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Año 10 • No. 483 • Mayo 21 de 2012 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Afirmó ganadora del Premio Weizmann 2002

La astronomía vive una época de oro

" Necesitamos mano de obra que ayude a las numerosas
investigaciones en marcha”: Mayra Osorio

David Sandoval

En la actualidad, la astronomía vive una época de oro gracias a los constantes descubrimientos y al mejoramiento de la tecnología, aseveró Mayra Osorio Gutiérrez, investigadora mexicana que labora actualmente en el Instituto de Astrofísica de Andalucía, España y egresada de la Facultad de Física de la Universidad Veracruzana (UV).

Invitada por el Departamento de Física de la Facultad de Física e Inteligencia Artificial de esta casa de estudios, Osorio Gutiérrez participó en el IX Encuentro Xalapeño de Física con la conferencia “Avances e incógnitas en el proceso de formación de las estrellas”.

“Actualmente la astronomía tiene una época dorada con la puesta en marcha del instrumento ALMA (Atacama Large Millimeter Array) que opera a longitudes de onda de nivel milimétrico, que es donde principalmente se originan las cosas: ya sea formación de galaxias, formación de estrellas o formación de planetas”, explicó la ponente.

Ubicado en el desierto de Chile que le da su nombre, el radiotelescopio ALMA cuenta con 54 antenas de 12 metros de diámetro y en su máxima separación alcanza 18 kilómetros de distancia.


Estudiantes que asistieron a la conferencia del
Premio Weizmann 2002

ALMA surge de una asociación internacional entre países de Europa, Norteamérica y Asia del Este en cooperación con Chile, y es considerado por los expertos como el mayor proyecto astronómico hasta la fecha.

Mayra Osorio expresó que instrumentos como éste analizan un ángulo de resolución y ejemplificó con la observación a simple vista de la luna llena: “Es un concepto difícil de explicar, pero si se mira la luna en una noche oscura, tiene mil 700 segundos de arco, ésa es su escala física angular. En cambio, un sistema solar como el nuestro, de una unidad astronómica, colocado a siete mil años luz, tendría un tamaño angular de 0.4 segundos de arco; para estudiar esos detalles necesitamos instrumentos con dicha resolución angular o menor. Mientras más distante, el ángulo es más pequeño, no más grande”.

La también ganadora del Premio Weizmann de la Academia Mexicana de Ciencias en 2002, reconoció además la importancia de utilizar el radiotelescopio: “Todos los astrónomos vivimos muy estresados, en competencia feroz para obtener el tiempo, y una vez que obtengamos el tiempo, estaremos en competencia feroz por publicar los datos, porque si pasa un año y uno no publica los datos, caducan y los pueden tomar otros astrónomos para su publicación”.

El radiotelescopio ALMA es posible gracias al consorcio de varios países que han invertido más de 14 mil millones de dólares y recién comenzó operaciones hace seis meses; en ese sentido, manifestó además su entusiasmo porque en junio próximo le será posible hacer observaciones para su trabajo de investigación.

“Indudablemente el trabajo en dichas instalaciones nos dará muchas pistas acerca de la formación de nuestro sistema solar y la formación de nuestra tierra, por eso invito a todos los estudiantes a considerar esto y que viene una época muy importante en la astronomía donde se harán grandes descubrimientos, por ello necesitamos gente que pique piedra y aporte ideas para seguir contribuyendo, como astrónomos mexicanos, al proceso de formación estelar”.