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Año 10 • No. 467 • Enero 16 de 2012 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

En diciembre de 2011 cumplió 10 años

Herpetario resguarda más de 100 especies de anfibios y reptiles

Estudiantes y académicos iniciaron el proyecto con ocho ejemplares

Está consolidado como una UMA, con la autorización de Semarnat y Profepa

Ha sido centro de investigación y de observación para más de 30 mil especialistas y estudiantes de todos los niveles especialsitasestudiantes de todos los niveles

Karina de la paz Reyes

En diciembre de 2011 el herpetario de la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV) campus Xalapa cumplió10 años de existencia.

En este tiempo se han logrado preservar especies de anfibios y reptiles, sobre todo endémicos de la entidad, que han sido objeto de estudio para desarrollar tesis de licenciatura, maestría y doctorado; además, han sido apreciadas por más de 30 mil personas, lo que favorece a sensibilizar a la sociedad sobre la importancia que tienen estos animales en los ecosistemas, destacó el responsable legal y asesor del herpetario, Antonio Maruri García.

La travesía del herpetario inició con ocho especímenes y a la fecha alberga más de 100, de los cuales 90 por ciento son especies endémicas del estado, precisó el académico.

En diciembre de 2001, a iniciativa de los estudiantes de la Facultad de Biología, se inició el proyecto del herpetario. El principal objetivo era tener un espacio donde se pudiera estudiar a estos organismos, “que desde siempre han sido mal queridos por razones de tipo histórico-cultural”.

En el herpetario hay especies que han acompañado el proyecto desde su nacimiento, como una serpiente cascabel tropical que tiene 12 años de edad, es decir, llegó cuando tenía dos años, “es nuestra estrella, toda una señorita”, expresó orgulloso el biólogo.


El herpetario ha servido como centro de investigación para estudiantes de la Facultad de Biología campus Xalapa,
así como para los del Instituto de Neuroetología de la UV

La UMA
El espacio de estudio de anfibios y reptiles se consolidó en marzo de 2003 como una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), con la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). La finalidad es contribuir a la conservación de anfibios y reptiles de Veracruz en la variedad ex situ, es decir, fuera de su lugar de origen.

A partir de ese momento se denomina al herpetario “Staku-Luhua”, nombre totonaca de la serpiente.
Los primeros especímenes que arribaron al herpetario eran propiedad de los estudiantes y paulatinamente se fueron allegando de más bajo el mecanismo de participación con el Instituto de Neuroetología de la UV para el programa de rescate de fauna, a través de convenios con Petróleos Mexicanos (Pemex).

Otra vía que ha suministrado ejemplares al herpetario es el decomiso a traficantes, por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

El desarrollo académico
Pablo Cobos Mejía, colaborador del herpetario y egresado de la Facultad de Biología campus Xalapa, resaltó que “Staku-Luhua” ha fungido como centro de capacitación para diversas generaciones de estudiantes, pues es un espacio donde es posible desarrollar el servicio social, ya sea por parte de los universitarios o de los alumnos de preparatorias o bachilleratos.

Igualmente, se han desarrollado tesis de licenciatura, maestría y doctorado. Por citar un ejemplo, dijo Cobos Mejía, alumnos de la Facultad de Biología campus Xalapa, así como del Instituto de Neuroetología de la UV, han estudiado la conducta animal en varias especies del herpetario.


En estos 10 años las especies que resguarda el herpetario han sido observadas por más de 30 mil personas,
entre estudiantes y público en general

La vinculación
Otro de los objetivos, agregó Maruri García, fue posicionar al herpetario como un centro educativo para estudiantes de todos los niveles. En ese sentido, celebró que en esta década se han recibido al menos 30 mil visitantes en la Facultad de Biología y en exposiciones itinerantes en diversos puntos de la entidad.

Además, han logrado entablar relación con organizaciones como el Honorable Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, Protección Civil, así como grupos que prestan servicios de turismo de naturaleza, a quienes les han impartido una serie de cursos y capacitaciones en el manejo y trato de los anfibios y reptiles.

Antonio Maruri agregó que otro de los objetivos del herpetario es impartir cursos de educación continua y para ello dentro de la UV se han registrado dos: Manejo Básico de Anfibios y Reptiles, y Acuariofilia.

Lo malo, lo bueno, lo mítico
Si bien algunas serpientes son venenosas, lo que ha abonado para que sean rechazadas por la mayoría de la sociedad, “para nosotros como biólogos cualquier ser vivo tiene la misma importancia”, dijo el académico.

Expresó que se trata de organismos que pueden tener un potencial de apoyo para distintas actividades humanas. Como ejemplo citó que en laboratorios del país y del mundo se están desarrollando medicamentos que pueden ayudar a problemas de coagulación, es decir, “tienen un potencial de uso en la medicina”.

Así también, son un factor importante en el control de plagas de roedores, muestra de ello es que en algunas localidades del sur de Veracruz antiguamente tenían como animal de compañía a las boas, que les ayudaban eliminar las plagas de ratones en sus graneros.

En “Staku-Luhua” las especies permanecen en espacios adecuados a la temperatura ambiente que cada una requiere, así como la luz e iluminación.

Además del cascabel tropical de 12 años de edad, es posible apreciar otros ejemplares como la cascabel cola negra, que según reportan los historiógrafos y biólogos es la serpiente que consumió el águila sobre un nopal –leyenda de la fundación de la gran Tenochtitlán.

También se aprecian especies de nauyaca y boa, de las que, incluso, han logrado reproducción. Otros ejemplares peculiares son la mazacoatl (venado-serpiente en náhuatl), falsos coralillos, la serpiente voladora, tortugas e iguanas verde y negra.


Antonio Maruri García explicó que en “Staku-Luhua” las especies permanecen en espacios
adecuados a la temperatura ambiente que cada una requiere