de esta celebración de 201 años de la Independencia de México, estudiantes de la UV coincidieron en que los grandes movimientos históricos de México –como la Independencia y la Revolución– permitieron una sociedad menos desigual y se logró el acceso a la educación pública. A pesar de esto, dijeron, aún hay mucho por hacer; no se puede negar el rezago del país porque sería poner una venda en los ojos e impedir el progreso.

“La educación siempre ha estado, siempre se han impartido clases incluso en la época prehispánica. Lo que podemos rescatar de estos movimientos de Independencia y Revolución es que se da pie a que todas las personas, más allá de su condición o clase social, tengan acceso a esa educación. Lo más importante es que uno no puede esperar tener un país con un futuro brillante si se ignora que la educación es lo más importante”, expresó César Gatica, del quinto semestre de la Facultad de Derecho.

Asimismo, agregó que la violencia y el subdesarrollo de México son las mayores preocupaciones de los jóvenes: “Hay que forjar una mejor educación en los niños para que crezcan con una visión y ética de su país, y así evitar que continúen los problemas que están pasando ahorita, porque con tanta violencia no creo que el país esté como para festejar. De hecho, una forma de expresar que no estamos de acuerdo con toda la violencia que está pasando, es no ir a oír el grito. El país está secuestrado por la delincuencia organizada y por la corrupción”.

Francisco Javier Silva Lagos, estudiante de la Facultad de Física, opinó que los jóvenes deben defender el derecho a la educación pública en todos sus niveles pero sobre todo en el universitario pues éste representa la oportunidad de tener una mejor vida: “Debemos luchar porque no nos quiten la oportunidad de estudiar, tomar conciencia de que somos privilegiados y por ello los que estudiamos en la UV y en otras instituciones públicas tenemos el compromiso de contribuir al desarrollo social de nuestro entorno inmediato”.

Por su parte, Isaac Ramírez del primer semestre de la Licenciatura en Administración, opinó que “la gente tiene acceso a la educación superior y eso es un gran logro de las luchas armadas, aunque actualmente creo que todo está rezagado, al gobierno ya no le importa que la gente esté bien o si hacen marchas.

”Pero sí creo que la educación para todos es de lo mejor que dio no tanto la Independencia, sino la Revolución. Lo que falta es mejorar el acceso a los buenos empleos porque todo se maneja con influencias; sin embargo, creo que con esfuerzo uno puede tener el empleo que le permita desarrollarse.”

Alan Martínez, quien cursa tercer semestre en la Facultad de Arquitectura, refirió que “si no fuera por los movimientos sociales no tendríamos lo que hoy (tenemos). No digo que seguiríamos esclavizados, pero tendríamos menos libertades. También creo que la Independencia de México siempre es motivo de festejar, sobre todo que ya ha pasado un bicentenario. Hay que tener presente eso, la historia, porque hay quienes sólo utilizan las fechas para emborracharse, sobre todo por todos los rumores que hay por la violencia lo mejor es no exponerse”.

Otros jóvenes, como Amanda Falcone y Jesús Pérez, del noveno semestre de la Licenciatura en Lengua Inglesa, lamentaron el subdesarrollo del país y exhortaron a los estudiantes a tener una visión reflexiva y crítica, “pues negar el rezago es poner una venda en los ojos e impedir el progreso. Desde el 2 de octubre de 1968, la educación del país se arrinconó y dejó de ser participativa respecto a los males del país. Se ha vuelto pasiva y ha dejado de proponer soluciones de fondo para mejorar como sociedad. Es difícil pensar en muchas cosas positivas del país en este momento, más bien se trata de reconstruir”, coincidieron.

Tanto los estudiantes como el Director del IIH-S de la UV subrayaron la importancia de desarrollar la capacidad de análisis y participación social, para que a 2001 años de la Independencia de México mejore la nación y no haya retrocesos.