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Año 10 • No. 466 • Enero 9 de 2012 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Expresó Sara Ladrón de Guevara

Señor de Las Limas, pieza
representativa del MAX

Es, yo creo, la pieza más grande de piedra verde de los olmecas que se haya encontrado hasta la fecha”, aseveró

Karina de la Paz Reyes

El 16 de julio de 1965, el Señor de Las Limas fue encontrado por unos niños en la comunidad de ese mismo nombre.

Les resultó una piedra formidable para partir coyoles, pero al desenterrarla totalmente y pretender llevársela a casa, creyeron que era un muerto; el pueblo se congregó y lo hicieron pasar por virgen, cubriéndolo de flores y velas. Hoy, se encuentra resguardado en el Museo de Antropología de Xalapa (MAX), entre las colecciones que permanentemente están en exhibición y “creo que muchos de los visitantes vienen a verlo expresamente a él”, dijo Sara Ladrón de Guevara.

La Directora del MAX relató la historia: “Esta pieza fue encontrada por unos niños en el poblado de Las Limas (según documentos, Rosa y Severiano Manuel Pascual), quienes estaban partiendo coyoles para comérselos y encontraron una piedra lisa para partirlos, estaba muy bien esa piedra, y cuando terminaron de jugar decidieron llevársela a su casa, porque estaba muy buena para partir sus coyoles.



El Señor de las Limas

”Empezaron a excavar y resultó que era la cabeza del Señor de Las Limas, y cuando vieron la cara, que además tenía sus ojos con piedras, era un rostro muy impresionante, los niños se asustaron, creyeron que habían encontrado un muerto.

”Corrieron al poblado y le dijeron a sus papás que habían encontrado un muerto, la gente del lugar los acompañaron y cuando vieron al Señor de Las Limas, como está cargando a un bebe y era día de la celebración de una virgen –si no mal recuerdo era de la del Carmen–, entonces pensaron que habían encontrado una virgen y lo llevaron a un jacal, lo colocaron sobre su altar, le pusieron flores en la cabeza, le prendieron veladoras y vinieron a rezarle y cantarle porque habían encontrado una virgen”.

En aquel entonces, continuó, Alfonso Medellín era director del MAX y mandó al antropólogo Roberto Williams, junto con el arqueólogo Manuel Torres y el artista Alberto Beltrán, a traer la pieza. En las excavaciones no encontraron mayores hallazgos.

El Señor de Las Limas es una pieza extraordinaria, conocida mundialmente; tiene rostros grabados sobre las rodillas y los hombros y son, aparentemente, las deidades principales del panteón olmeca. “Es, yo creo, la pieza más grande de piedra verde de los olmecas que se haya encontrado hasta la fecha”, subrayó la Directora del MAX.

Las cabezas colosales también son representativas del MAX, pero las personas no tienen la claridad de saber cuántas son. “Tenemos siete cabezas colosales de las 17 que se han encontrado en total, es decir, tenemos la colección más grande de cabezas colosales en el mundo”.

Ladrón de Guevara explicó que el MAX está integrado con alrededor de 15 mil piezas, aunque “parece poco serio cuando decimos alrededor de, el problema es que son alrededor de 15 mil piezas no porque no las tengamos contadas todas, lo que ocurre es que son cédulas registradas ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia y esas cédulas muy a menudo incluyen muchas piezas”.

En exhibición hay aproximadamente mil piezas y algunas de ellas eventualmente son rotadas con las que se encuentran en bodega, porque salen del MAX a ser exhibidas en otras partes del país y el mundo.

Ladrón de Guevara aclaró que en bodega no hay “ninguna pieza monolítica importante, lo que tenemos mucho en bodega son piezas pequeñas de concha, caracol y mucha de cerámica”.

Durante 2011, mencionó, se colocaron en el catálogo virtual del MAX (www.uv.mx/max) imágenes e información de piezas que forman parte del acervo, con el objetivo de que se conozcan las colecciones por estudiantes, académicos, periodistas o simplemente gente interesada en el patrimonio arqueológico.

Finalmente, comentó que el acervo en estos últimos años ha aumentado en menor medida, toda vez que las tendencias son hacer museos de sitio, pues la gente y las políticas nacionales así lo prefieren, evitando centralizar las colecciones en el Museo Nacional de Antropología o en los regionales.

Sin embargo, eventualmente sí se suman nuevas piezas al acervo que resguarda la UV; por ejemplo, de las últimas fueron los gemelos de azuzul (dos jaguares), autorizadas por el INAH, y una colección de hachas de piedra verde que tenía Agustín Acosta Lagunes (benefactor del MAX).