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Año 10 • No. 473 • Marzo 5 de 2012 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Puerto Rico es parte nuestra: Carlos Fuentes

En la Cátedra realizada en la UV, los literatos Arturo Echavarría, Luce López-Baralt
y Luis Rafael Sánchez destacaron la riqueza sociocultural de la isla

David Sandoval, Paola Cortés y Karina de la Paz Reyes

Puerto Rico es una hermana república nuestra; hay un debate interno sobre ser un estado de la Unión Americana o mantener el estatus de estado libre y asociado o quienes buscan la independencia de Puerto Rico, pero sea cual sea el caso, Puerto Rico es un país y una cultura de habla española, es parte de Hispanoamérica, es parte nuestra, afirmó el escritor Carlos Fuentes durante la Cátedra que lleva su nombre y cuya tercera edición se realizó en la Universidad Veracruzana (UV) el viernes 2 de marzo.

En Puerto Rico, agregó, la prensa, la educación, la universidad, el amor, el habla cotidiana y las mentadas de madre son en español, y lo comprueban los tres grandes escritores puertorriqueños Arturo Echavarría, Luce López-Baralt y Luis Rafael Sánchez, “quienes forman parte de una cultura que es la nuestra, la del gran territorio de la Mancha”.

Tras compartir con el público sus opiniones sobre el trabajo de cada uno de los literatos, inició la sesión plenaria de la Cátedra, en la que Echavarría, López y Sánchez hablaron de aspectos socioculturales de la nación caribeña.

Pese a que Puerto Rico es rico en naturaleza y su gente, también es rico en ambigüedades, contradicciones y zozobras resultado de la intoxicación de una sobredosis de “materialista mágica” que ha propiciado Washington a la isla, indicó el escritor Luis Rafael Sánchez, durante su ponencia titulada “¿Por qué Puerto Rico es Rico”.

El autor de La guaracha del Macho Camacho lanzó el cuestionamiento de si la isla caribeña es rica por la naturaleza y la sensualidad, por el espíritu osado y la férrea voluntad de ser, entonces por qué se dejan engordar la panza con las “ayuditas” provenientes del gobierno de Estados Unidos de Norteamérica.



Luis Rafael Sánchez
“Las ‘ayuditas’ se deben reconocer como lo que son, francamente subsidios esplendidos del gobierno norteamericano para adelantar y perpetuar sus intereses económicos, patrióticos y geopolíticos, además de incorporar a la Llave de Mar Caribe a su sendero imperial”, señaló.

Pese a esta situación, el escritor puertorriqueño dijo que la riqueza de su país reside en la naturaleza, cadencia y ricura de su gente, pero sobre todo porque la población cultiva un patriotismo sincero que nada ni nadie consigue acallar: “También por esa actividad suprema, Puerto Rico es rico”.

En tanto, Arturo Echavarría, profesor emérito y reconocido ensayista y crítico literario, presentó la ponencia “Amor/Desamor en la novela puertorriqueña desde finales del siglo XIX hasta la época contemporánea”, donde abordó ambos elementos en distintas novelas y cómo es representada esta relación en cada una de ellas.

Algunas de estas manifestaciones están presentes en las novelas puertorriqueñas y son comunes a la literatura latinoamericana en general, “pintan un cuadro demasiado triste y negativo”, dijo, “¿acaso se puede reclamar que sólo exista el diálogo de perfiles positivos que en múltiples ocasiones también se complementa en las novelas? Es uno de los aspectos, que me parece, no ha sido examinado por la crítica, con el detenimiento y el rigor que merece, que además con frecuencia parece impactar e incluso modificar, atravesando tiempos y circunstancias económicas, políticas y sociales tan diversas”.

El catedrático hizo referencia a las novelas La charca de Zeno Gandía, La guaracha del Macho Camacho de Luis Rafael Sánchez, Maldito amor de Rosario Ferré y Sol de medianoche de Edgardo Rodríguez Julia.

“Desde la novela La charca de 1894 hasta Sol de medianoche de 1999, me parece que no es fortuito que de las novelas analizadas, las tres terminen con un fratricidio, real o figurado, hecho que suele figurar como la expresión máxima de la ausencia de solidaridad”, pero también es posible encontrar otros elementos como las relaciones de solidaridad de algunos de los personajes.

“Estas consideraciones son –recalcó el ensayista– sobre todo para estimular el diálogo y la comprensión sobre asuntos que requieren todavía de mayor estudio; así pues, muchas gracias a ustedes y muchas gracias a México.”

Por su parte, Luce López-Baralt, de la Universidad de Puerto Rico, disertó sobre “La risa caribeña de Luis Rafael Sánchez, secretario general del relajo”. En un primer momento, la estudiosa de la literatura española y árabe comparada expresó que “nuestra burla, ajena a toda solemnidad, no siempre es totalmente negativa”.

Añadió que “en su dimensión de burla crónica, gran subterfugio de los oprimidos, el relajo antillano nos ha servido de válvula de escape para resistir presiones políticas, económicas y vitales demasiado bravosas; nos irresponsabiliza, quizá, pero también nos defiende y nos da fuerza para resistir”.


Luce López-Baralt

Arturo Echaverría

Luego de un recorrido por personajes insignes de la obra de Luis Rafael Sánchez, la integrante de la Real Academia de la Lengua Española dejó en claro que “estamos lejos del ingenio amargo de Quevedo”.

Abundó al señalar que “somos distintos y nuestro humor da clara fe de ello. Sánchez ha alegrado el portento de escribir una novela triste que se lee con alegría. No es poco”, dijo.

“El lenguaje festivo del autor, cómplice del relajo caribeño, tiende a negar el mensaje social de desaliento y manifiesta, como la China Hereje (uno de sus personajes), una fortaleza y una vitalidad esperanzadoras.”