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Año 11 • No. 489 • Agosto 6 de 2012 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Aseguró investigador

Veracruz pierde especies de tortugas marinas

Entre las causas está su ingesta de bolsas de plástico, porque las confunden con medusas

Karina de la Paz Reyes

De las cinco especies de tortugas marinas que tradicionalmente arribaban a las costas veracruzanas y las utilizaban como sitios de anidación, la caguama y la laúd están casi desaparecidas, la carey presenta una población muy baja y sólo la lora y la verde mantienen una reproducción importante gracias a los centros tortugueros, informó Jorge Morales Mávil, investigador del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV).

Lo anterior forma parte de una investigación financiada por el Consejo Veracruzano de Ciencia y Tecnología (Covecyt) –Fondos Mixtos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Gobierno del Estado– que actualmente está vigente y tiene como campo de trabajo toda la entidad.



Jorge Morales Mávil
Morales Mávil explicó que tanto la tortuga lora como verde anidan principalmente en el norte de Veracruz (Tuxpan, Tecolutla y Nautla). La primera a partir de marzo y hasta mediados de junio; la segunda, en los meses siguientes, hasta septiembre y parte de octubre. En el caso de ambas especies se tienen registros abundantes.

“Existen más de 20 centros tortugueros distribuidos en toda la costa del estado y son iniciativa de grupos locales, administrados o apoyados por diversas dependencias del gobierno estatal y federal; su existencia ha sido relevante porque han provocado que en las playas, sobre todo del norte, el número de tortugas lora y verde se incremente de manera significativa. Hay zonas donde se han detectado hasta mil ejemplares”, destacó.

No obstante, especies de tortugas que en otros tiempos parecían abundantes, como es el caso de la carey, han disminuido considerablemente, dijo el entrevistado.

“La tortuga carey mucho tiempo estuvo amenazada por su captura, sobre todo por el carapacho que es muy cotizado. Esta tortuga tenía mejores poblaciones en el sur, en la zona de Los Tuxtlas y algunos individuos aislados en el centro y norte. Pero los estudios que hemos realizado en los últimos tres años nos muestran que sus producciones en el estado han bajado ampliamente”, subrayó.

Una especie más, la tortuga caguama, que es muy cotizada por su aceite, en la actualidad también se encuentra en la entidad en poblaciones muy reducidas. “Existe en el Pacífico, pero en el estado de Veracruz, que es donde la estamos estudiando, solamente hablamos de individuos aislados que aparecen esporádicamente en la zona norte y alguna en la sur”.

La quinta especie se conoce como laúd, una tortuga gigante que puede tener un carapacho de hasta dos metros de longitud, de la cual desde que se inició el estudio por parte del Instituto de Neuroetología de la UV no se ha registrado ningún nido en las costas veracruzanas.

Morales Mávil explicó que las causas para que las tortugas no estén eligiendo las playas veracruzanas, obedecen a distintos motivos. Uno de ellos es el ahogamiento que sufren dado a que son pescadas por las redes de los barcos; otro es por problemas gástricos ocasionados por la ingesta de bolsas de plástico, las cuales consumen porque las confunden con medusas –su alimento principal- y otro motivo es el robo de sus huevos.

El investigador dijo que otro factor importante para que los quelonios hayan emprendido la retirada es porque “muchas de las playas en el estado han ido reduciendo su amplitud y eso es un problema como sitio de anidación de las tortugas”, aunque estos datos “todavía no son concluyentes”, mencionó.

Otra probable razón que aleja a las tortugas marinas es la iluminación de las playas: “Cuando las tortugas salen del nido, inmediatamente viajan al mar y se dice que se guían por magnetismo, pero también por la luz que reflejan las olas del mar o la luna, la presencia de hoteles, restaurantes, en sentido opuesto al mar, puede afectar a las recién nacidas y se desorientan, en lugar de irse al mar viajan hacia las dunas y eso provoca que sean depredadas por gatos, perros, aves, tlacuaches.”

El conservar una especie es importante por el simple hecho de tratarse de un ser vivo; no obstante, las tortugas marinas tienen muchos elementos que los promueven como uno de los reptiles más interesantes que existen en la naturaleza, resaltó el investigador de la UV.

“Son de las especies que evolutivamente no han cambiado desde hace miles de años. Han permanecido intactas. Quizá junto con los cocodrilos son de las especies que han permanecido intactas morfológicamente. Si han permanecido tanto tiempo en la naturaleza, quiere decir que son elementos indispensables de los ecosistemas marinos”, subrayó.

Adundó que cada especie de tortuga marina se alimenta de diferentes dietas, algunas lo hacen con animales como las medusas, otras más comen plantas marinas como las algas; por lo tanto, “forman pieza importante en las pirámides y cadenas tróficas.

Especies frugívoras tropicales
La permanencia de algunos árboles en la selva de Los Tuxtlas depende, en gran medida, de las especies que se alimentan de sus frutos y se encargan de dispersar sus semillas, sostuvo Jorge Morales Mávil.

El especialista comentó que en los estudios que ha realizado en bosques tropicales del estado, como es el caso de Los Tuxtlas, observó que las iguanas verdes y negras, así como tucanes y primates –mono araña y aullador- son potenciales dispersores de semillas y, por consecuencia, responsables en cierta medida de la permanencia y dispersión de la heterogeneidad vegetal de las especies arbóreas.

Entre las especies tropicales que se ven beneficiadas por las iguanas figuran: jobos (Spondias mombin), las especies de higos o higueras (Ficus) y el árbol de pimienta dioica, entre otros.

“Es un proceso de interacción mutualista, es decir, hay un beneficio mutuo entre los árboles y los animales para poder establecer sus propios beneficios”. Toda vez que a los árboles les conviene que sus frutos sean comidos por algunas especies de frugívoros, pues luego de ingerirlos viajan y por efecto de excreción liberen sus semillas y se reproducen en sitios lejanos; por otro lado, a los animales les conviene por obtener un recurso alimenticio.

Agregó que esa interacción de frugívoros y plantas “es tan especializada, que hay especies arbóreas que requieren ser consumidas por aves, otras por mamíferos y otras más que son favorecidas por animales que tienen un proceso digestivo lento, como es el caso de las iguanas.”

En un caso hipotético, “si quitáramos a los reptiles o las iguanas (concretamente) de este proceso de interacción, algunas especies arbóreas que se verían perjudicadas”, subrayó el investigador.

Aclaró que en general, los árboles tropicales son los que se benefician más de esta interacción con los vertebrados frugívoros. En el caso de los árboles de bosques templados, sobre todo los de pino, tienen más dispersión por el viento o agua.

En ese sentido, enfatizó que “la permanencia y dispersión de la heterogeneidad vegetal de las especies arbóreas en el bosque tropical, depende en gran medida de esta interacción con los vertebrados frugívoros”.