Sistema de consumo y producción
atenta contra el planeta: ambientalistas
Fabricio Feduchy e Iván Restrepo |
Iván Restrepo y Fabrizio Feduchy participaron en debate del diplomado CinemAmbiental Universitario
David Sandoval
El sistema de consumo y producción en que vivimos atenta directamente contra el medio ambiente, y las políticas estatales privilegian, desde hace tiempo, acciones que destruyen ecosistemas completos, comentaron los especialistas ambientales Fabrizio Feduchy e Iván Restrepo al participar en el diplomado “CinemAmbiental Universitario: Documentalismo Salvaje”.
En el evento, organizado por la Universidad Veracruzana (UV), los expertos participaron en la mesa de debate posterior a la exhibición de la película Home de Yan Arthus-Bertrand.
Feduchy, quien ha realizado las series Los últimos santuarios II, México Azul, El mundo marino de Ramón Bravo y Las grandes migraciones, planteó: “Hemos elaborado un sistema de consumo y producción que va absolutamente en contra del medio ambiente y creo que esto es una de las partes más importantes de la película”.
El realizador destacó que este tipo de documentales “llegarán a la gente y podrán cambiar, hasta cierto sentido, sus formas de ver la vida y sus formas propias de consumo y producción que, a como lo estamos haciendo y según la tesis de la película, no aguantaríamos diez años más así”.
Por su parte, Iván Restrepo, fundador del Centro de Ecología y Desarrollo, (Cecodes), articulista del diario La Jornada y Premio Nacional de Periodismo Ambiental 2008, sostuvo que “la ambición de las transnacionales y de los países y algo terriblemente crudo aparecen al final de la película; cómo se gasta más en armamentos, en el ejército, en lo bélico, que en atacar los grandes problemas de la humanidad y cómo se crea este modelo que mueve la economía, es lo más terrible”.
No obstante, el articulista advirtió: “Aunque sea difícil de creer, buena parte de la investigación científica y tecnológica está vinculada con la guerra”.
En México, y tomando como ejemplo la película, dijo Restrepo, está el futuro de las islas y de las tierras bajas, y mencionó un estudio “que el gobierno no se ha atrevido a comentar: si continúa la tendencia del calentamiento global, cuando lleguen los efectos de este calentamiento no nos quedará la península de Yucatán, será el área que primero recibirá los efectos del derretimiento de los polos y del calentamiento global, los estudios mencionan que entre 2040 y 2050 el mar se habrá metido tanto en la península que toda la infraestructura costera se verá afectada”.
Otro caso que se menciona en la película y del cual hay ejemplos en México son las selvas, añadió Iván Restrepo, “uno fundamental: Uxpanapa”.
”Hace tiempo sobre la carretera que lleva a Veracruz había un anuncio que decía ‘Quien no cree en Uxpanapa no cree en milagros’; el milagro era destruir 200 mil hectáreas de selva de una riqueza incalculable para traer chinantecos, desplazados por la presa Cerro de Oro y darles un nuevo hábitat”.
Los chinantecos habitaban uno de los ecosistemas más diversos del país: La Chinantla. De poseer una diversidad de productos en su región son convertidos en agricultores y forzados a habitar el trópico húmedo, ambiente desconocido para ellos hasta entonces.
“Por supuesto, se derriban 90 mil hectáreas, con maquinaria, cadenas que arrasaban con árboles y raíces; fue un desastre en la época de López Portillo”, precisó.
Afortunadamente, por la presión científica de los centros de investigación del país, el proyecto se detuvo y también “por algo que no imaginaban las autoridades: que fuera tan rápido el fracaso, al segundo año no se podía sembrar, todo era una inundación”.
En ese sentido, Feduchy agregó que “hoy en día la presión sobre las selvas es enorme y se calcula que perdemos anualmente cerca de 250 mil hectáreas entre bosques y selvas. Solamente el año pasado entre los estados de Coahuila y Quintana Roo se duplicó esta cantidad de hectáreas por incendios forestales”.
Estas políticas son ancestrales, advirtió el documentalista, como lo evidencia la “Comisión Nacional de Deforestación cuya función consistía en derribar las selvas, introducir población exógena y otorgarles tierra para dedicarla al monocultivo”.
Tales programas gubernamentales han servido en realidad para generar corrupción y beneficiar a los titulares de las dependencias, que se enriquecen con los cambios de uso de suelo e incluso con la renta de maquinaria, como en el caso del Uxpanapa, planteó Iván Restrepo.
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