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Año 10 • No. 458 • Octubre 17 de 2011 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Inifor ya inició trabajos

Regenerarán bosques del municipio de Acajete

El proyecto tiene la finalidad de acelerar la recuperación de las masas forestales

David Sandoval

Al establecer plantaciones de árboles es posible reducir y hasta desaparecer la presencia de helechos que impiden una regeneración natural del bosque de niebla, como lo demuestran los trabajos realizados en Mesa de la Yerba, región localizada en el municipio de Acajete, comentó Rosa Amelia Pedraza Pérez, académica del Instituto de Investigaciones Forestales (Inifor) de la Universidad Veracruzana (UV).

Pedraza Pérez es responsable del cuerpo académico Ecología Aplicada al Manejo de Ecosistemas Forestales, en donde también participan Claudia Álvarez Aquino y Patricia Negreros Castilla, investigadora y directora del Inifor, respectivamente.

Este trabajo forma parte de su línea de investigación “Ecología de la restauración en ecosistemas forestales”, cuyo objetivo es establecer las mejores técnicas y especies nativas que deben aplicarse a sitios alterados o degradados por las diferentes actividades humanas, explicó.

“Tiene la finalidad de acelerar la recuperación de las masas forestales, la fertilidad de los suelos deteriorados y proponer actividades productivas alternativas, sin excluir el mejoramiento de la calidad del ambiente y del paisaje”, agregó la investigadora.

Respecto a la restauración del bosque de niebla en Mesa de la Yerba, comentó que después de la deforestación del bosque mesófilo de montaña se observa en algunas ocasiones el “secuestro de la regeneración; es decir, que el terreno se queda sin la posibilidad de que la vegetación se recupere de manera natural, como vemos en este cerro localizado a dos mil metros sobre el nivel del mar, después de haber transcurrido una década de haber sido talado un bosque de ilite (Alnus jorullensis Kunth) para producir tablas y carbón”.

El helecho llamado “pezma” (Pteridium aquilinum L. (Kuhn) var. arachnoideum (Kaulf) Brade) cubre totalmente el terreno evitando que germinen semillas de otras especies por un fenómeno llamado alelopatía y se explica por la producción de sustancias químicas que tienen, en este caso, los rizomas del helecho, las cuales afectan la germinación de todo tipo de semillas, explicó; “de esa manera, el helecho puede extenderse y ocupar todo el espacio sin tener competencia que se lo impida”.

No obstante, cuatro años después de haber establecido una plantación de árboles nativos en el mismo terreno se logró la desaparición del helecho alelopático (pezma).

Se ha observado un gran número de especies herbáceas de tipo secundario y algunos árboles de nogal (Juglans pyriformis Liebm.), una de las cuatro especies que fueron establecidas en el sitio, aseguró.

“Aquí podemos deducir que desapareció el efecto alelopático del helecho, primero por la presencia de los árboles
plantados que al llegar en forma de plántula no fueron afectados por las sustancias químicas alelopáticas, lograron establecerse y crecer”, dijo; “en segundo término, al alcanzar los árboles cierto porte produjeron sombra que ayudó a eliminar al helecho, que requiere de una incidencia absoluta de luz para crecer y mantenerse vivo”.

Actualmente este terreno conserva un bosquete con los árboles que se llevaron desde un vivero de la región, además está enriquecida con más especies de las áreas aledañas, elevando la biodiversidad del lugar, recalcó la investigadora, “vuelve a verse el ilite –la especie que dominaba anteriormente– y por lo tanto podemos hablar de una restauración exitosa”.

Puntualizó que esta experiencia nos enseña la importancia de establecer plantaciones con fines de restaurar la vegetación, “ya que los árboles establecidos aceleran el proceso de regeneración, al liberar el terreno del helecho que evitaba germinaran las semillas que seguramente arribaban al terreno sin la posibilidad de poderse expresar”.