Dirección de Comunicación
Universitaria
Departamento de Prensa
Año 10 • No. 472 • Febrero 27 de 2012 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

En el Centro de Entrenamiento y Evaluación de Habilidades Clínicas

Estudiantes de Medicina aprenden con robots


Alumnos del Área de Ciencias de la Salud practican sus destrezas antes de enfrentarse a los panoramas reales

El CEEHAC cuenta con nueve simuladores con diferentes patologías

Para los alumnos es una “probadita” de los retos que afrontarán en un hospital y en su vida profesional

Se busca que los egresados sean preparado con prácticas en las cuales no se arriesguen vidas humanas

En mi tiempo no existía esto, salías de la escuela directo al hospital y te enfrentabas a los enfermos, a los familiares, aprendías a base de prueba y error pero eso es muy difícil cuando se trata de una vida; los simuladores sin duda nos facilitarán la práctica docente”: Eduardo Villamonte


Dentro de los simuladores están Susy y su bebé, quienes presentan todas las patologías típicas de una embarazada
y un recién nacido

Alma Martínez y Aracely Hernández

Veracruz, Ver.- Noel y Susy son las estrellas del grupo de nueve simuladores con que cuenta el Centro de Entrenamiento y Evaluación de Habilidades Clínicas (CEEHAC) de la Facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana (UV).

Noel es un simulador adulto avanzado que permite observar el aparato cardiovascular normal y presenta diversas patologías, reproduce secreciones de llanto, saliva y orina, además de que se le puede intercambiar sexo para hacerle maniobras de cateterismo. También se le puede tomar frecuencia cardiaca y respiratoria, tiene movimientos abdominales y en caso de tener un infarto se le puede aplicar desfibrilador.

Susy es un maniquí de una mujer que maravillosamente reproduce el trabajo de parto natural hasta el segundo tercio del canal pélvico. Puede intubarse y en los brazos se aprecian las venas, por lo que puede canalizarse con un suero, posee un depósito que simula sangrado cuando se está atendiendo el parto e incluso puede dar a luz un producto a término o un bebé prematuro.

La emoción de los catedráticos de la Facultad puede sentirse al escucharlos hablar sobre el CEEHAC, recientemente inaugurado en esa entidad académica; se trata de un centro que nació de una idea propuesta en el Foro Universitario del año pasado, y que gracias a la suma de voluntades de funcionarios, alumnos y profesores se materializó este 2012.

El CEEHAC alberga nueve simuladores que presentan patologías de diversa índole, las cuales son programadas por los académicos y deben ser identificadas y curadas por los futuros médicos, estudiantes que ponen a prueba sus conocimientos bajo situaciones de tensión.

En sus áreas de Pediatría, Medicina Interna, Gineco-Obstetricia y Clínica Propedéutica, los alumnos atienden a “pacientes”, practican lo aprendido en libros y vierten el conocimiento captado en las aulas bajo la dirección y supervisión de sus maestros.


En el Área de Clínica Propedéutica trabajan con un simulador adulto

Ipsa Guadalupe Limón Espinoza, académica y encargada del correcto funcionamiento del Centro, comentó que éste surgió como una necesidad de campo clínico: “Es cómo darle a un hijo un Maserati, únicamente con un manual sin haberle dado previamente clases de manejo y de todos los alcances de la unidad; para los jóvenes que estudian el Área de la Salud es igual, no se les puede enviar a las prácticas de la vida real sin haberlos preparado con prácticas en las cuales no se arriesguen vidas humanas”.

Para los alumnos de la UV es una “probadita” de los retos que afrontarán en un hospital y en su vida profesional, mencionó.

Respecto del equipo con el que cuenta el CECAH, el académico Eduardo Villamonte comentó que éste lo motiva a
imaginar de qué forma puede acercar más a los estudiantes con la realidad: “En mi tiempo no existía esto, salías de la escuela directo al hospital y te enfrentabas a los enfermos, a los familiares, aprendías a base de prueba y error pero eso es muy difícil cuando se trata de una vida; los simuladores sin duda nos facilitarán la práctica docente”.

Y es que para los académicos significan una herramienta poderosa: “El realismo que tiene un simulador hace que te olvides que atiendes un robot y de pronto sientes que debes salvar a un paciente; lo maravilloso de la tecnología es que puedes acercar la realidad de un entrenamiento clínico y formativo a los maestros y alumnos”, coincidió la doctora Ipsa Guadalupe Limón.

En la vida humana es igual, los estudiosos de la medicina pueden tener mucha teoría pero de nada sirve saberse todos los libros si no son puestos en práctica, lo que hace al buen médico es la práctica, aseveró la académica.

La inversión fue de alrededor de dos millones de pesos con recursos de la UV y el patronato, que es el fideicomiso, así como donaciones de alumnos y ex alumnos.

Alfonso Pérez Morales, director de la Facultad, explicó que con esa inversión se mejoraron varios espacios, entre ellos un auditorio magno que creció 40 por ciento y ahora tiene 200 espacios con equipo de alta tecnología de videotransmisión y un equipo de sonido que facilita la comunicación con otras instituciones por videoconferencia en tiempo real.

El mismo sistema también se habilitó en otro auditorio con capacidad para 45 personas, con la característica que cada uno de los asientos tiene conexión eléctrica y a Internet, lo que permitirá que se puedan realizar sesiones de trabajo en las que se tengan escritorios personales. Con esta tecnología podrán realizarse sesiones de trabajo en las que el instructor pueda estar a kilómetros de distancia, o incluso en otro país.

El CEEHAC, el aula magna, el auditorio 2 y el área secretarial, es la suma de voluntades de las autoridades universitarias, de los alumnos que aportan en el patronato y de las actividades diversas que realizan los académicos para mantener una vinculación con la iniciativa privada y de esa forma obtener recursos.

Simulador de torso

Los simuladores
Noel y Susy son las estrellas del grupo de nueve simuladores que se encuentran en el CEEHAC, junto a ellos existen dos maniquíes bebés más –en espera de un nombre para ellos– y demás partes del cuerpo humano, listas para que los estudiantes aprendan más cada día, pongan en práctica sus conocimientos y fortalezcan su seguridad antes de incorporarse a uno de los cientos de espacios hospitalarios con los cuales tiene vinculación la Facultad de Medicina.

Noel es un simulador adulto avanzado, del mismo tipo que utiliza la Cruz Roja, Bomberos y el Ejército en sus entrenamientos paramédicos.

En él se puede observar el aparato cardiovascular normal y presenta diversas patologías; reproduce secreciones de llanto, saliva y orina, además de que se le puede intercambiar sexo para hacerle maniobras de cateterismo; se le puede tomar frecuencia cardiaca y respiratoria, tiene movimientos abdominales y en caso de tener un infarto se le puede aplicar desfibrilador.

Los ojos están diseñados para que se pueda explorar la pupila y observar los reflejos oculares, los alumnos pueden intubarlo y practicar maniobras de resucitación y como complementos están una pierna y un brazo que pueden amputarse, así como un depósito especial donde se coloca líquido rojo que simule un sangrado.

En el área de pediatría hay un recién nacido cuyo peso es igual al de un bebé humano que presenta características cardiovasculares y patologías cardiopulmonares, para ello aparenta el llanto, quejidos, ruidos abdominales y cardiacos, y movimientos que simulan una convulsión.


El simulador de oído presenta 10 patologías

Asimismo, se le puede aplicar el test de Apgar, examen médico con el cual se evalúa la condición física de los bebés después del parto y se determina la necesidad inmediata de cualquier tratamiento adicional o emergencia médica.

Patologías como paros cardiorrespiratorios, fibrilación ventricular, arritmia cardiaca, insuficiencia respiratoria aguda y convulsiones por daño cerebral que normalmente presenta un recién nacido, también pueden ser programadas por los profesores para que los alumnos potencien sus habilidades.

Ambos equipos son inalámbricos, lo que significa que al manejarse en espacios abiertos el académico permanece sólo observando la destreza de los estudiantes, mientras que él puede modificar o programar sintomatologías diversas que ellos deben identificar y curar.

Otro de los simuladores mecánicos es Susy, un maniquí de una mujer que maravillosamente reproduce el trabajo de parto natural, además de que el cordón umbilical y la placenta del recién nacido también son colocadas de acuerdo con el tipo de parto que quieran simular.

Susy puede intubarse y en los brazos se aprecian las venas, por lo que puede canalizarse con un suero; posee también un depósito que simula sangrado cuando se está atendiendo el parto, e incluso puede dar a luz un producto a término o un bebé prematuro.

En la realidad, un gineco-obstetra sabe todos los cuidados que se deben tener desde que llega una embarazada a la sala de un hospital y realizar las maniobras adecuadas para facilitar la salida del bebe por el canal vaginal sin presentar problemas con el cordón umbilical; con este simulador los estudiantes adquieren destreza en estas maniobras.

El primer simulador que adquirió la Facultad de Medicina es un torso cardiopulmonar inalámbrico con 12 enfermedades cardiacas y ocho respiratorias, el cual sirve para el entrenamiento en el Área de Clínica Propedéutica donde los estudiantes aprenden a hacer historia clínica y a explorar e identificar las patologías.


Noel, robot igual al utilizado en el Ejército, la Cruz Roja y los Bomberos

Un simulador de oído con 10 patologías, un explorador con fondo de ojo que presenta 14 escenarios para revisar la retina y encontrar las enfermedades más frecuentes en esta zona, uno más que ayuda a practicar las inyecciones intramusculares e intravenosa y, por último, un mandil de exploración de mama, ayudan a los muchachos a que se entrenen en el arte de la clínica propedéutica.

En otra área se encuentra un maniquí más, que sirve para un entrenamiento de enfermería como son curaciones, inyecciones, aplicación de gotas oftálmicas y óticas; también tiene sexo intercambiable, con ello se aprende a poner sonda uretral y exploración de recto, además de que en él se ensayan los cuidados generales del paciente y su inmovilización para su traslado, así como el aseo genital.

El CEEHAC no sólo cuenta con robots que emulan diversas partes del cuerpo y sus patologías, también tiene equipamiento parecido al de las salas de emergencias, de tal forma que las maniobras de movilización de un paciente son realizadas en camas y sillas de exploración o parto iguales a las que existen en los hospitales.

Ante estos robots que simulan enfermedades y contribuyen a enriquecer la práctica docente, al mismo tiempo que fortalecen habilidades de los futuros profesionales del área de Medicina, Enfermería, Bioanálisis y Nutrición, las opiniones de académicos y estudiantes son unísonas: “No es el dinero invertido, son las ganas de trabajar, formar profesionales con calidad y aprender para el bien de la sociedad”.