La gente le aplaudió de pie
Denise Dresser pidió defender
y amar a México
Presentó su libro El país de uno, y más de uno de los asistentes, lloró ante el discurso de la politóloga
La también periodista dijo que la clase media es privilegiada y por tanto está obligada a luchar por construir el país que queremos
Karina de la Paz Reyes
La politóloga Denise Dresser, presentó su libro El país de uno la tarde del 29 de abril en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2012 “Arte, Ciencia, Luz” de la Universidad Veracruzana (UV) en el foro al aire libre de la Casa del Lago, espacio que lució abarrotado con un público que agradeció de pie a la escritora con aplausos prolongados por minutos el inicio y conclusión de su participación.
“En México hay muchos que quieren desentenderse, pero un ciudadano tiene la tarea de salvar su país”, enfatizó la también profesora de Ciencia política en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) desde 1991. |
|
Dresser, dedicó la presentación de El país de uno a su colega periodista, quien fuera corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, Regina Martínez, asesinada la tarde del sábado 28 de abril en su domicilio particular en la ciudad de Xalapa.
“Escribí El País de uno para describir cómo hemos sido ese país somnoliento; ese país idiotizado; ese país mal educado; ese país conformista; ese país discriminador; ese país corrupto; de privilegios. Porque aunque es cierto que ciertas prácticas del pasado han sido enterradas, numerosos vicios institucionales asociados con el autoritarismo siguen ahí.
México no camina en dirección lineal hacia un mejor estado político y económico; más bien cojea hacia delante para después retroceder. México parece vivir en un permanente estira y afloja ante la posibilidad de cambio y los actores que buscan evitarlo; entre la ciudadanía anhelante y la clase política que se empeña en defraudar sus expectativas y por eso en mi libro hay un capítulo que se llama la Oportunidad desperdiciada.”
En ese capítulo, continuó, se habla del ex presidente Vicente Fox Quesada, quien “con el PRI pactó, ante el PRI se bajó, con Andrés Manuel López Obrador se obsesionó, ante los poderes fácticos se dobló y con Martha Sahagún se casó”.
“Digamos que en la nueva era todavía están sueltos los viejos demonios: la corrupción, el patrimonialismo, el rentismo, el uso arbitrario del poder y la impunidad con la cual todavía se ejerce. Por eso mi libro tiene un capítulo titulado ‘De dónde venimos’, ese lugar forjado por 71 años de priísmo, ese lugar donde se ve al gobierno como un sitio para la distribución del botín.”
A manera de analogía, mencionó la obra El Señor de los Anillos, donde Frodo es un héroe renuente, que no quiere asumir la tarea que le ha sido encomendada.
“Frodo preferiría quedarse a vivir en su pequeño pueblo y vivir en paz. En México hay muchos Frodos que piensan así, actúan así, quieren desentenderse así, prefieren criticar a quienes gobiernan en vez de involucrarse para que lo hagan mejor, eligen la pasividad complaciente, en lugar de la participación comprometida. Pero Frodo no tiene otra opción y el ciudadano mexicano tampoco la tiene.”
Continuando con la analogía, dijo que un ciudadano mexicano también puede romper los anillos que nos mantienen maniatados: el capitalismo de cuates; Carlos Slim, “la ballena de Chapultepec”; Televisa, “el cuarto poder que muchas veces se convierte en el primero”; los sindicatos abusivos, por citar algunos.
En ese sentido, exhortó a la acción individual y colectiva: “Son treguas contra el pesimismo, antídoto contra la apatía, recordatorio del destino imaginado, un ideario para combatir el desconsuelo que deja leer los periódicos o enterarse de la muerte de otro periodista.
La única esperanza ante el diagnóstico contenido en este libro El país de uno, se encuentra en esos mexicanos empeñosos, valerosos, combativos, que se niegan a participar en el colapso moral de este país. Los que insisten en la transparencia, en lugar de la opacidad, los que optan por la construcción en vez de la destrucción, los que se niegan a hacer parte del desmantelamiento. Yo creo que para ellos y para mí es imprescindible volver a México un país de ciudadanos”.
|