Gira por Minatitlán, Acayucan y Huazuntlán

Los Corredores Culturales nos hacen sonreír: estudiantes

La sede Las Selvas de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) fue el último punto de la gira de los Corredores Culturales que organiza la Dirección General del Área Académica de Artes.

Con talleres y la presentación de una obra de teatro –también se presentó un grupo de música de cámara en otras ciudades del campus– culminaron aquí dos días de trabajo con un peculiar diagnóstico de los estudiantes: “estas actividades nos hacen sonreír”.

Creado para difundir las actividades de las facultades de Artes y, al mismo tiempo, apuntalar la formación integral de los estudiantes de la institución, el programa Corredores Culturales se ha vuelto también un espacio de convivencia e intercambio… de conocimientos y sonrisas. La experiencia comenzó el lunes 17 de septiembre en la Facultad de Trabajo Social en Minatitlán, con talleres de hip hop y danza africana, que tuvieron alrededor de 25 participantes cada uno y posteriormente con el concierto didáctico Homenaje sonoro a Jorge Cuesta, que llenó el aula magna de la Facultad.

Armado con cello, violín y viola, Juan Carlos Domínguez –egresado de la Facultad de Música– equiparó el lenguaje literario con el musical y dio origen a un homenaje sonoro al poeta cordobés Jorge Cuesta, que no sólo consiste en la musicalización de los poemas, sino una reinterpretación de éstos a través del lenguaje musical.

Para el martes 18, el Homenaje sonoro a Jorge Cuesta y el taller de hip hop se presentaron en la Facultad de Ingeniería en Sistemas de Producción Agropecuaria (FISPA) de Acayucan; mientras que en la sede Las selvas de la UVI se llevaron a cabo los talleres de salsa, danza africana y cartonería y se presentó la obra de teatro Exceso de equipaje, a cargo del colectivo de improvisación teatral Siete Cabezas, dirigido por Adriana Duch.

La obra, basada en ejercicios de improvisación, tuvo espacio para que el público sugiriera líneas de acción y desarrollo de la trama. Interacción que involucró a los estudiantes con la puesta en escena y con los procesos de creación artística y de improvisación.

Aspectos de la gira Corredores Culturales

“La convivencia es distinta, nos vemos todos los días, pero interactuar con mis compañeros haciendo una actividad divertida, participando del baile, o disfrutando la música le da un significado distinto al estar juntos y al compartir”, aseguró una estudiante de Trabajo Social. “Y no sólo se trata de divertirse, aprendemos cosas; a simple vista parece que sólo estamos bailando, pero los talleristas nos explican que el movimiento nos sirve para la coordinación, aprendemos a relacionar nuestro cuerpo con el ritmo”, sostuvo otro. En Huazuntlán, la totalidad de los estudiantes de la sede Las Selvas participaron en tres talleres que se llevaron a cabo en un aula, en el patio y en el espacio de la cafetería. “Desafortunadamente no tenemos actividades de este tipo con regularidad, por eso desde que nos avisaron nos apuntamos a todo, queríamos participar porque sabemos que son talleres entretenidos y que nos sirven mucho en nuestra formación”, dijo una estudiante. “Los Corredores Culturales ya habían venido una vez con talleres de juguete tradicional, de danza y música. Nos gusta mucho la experiencia, nos hace sonreír, nos ayuda mucho a expresarnos en un lenguaje diferente”, expresó una más.

La delegación de las facultades de Artes que acudió a los corredores estuvo conformada por Jorge Córdoba Moctezuma (taller de hip hop), Xóchitl Gamboa Campos y Kaleb López Castillo (taller de salsa) y Mirna Gómez Silva (taller de danza africana), de la Facultad de Danza; Demetrio Patraca Cruz y Luis Fernando Olmedo Basilio (taller de cartonería y alebrijes), de la Facultad de Artes Plásticas.

Rielen Rebeca Pineda Osuna, Alberto Rodríguez Sangabriel, Ricardo García Aparicio y Fernanda Lara, del colectivo de improvisación teatral Siete Cabezas y estudiantes de la Facultad de Teatro; coordinados por la académica y actriz Adriana Duch.

Catalina Martínez Rivera (cello), Alfredo Cervantes Piedra (viola), Rogerio Pérez Tec (violín) y José Roberto Salazar Casco (tenor), estudiantes de la Facultad de Música, participaron en el Homenaje sonoro a Jorge Cuesta.