El teatro, labor emocional en todos sus aspectos

La Compañía Titular de Teatro de la UV reestrenará la obra El atentado

Juan Carlos Plata

Por lo general, lo emocional se relaciona sólo a la parte actoral; sin embargo, el trabajo técnico y de organización de una compañía teatral también tiene una carga emotiva sumamente relevante para el resultado final, que es la presentación de una obra de teatro, aseguró Cariño Selene, integrante de la Compañía Titular de Teatro de la Universidad Veracruzana (Orteuv).

“El teatro se trata de recrear la condición humana y todos los involucrados en un montaje debemos trabajar en ese sentido. Incluso el técnico de iluminación, más allá de que tiene una indicación precisa, debe tener una sensibilidad para saber cuándo y cómo hacer un cambio de luces en el escenario; se trata también de que la energía de todos esté concentrada en sacar el proyecto delante de la mejor manera posible. Es definitivamente una labor totalmente emocional”, aseguró.

Aspecto de la obra El atentado

Este sábado 16 de junio, la Orteuv reestrenará la obra El atentado (escrita por Jorge Ibargüengoitia y dirigida por Enrique Singer), montaje que, a decir de Selene –quien funge como asistente de dirección–, es sumamente exigente ya que todos los elementos de la compañía participan en escena y en la producción. “Trabajar la asistencia de dirección me ha permitido ver todo el esfuerzo desde fuera, todo lo que se requiere para hacer un montaje; como actor debes estar muy concentrado en tu personaje y en lo que te toca hacer y es difícil darse cuenta de todo el trabajo que hay alrededor de eso. Estar involucrado en todos estos otros aspectos te hace, como actor, darte cuenta que realmente se trata de un trabajo de mucha gente”, sostuvo.

Por su parte, Marco Rojas, también miembro de la Orteuv y asistente de dirección del montaje de El atentado, sostuvo que “para un montaje todos los participantes deben entenderse como una unidad porque todos trabajamos para crear una ilusión escénica que es sumamente frágil, se puede romper con cualquier cosa. Es una labor que requiere que todos –actores, productores, iluminadores, tramoyas, escenógrafos y demás– trabajen en conjunto para crear esos momentos”.

Rosalinda Ulloa, quien representa un papel en la obra, aseguró que como actor se debe hacer un trabajo muy intenso para preparar un montaje y que la hora y media o dos horas que el espectador ve en una función son sólo la última parte de todo el proceso.

“Un montaje regularmente requiere de un mes o mes y medio de trabajo muy intenso, depende de lo que busque el director y de su manera de trabajar. Hay algunos que te dan chance de improvisar y aportar detalles a los personajes y las escenas, hay otros que traen ya su plan muy bien estructurado y que te piden cosas muy específicas en cada escena”, explicó.

Para la experimentada actriz Miriam Cházaro, contrario a la creencia popular, un actor no vive y convive con sus personajes en su vida cotidiana. “No puedes ir por la vida cargando a tus personajes, para eso está el escenario. Lo que más me gusta de ser actriz es precisamente la oportunidad de recrear la realidad y saltar de un personaje a otro”.

Rogerio Baruch, quien también representa un papel en El atentado, sostuvo que el trabajo actoral requiere de mucho trabajo para llegar a las funciones: “La memorización de los parlamentos se da de manera natural pero luego de muchos días de trabajo, de repasar a conciencia el guión y ensayarlo, y en el proceso uno debe hallar elementos que lo ayuden a tenerlos frescos en la mente, puede ser una vivencia personal o el vestuario de sus compañeros de escena”.

Para Cariño Selene El atentado es un proyecto de mucha relevancia en lo social, “porque tiene mucho que decir y ver con la realidad que vivimos actualmente. Nos pone frente a la pregunta de cuántas cosas verdaderamente han cambiado en el país después de tanto años. Ibargüengoitia tomó un momento de la historia –el asesinato de Álvaro Obregón, a manos del cristero José de León Toral– para construir su dramaturgia y resulta fue un discurso sumamente vigente en su época, 40 o 50 años después del hecho, y curiosamente sigue siendo vigente casi 100 años después”.

El atentado se presentará del 16 al 30 de junio y del 3 al 12 de agosto en la sala “Dagoberto Guillaumín” del Teatro del Estado, los viernes a las 20:30 horas, sábados y domingos a las 19:30.

El costo del boleto es de 60 pesos entrada general y 40 pesos estudiantes e INAPAM y estarán a la venta en Teatro La Caja (Calle La Pérgola s/n, Zona Universitaria, Xalapa) de martes a viernes de 10:30 a 15:00 horas, y en la taquilla del Teatro del Estado los días de función a partir de las 17:00.