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Año 12 • No. 505 • Noviembre 26 de 2012 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

El arte debe llegar al corazón de las personas: Vicario

Un pintor, un fotógrafo, un actor de teatro y una bailarina dialogaron
sobre “El cuerpo como objeto e instrumento del arte”

Karina de la Paz Reyes

Cualquier disciplina artística como el teatro, la danza, la fotografía y la pintura busca una manera diferente de expresar el cuerpo y desligar la belleza humana de la del alma, coincidieron especialistas el pasado viernes 16 de noviembre en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades, en la mesa redonda “El cuerpo como objeto e instrumento del arte”.

El evento formó parte de las jornadas académicas “Los andares del cuerpo” que organizó la línea de investigación “Cuerpo y sexualidad” de la Licenciatura en Antropología Histórica de la Facultad de Antropología.



Artistas y académicos dialogaron sobre el cuerpo
como objeto del arte
Participaron el pintor y muralista David Triano Seceña, el fotógrafo Héctor Vicario Montiel, el teatrista Domingo Adame Hernández y la bailarina Sara Tolosa.

“A mí me gusta crear y hacer coreografía. Es algo en lo que yo me enfoco mucho. Descubrir el cuerpo convirtiéndose en otros cuerpos a partir de acciones, precisamente. Por ejemplo caer, levantarse, caminar, parar, voltear, sonreír.

”Yo tengo un solo que le monté a una chica de la compañía, pero esta vez me tocó bailarlo a mí –hace poco en Morelia– y habla de una pasarela de una modelo, una de las críticas que se expresaron fue que era interesante ver una coreografía de modelo no teniendo una fisonomía de modelo o de la idea que tenemos de ella”, compartió Sara Tolosa, integrante de la Compañía Las Sangres Danza de la UV.

David Triano, también catedrático de Antropología, compartió: “Hace muchos años tomábamos clases de modelo al desnudo en Artes Plásticas, y dibujábamos todos los días y nos llevaban distintos modelos –hombres y mujeres–, a veces llevaban mujeres muy guapas, con cuerpos muy bellos, y en alguna ocasión llevaron a una chica muy guapa y otra de tez negra que se dedicaba a la prostitución. Por mayoría de votos elegimos a la mujer negra, que no tenía un cuerpo bello pero que expresaba más que la otra chica.

”Con eso quiero decir un poco de lo que trata uno de encontrar en el cuerpo humano. Es tratar de hallar qué es lo que me está diciendo, qué es lo que yo quiero decir. Es un intercambio total para tratar de expresar algo.”

El actor de teatro Domingo Adame expuso que la manera de convertirse en cuerpos vivos, capaces de actuar plenamente no sólo en el teatro, sino en la vida, es a través de la integración de todos los elementos que nos constituyen, los biológicos –físicos y mentales– y los del ser interior, es decir, los de la parte emotiva.

“Si uno no sabe cómo actuar en la vida, evidentemente no va saber cómo actuar en el teatro, y lo que vemos en el teatro cuando hay personas que no han aprendido a actuar en la vida son solamente gestos, actitudes completamente artificiosas, que en lugar de permitirnos una verdadera conexión con lo humano, nos alejan de ello”, enfatizó Adame.

Lo anterior fueron sólo unos fragmentos de la mesa redonda que resultó de interés para los presentes, pues entre las intervenciones de cada uno de los artistas y la interacción con el público, se extendió por cerca de dos horas.

Un planteamiento que se sometió a debate entre el público y los ponentes fue si todo ser humano hace arte en la vida cotidiana, sin necesariamente ser considerado un artista en la sociedad. Al respecto se escucharon posturas a favor
y en contra.

“En mi opinión, el artista, al que yo considero con esa palabra, es a Marc Chagall, por una experiencia muy personal: fui a la Ciudad de México a ver una exposición de él y llegó un momento en que las lágrimas empezaron a fluir; eso, creo yo, debería ser la aspiración del arte, llegar al corazón de las personas y trascenderlo, pero de ninguna manera estoy de acuerdo en que todos somos artistas”, opinó Héctor Vicario.