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Año 10 • No. 462 • Noviembre 14 de 2011 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

El festival internacional celebró su cuarta edición

Jazzuv: leyendas y jóvenes promesas

Redacción UniVerso

Estudiantes y jóvenes promesas del jazz coinciden: convivir con Kenny Barron, Louis Hayes, Ray Drummond, Jeff “Tain” Watts, Giovanni Hidalgo y Joe Lovano es un privilegio, un sueño hecho realidad, que se pudo concretar gracias al Festival Internacional Jazzuv, organizado por la Universidad Veracruzana (UV).

Y ellos, las leyendas, que tienen una trayectoria reconocida a nivel internacional, celebran que las nuevas generaciones se involucren y muestren tanto interés en este género musical, que en el imaginario social se vincula con las personas mayores o élites.

Durante los 11 días que duró el Festival, los distintos espacios de la ciudad de Xalapa y sus alrededores se llenaron de vitalidad no sólo por la música, presentaciones y conciertos sino por la energía que el público, tanto local como foráneo, derramó en los 66 eventos celebrados.

En cuanto a la convergencia de generaciones, el intercambio entre las grandes figuras y los universitarios no se detuvo nunca. Tanto en los conciertos como en las clases maestras siempre hubo oportunidad de compartir experiencias.

Un verdadero festival de jazz
El reconocido pianista Kenny Barron, maestro de numerosas generaciones en la prestigiosa escuela Julliard opinó: “Es genial que las personas jóvenes se involucren; contrario a lo que mucha gente piensa, no es una música solamente para personas mayores, es una música muy vital para los jóvenes, por eso es tan importante que busquen relacionarse con ella”.

Barron, quien debutara en el quinteto de Dizzy Gillespie y cuenta entre sus amigos a Charlie Haden, Stan Getz, Freddie Hubbard, Ron Carter y Stanley Turrentine, entre numerosos intérpretes, comentó respecto al Festival: “Algo que le he dicho a todas las personas, éste es un festival de jazz ‘real’ porque muchos festivales son algo inestables, pero éste es un verdadero festival de jazz”.

El concierto inaugural corrió a cargo de un ensamble que colocó en el escenario a Barron acompañado de Francisco Mela, Gretchen Parlato y Peter Slavov, “La respuesta fue grandiosa, la audiencia muy entusiasta, lo disfruté y eso se debe a que hubo mucha realimentación positiva, eso es lo importante y por lo que me gustaría volver”, dijo el pianista.

Para la saxofonista chilena Melissa Aldana, el Festival permite acercar a los jóvenes músicos con las grandes personalidades del mundo jazzístico, expresó, quien hizo realidad uno de sus sueños musicales: compartir el escenario con el baterista Jeff “Tain” Watts.

Este festival, añadió “es un muy buen punto de reunión, pues sirve para mostrar que todos estamos buscando lo mismo: tocar y transmitir la música. Permite convivir como si fuéramos una gran familia”.

Lo expresado por la joven chilena se convirtió, con el paso de los días y la participación de personalidades de tres generaciones del jazz, en una opinión compartida por todos, al igual que la música generada en clases maestras, conciertos y jam sessions que se prolongaron hasta la madrugada.

“Para mí es una experiencia genial. Recuerdo que cuando tenía 10 años mi mamá me mostraba videos de Jeff ‘Tain’ Watts tocando con Brandford (Marsalis) y yo estaba vuelta loca, para mí es un sueño hecho realidad”, comentó la saxofonista.

“Mantener los oídos y el corazón abiertos” fue la lección que compartió con los jóvenes el bajista Ray Drummond, y reconoció que “todos tienen la capacidad de hacer jazz, una vez que haces un compromiso con esta música es accesible a cualquier edad porque estás hablando de encontrar tu propia voz.”

Joe Lovano, saxofonista icónico de una generación, destacó: “En una misma semana hemos tenido aquí a Ray Drummond, Jeff ‘Tain’ Watts, Louis Hayes, eso es un verdadero privilegio”.

Festival de clase mundial y fuerte componente académico
Guadalupe Barrientos López, directora general del Área Académica de Artes, expresó que el Festival ofrece un cartel artístico de clase mundial y posee un profundo componente académico que lo ha consolidado como un movimiento cultural multidisciplinario al interior de la UV y en la capital del estado.

Su finalidad académica y formativa –y otra de las características que lo diferencian de los habituales eventos musicales– “es que los grandes artistas no sólo vienen a tocar y se van, sino se quedan a convivir con los jóvenes músicos de la Universidad, a dar clases y a grabar materiales educativos que se quedan en el acervo de la institución”, destacó.

Edgar Dorantes, fundador y director del Festival Jazzuv, aseguró que desde su inicio, la calidad ha sido el sello distintivo del evento y que, aun cuando se ha crecido en todos los aspectos, el componente académico sigue siendo el eje rector.

Ambos coincidieron en que el Festival, como evento artístico, no tendría razón de ser sin ese componente académico tan fuerte y sin esta dinámica en que lo artístico deviene en lo académico y viceversa.

Pasión y compromiso compartidos
Louis Hayes, baterista que acompañó a Oscar Peterson, Horace Silver, Cannonbal Adderley y John Coltrane, entre otros, recordó a los asistentes que la vocación musical debe estar acompañada de una pasión y un compromiso constantes.

“Ser músico es una labor que requiere aprender a estar solo para dedicar el tiempo necesario a practicar, aprender y desarrollarte. Creo que si descubres que ésta es tu pasión, le debes dedicar todo tu esfuerzo y empeño para crecer y mejorar personal y profesionalmente, eso implica un gran compromiso.”

John Ramsay, quien ostenta la cátedra de Percusión en el Berklee College, expresó en su clase maestra que la interpretación musical requiere un compromiso completo por parte del artista.

“Cada vez que tocas un instrumento, cuando tomas las baquetas en tus manos o llevas la boquilla de la trompeta a tu boca, debes re-orientar tu ser a la música, lo cual implica que en ese momento dedicas todo tu ser físico, mental y espiritual a la interpretación. Eso es el jazz”, aseveró.

El saxofonista David Sánchez les dijo a los universitarios: “Escuchar es un ejercicio muy complicado porque estamos acostumbrados a oír música como una cosa ambiental, mientras platicamos o hacemos otras cosas; para el músico es fundamental escuchar con mucha atención para descubrir detalles de las piezas que uno estudia”.

Sánchez, quien ha tocado en orquestas de Eddie Palmieri y Dizzy Gillespie, afirmó: “En el desarrollo del instrumento hay que estar consciente de lo que escuchas, oír diversos tipos de música y conocer otros instrumentos para poder aprender cómo dialogar con ellos”, comentó.

Por su parte, la cantante Judi Silvano –también en clase maestra– invitó a los estudiantes a trabajar y prepararse: “Continúen en sus estudios, porque eso es lo que va a darles las armas para aprovechar al máximo su potencial; tomen ventaja de cualquier posibilidad de acercarse al arte, porque eso los va a enriquecer como músicos y como personas”.

La cantante, quien durante su clase realizó improvisaciones junto a maestros del Centro de Estudios de Jazz, sostuvo que es básico estudiar tanto a los compositores de las épocas clásicas del jazz como a los nuevos autores.

Algo que caracterizó al Festival fue que los músicos dejaron el formato de clase maestra para entablar una charla en la que compartieron anécdotas de su carrera y experiencias de vida con los cientos de asistentes que diariamente acudieron a la Casa del Lago UV.