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Año 12 • No. 511 • Febrero 18 de 2013 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Sala de Conciertos Tlaqná

El trabajo es arduo, pero damos el mejor esfuerzo: trabajadores

Tlaqná está diseñada de manera geométrica rectangular, forma que contribuirá a la excelencia acústica

carlos hermida y susana castillo
Fotos: Carlos Hermida

La construcción de Tlaqná, la Sala de Conciertos de la Universidad Veracruzana (UV), luce en todo su esplendor. Todos los días, alrededor de 300 empleados trabajan en total sincronía para hacer este sueño realidad, quienes comentaron que el trabajo es arduo y más bajo el cambiante clima de Xalapa: un día pueden trabajar con niebla y llovizna, y al siguiente realizar sus labores bajo los fuertes rayos del sol.

Todo se hace meticulosamente y con una coordinación impecable. Por ejemplo, se puede ver a alguno de ellos cortar bloques de piedra con maquinaria especializada, mientras alguien más recoge los pedazos para entregarlos a otro compañero que los cincelará para, posteriormente, colocarlos en las bardas que crecen horizontal y verticalmente, ante la mirada satisfecha de los supervisores.

En otra parte de la construcción se observa cómo un grupo de albañiles abre paso a un par de camiones que transportan cemento y cal. En cuestión de minutos éstos son vaciados gracias a la cadena humana que comienza en la batea de los mismos, y que termina en la zona de bodegas. A un costado, un trascabo levanta piedras para dejar despejada la zona.

En el techo de la construcción varios trabajadores laboran con atornilladores, tanques de gas y taladros, herramientas que usan para colocar e impermeabilizar el recubrimiento. Carlos Lamas, el arquitecto encargado de coordinarlos, comentó que dicho trabajo debe ser realizado con sumo cuidado, pues de éste dependerá en gran parte la magnífica acústica con la que contará la sala.

En el interior de la obra, dos empleados trabajan en los acabados de las escaleras principales, mientras otro par, montado en una estructura de hierro y madera, revisa la parte interior del techo y vigila cuidadosamente que
ningún detalle pase inadvertido. Cerca de ahí, una veintena de hombres coloca los tubos y ductos que formarán parte de la estructura del aire acondicionado.

En otro sector de la construcción, un grupo de obreros con uniforme verde, distintivo del equipo de jardineros, se ocupa del embellecimiento de las áreas verdes que rodearán esta magnífica obra; bromean y se dan ánimos, mientras una docena de ellos traslada, con poleas improvisadas, una palmera de casi una tonelada de peso.

"El horario es de ocho a seis, de lunes a sábado", comentó Pedro Torres, empleado de una de las constructoras que desarrollan el proyecto, al momento que toma un descanso para beber agua. Su hora de comida es de una a dos, justo en el momento en el que el sol "pega más duro".

En ocasiones el trabajo es pesado; sin embargo, todos ponen su mejor esfuerzo, debido a "la importancia de la obra", ya que consideran un privilegio trabajar en la construcción de la que, no tienen duda, "será una de las salas de concierto más hermosas del mundo".

Antecedentes
El 31 de enero de 2005, el entonces gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, y el rector Raúl Arias Lovillo, anunciaron la construcción de la Sala de Conciertos de la UV. El ex mandatario informó que el estado aportaría, inicialmente, 40 millones de pesos, y las autoridades universitarias señalaron que la obra requeriría de la colaboración de empresarios, industriales y la sociedad xalapeña para su desarrollo.

Miguel Ángel Ehrenzweig, quien fungía como director de Proyectos y Construcciones de la UV y a la fecha es el encargado de este proyecto, anunció que la obra se ubicaría en la meseta localizada frente a la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) del Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte, sobre un predio de casi cinco hectáreas.

Más adelante, se informó que la obra consta de más de 16 mil metros cuadrados; la sala principal es de mil 700 metros cuadrados; tendrá una capacidad para mil 350 espectadores; cinco secciones de palcos; escenario de 190 metros cuadrados, con espacio para 100 músicos y 100 coristas; estacionamiento para 120 automóviles; además de contar con fonoteca, biblioteca, camerinos, lobby, tienda y cafetería.

Asimismo, el proyecto completo comprende vialidades, plataformas, terrazas y obras de infraestructura eléctrica e hidrosanitarias, además de un estacionamiento.

Paulatinamente, especialistas en construcción y acústica, así como personalidades destacadas del ámbito artístico, cultural y empresarial, se sumaron a Tlaqná.

El 3 de septiembre de 2012, el ejecutivo estatal Javier Duarte de Ochoa anunció, en pleno informe de labores del rector Raúl Arias Lovillo, la donación de 80 millones de pesos para concluir la obra, mismos que fueron entregados al día siguiente.

Esta cantidad se sumó a las aportadas por el Congreso de la Unión y Conaculta, el empresario Roberto Hernández, Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) de la SEP; y Secretaría de Desarrollo Social, Urbano y Medio
Ambiente estatal.

En la misma fecha, Rafael Tovar y de Teresa, dijo que para el modelo de gestión que se implementará en Tlaqná tomaron como referencia al Auditorio Nacional, la Sala Nezahualcóyotl, el Teatro León y el Teatro Mayor, este último ubicado en Bogotá, Colombia.

Un mes más tarde, en noviembre, se notificó que a partir de 2013 se modificaría la vialidad del Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte, en el que, de acuerdo con cifras proporcionadas por la Fundación UV, existe un flujo vehicular diario superior a mil 400 unidades, mientras que en un día de actividades promedio, alrededor de cuatro mil personas transitan por esta zona universitaria.

Por lo anterior, hay dos opciones para trasladarse hacia la USBI: una por la parte trasera de la Sala de Conciertos y la otra por la vialidad que recorre la parte baja del campus, donde se localizan el invernadero y el Inbioteca.

La razón por la cual se cerró el acceso es la construcción del vestíbulo, andador y acceso principal a la nueva Sala de Conciertos; asimismo, se trabaja en mejorar el cruce de peatones tanto al interior como al exterior
del campus.

Tlaqná abrirá sus puertas en junio
Miguel Ángel Ehrenzweig Sánchez, coordinador general del proyecto, informó en enero que la Sala de Conciertos de la Universidad es una obra muy importante y tal vez, en este momento, uno de los retos más fuertes que tiene esta casa
de estudios.

Además, expresó que la inauguración de la misma está programada para junio de este año, y que la inversión económica asciende, aproximadamente, a 390 millones de pesos.


Cortesia: osx

Página web
Por otra parte, la directora general de Tecnología de la Información, Elsa Ortega Rodríguez, presentó la propuesta de una página web para dar a conocer al mundo la Sala de Conciertos Tlaqná. Adelantó que posteriormente se presentará la que será la página permanente, en la que se difundirán las actividades que se realizarán en este complejo, así como los detalles del inmueble.


Cortesia: osx