Dirección de Comunicación
Universitaria
Departamento de Prensa
Año 12 • No. 514 • Marzo 11 de 2013 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

En las artes no hay recetas: Lutz Forster

El bailarín alemán, que trabajó durante 35 años con la legendaria Pina Bausch, impartió un taller y sostuvo un encuentro con estudiantes de la Facultad de Danza

 

Para que la gente se interese en tus obras, tanto en danza como en cualquier otra disciplina artística, no existe una receta; sólo el trabajo honesto y constante, además de una disciplina técnica y creativa, puede llevar al éxito, que es y debe seguir siendo un milagro, aseguró el bailarín alemán Lutz Forster que impartió un taller y sostuvo un encuentro con estudiantes de la Facultad de Danza de la Universidad Veracruzana (UV).

“Si yo tuviera una receta para ser exitoso en la danza sería millonario, los jóvenes estudiantes deben entender que eso no existe. El hecho de que la gente se interese en lo que haces, en danza y en cualquier otra expresión del arte, es un milagro, y debe ser un milagro”, sostuvo.

Puso como ejemplo el proceso que vivió como miembro de la compañía de la legendaria coreógrafa y bailarina Pina Bausch: “Durante muchos años nadie iba a ver a la compañía de Pina porque todo mundo quería ver ballet y después, en base a un trabajo muy fuerte, el panorama cambió y Pina logró esa conexión con las personas. Ella siempre fue honesta, sus espectáculos tomaban forma porque pensaba que si ella tenía interés en un tema en particular, seguramente habría más personas que lo compartirían. Conectar con el público es una cuestión de trabajo, de constancia, de paciencia”.


Al hablar sobre los prerrequisitos necesarios para dedicarse a la danza, Forster sostuvo que él es un ejemplo viviente de que las reglas son para la gente sin imaginación.

“Hay gente que dice que hay una edad para dejar de bailar, dicen que hay una edad propicia para empezar, dicen que un bailarín debe tener ciertas condiciones corporales, la gente dice muchas cosas.

Yo empecé a bailar a los 21 años y todo mundo me decía que ya era demasiado viejo, que era demasiado alto, que no podía ser bailarín y 38 años después aquí sigo, bailando. La danza, como en cualquier otra actividad, la hacen seres humanos, y cada persona es diferente”, dijo.

Y –de acuerdo con Forster– es esa filosofía humanística la que fundamenta el trabajo de la Universidad de las Artes Folkwang, de la que él es académico.

“Lo que hoy en día se llama idea Folkwang, se trata de unificar a las artes, se trata de enseñar música, danza y teatro de una manera coordinada, no separándolas por disciplinas, ahora mismo la universidad es mucho más grande y tiene muchos más departamentos, pero la idea sigue siendo la misma, brindar una formación integral”, sostuvo.

Eso implica, aseguró, que los bailarines son vistos como humanos, no sólo como bailarines y que la técnica es igual de importante que el desarrollo de la personalidad y la creatividad del bailarín.

Lutz Forster dijo que la danza es una de las formas de expresión más antiguas del ser humano y se da en todos los países, de diferentes maneras pero siempre tiene el mismo sentido.

“En la Universidad de las Artes Folkwang ahora mismo tenemos estudiantes de 30 países diferentes y no existen problemas porque alguien no entienda la manera de bailar de otro; al contrario, las posibilidades de intercambio de experiencias y de sentidos son infinitas y en esa mezcla de culturas y orígenes las personas aprenden de sus colegas y se enriquecen.

Esa convivencia cercana con gente tan diversa es un gran regalo para ellos como estudiantes y para mí como maestro”, expresó.

Con cerca de 40 años de experiencia en la danza, Forster aseguró que después de la muerte de su amiga y mentora Pina Bausch ha pensado varias veces en el retiro.

“Pero después me digo: ¿por qué? Cuando te haces viejo las cosas se vuelven ciertamente un poco más difíciles, pero también puedes decir cosas que antes no pensabas, puedes hacer cosas con más calidad.

Es curioso que cuando todo se vuelve más difícil con el cuerpo al mismo tiempo tienes otras posibilidades de discurso”.

Lutz Forster se formó como bailarín en la Academia Folkwang y participó en la compañía del mismo nombre, en 1975 se integró a la compañía Tanztheather Wuppertal de Pina Bausch, con la que participó en giras por cuatro continentes.

Ha bailado en obras de destacados coreógrafos como José Limón, Anna Sokolow, Meredith Monk, Robert Wilson
y Pina Bausch.

Actualmente es académico de la Universidad de las Artes Folkwang y ha sido profesor invitado en la Bochum Dance Theatre, el Reinhild Hoffmann, el Bremen Tanztheather, el Dance Theathe Basel, el Modern Dance Theatre Ankara y en universidades de México, Estados Unidos, Turquía, Austria, Hong Kong y Austria.