Sergio García Ramírez y Diego Valadés Ríos

Aseguraron Diego Valadés y Sergio García Fracasan acciones contra la violencia en el país Conviene meditar la idea de reasumir a las instituciones del Estado como empresas, para transformar la función pública en gerencia de bienes y servicios”: García Ramírez Las 201 reformas que se han elaborado para la Carta Magna no son el problema, sino que carecemos de un proyecto nacional de Estado y, por ende, de Constitución”: Diego Valadés Paola Cortés Pérez Después de recibir el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Veracruzana (UV), entregado por el rector Raúl Arias Lovillo, en sesión solemne del Consejo Universitario General, Diego Valadés Ríos y Sergio García Ramírez, juristas reconocidos a nivel internacional, señalaron en sus respectivas conferencias algunas estrategias que el país debiera optar para hacer frente a la violencia.

García Ramírez sostuvo que conviene meditar la idea de reasumir a las instituciones del Estado como empresas, para transformar la función pública en gerencia de bienes y servicios, debido a que durante la transición del Estado responsable al Estado incompetente, se puede agraviar a los más débiles, abandonados por la defección del Estado social.

Y agregó: “Es indispensable esta relectura en horas de revisión, que traen consigo el desmantelamiento de instituciones públicas, en paralelo con la invalidación del Estado y la pérdida de derechos y expectativas de un gran número de ciudadanos”.

Más adelante, el actual presidente de la Comisión de Debate del Instituto Federal Electoral, destacó que el estado de Veracruz fue el escenario que propició el alzamiento de las instituciones del Liberalismo y de la Revolución, y debe ser el mismo que inspire a las instituciones del futuro.

En relación con la UV, refirió que tendrá en sus manos el deber de avanzar en la obra de la construcción de las nuevas instituciones que el país necesita, “estoy seguro de que lo seguirá cumpliendo con grandeza”.

Está latente una nueva Constitución
Diego Valadés formuló algunas reflexiones sobre el presente y porvenir constitucional del país, como reformar, reescribir o sustituir la llamada Carta de Querétaro, pues “la lista de agobios es muy extensa. Incluye pobreza, desigualdad, violencia, corrupción y muchos otros síntomas que constatamos a diario y que denotan anomia”.

Pronunció que se acerca el momento en que tendremos que responder a las preguntas ¿qué hacer con la Constitución?, ¿reformarla, rescribirla, sustituirla?

Las 201 reformas que se han elaborado para la Carta Magna –la llamada Carta de Querétaro–, consideró, no son el problema, sino que “carecemos de un proyecto nacional de Estado y, por ende, de Constitución”.

A decir del destacado jurista, a finales del siglo XX se formularon propuestas de una nueva Constitución o una Constitución reformada; sin embargo, “rozábamos los límites de lo que el poder estaba dispuesto a ceder”.

Hoy día, añadió, la exigencia de una nueva Constitución no está presente, no obstante sí está latente. En el último lustro el país ha “padecido una violencia desusada y desmesurada”; también, “sufre el flagelo” de la pobreza en una dimensión sin precedente”.

Planteó como probable que el límite cronológico para elaborar una nueva Constitución se ubique en 2017, a 100 años de su promulgación. “Un lustro nos separa del momento en que la nación debatirá acerca de la pertinencia de la Constitución”, advirtió.

“Con esta esperanza podremos contestar, ¿qué hacer con el Estado y la Constitución? Creo que la respuesta es sencilla: tenemos que hacer por los mexicanos de mañana, lo que los mexicanos de ayer hicieron por nosotros, vencer resistencias y superar obstáculos; hay riesgos sin duda, las tentaciones regresivas están presentes, pero el temor que paraliza destruye, los peligros existen para ser sorteados.”

Concluyó que el estancamiento del país “durará tanto como seamos capaces de consentirlo o como no seamos capaces de cambiarlo”.

Violencia: falta de restructuración del Estado
Asimismo, los Honoris Causa coincidieron en que las acciones emprendidas para combatir la violencia en el país han generado más hechos violentos que lastiman la integridad de los mexicanos.

“Desde luego la delincuencia ya existía, pero la forma de hacerle frente y superarla es evidente que ha fracasado, de otra manera no estaríamos viviendo las tragedias cotidianas que todos los ciudadanos deploramos”, expreso Valadés Ríos.

García Ramírez opinó: “Desgraciadamente se han registrado hechos de violencia de suma gravedad en todo el país, esto pone de manifiesto que las acciones emprendidas no están dando los resultados apetecidos y que hay que hacer una cuidadosa ponderación de cuál va a ser el siguiente paso, el siguiente trecho del camino para combatir la violencia”.

Al cuestionarles si la situación que se vive en el país es producto de un Estado fallido, Valadés Ríos señaló que el fenómeno es multifactorial y producto de una falta de restructuración del Estado.

“Mientras no fortalezcamos el sistema representativo y no tengamos un sistema de responsabilidades políticas para que quien cumplan mal sea objeto de sanción también política, entonces los ciudadanos no podremos darles más facultades a las autoridades, así sea para combatir el delito”, enfatizó Valadés.

“Si el Estado ha fallado o no, está a la vista; que cada quien dé su diagnóstico, pero el diagnóstico común es que tenemos un panorama insoportable de violencia y que hay muchas maneras de enfrentarlo y de resolver; desgraciadamente aunque se esté enfrentando no se está resolviendo”, indicó.

Finalmente, aclaró que la inseguridad es una respuesta inmediata a la falta de expectativas en la juventud, a la desigualdad social, la injusticia, el desempleo, a los salarios insuficientes; son muchos los factores que tienen que verse en conjunto, porque “toda la estructura social está propiciando este flujo de violencia”.