Está registrada en el PNPC del Conacyt
Calidad, principal aval de la maestría en Antropología: Félix Báez
Ha incrementado su demanda de la primera a la segunda generación, por la posibilidad que tienen los estudiantes de recibir una beca del Conacyt
El plazo para inscribirse vence el 31 de marzo
Contiene tres ejes: la identidad, el patrimonio y la arqueología, y la relación lengua
y sociedad
La maestría tiene una orientación e identidad propia del Golfo de México como región antropológica
Para conocer más sobre este programa educativo, consultar http://bit.ly/15L70Ur |
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David Sandoval
La Maestría en Antropología
de la Facultad de Antropología se ha consolidado como una oferta educativa de calidad, tras lograr su registro dentro del Padrón Nacional de Posgrados de
Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (Conacyt).
Félix Darío Báez Galván, director de la Facultad, expresó que este posgrado “nació con la inquietud de consolidarse como una oferta educativa de calidad en el Golfo de México, pues a nivel regional existen tres núcleos hegemónicos para la enseñanza de la antropología en el país: uno en el norte, en Chihuahua, donde se enseñan estudios culturalistas y cuestiones indígenas; otro en occidente, en Guadalajara, donde además de cuestiones étnicas se estudian cuestiones urbanas; y el de Yucatán, donde hay un fuerte componente arqueológico relacionado con la cultura Maya”.
En ese sentido, agregó: “Pensamos que la maestría debía tener una orientación e identidad propia del Golfo de México como región antropológica, por ello se pensó en tres ejes: el primero es la identidad, como el estudio de las representaciones que construyen las prácticas sociales y también las imágenes de uno mismo en
la sociedad.
”Otro eje es el patrimonio y la arqueología, que contempla también la gestión y la política sobre el patrimonio cultural del país; el tercer eje aborda la relación lengua y sociedad, en éste se estudian, además de las cuestiones formales como la fonética y su diversidad, la hermenéutica y
hasta semiología.”
Mediante este esquema, dijo Báez Galván, “tratamos de recuperar nuestra tradición, que está basada desde hace 55 años en esas tres líneas temáticas; los académicos fundadores de la disciplina en Veracruz trabajaron esas líneas”.
Después de esforzarse por lograr un consenso interno para apoyar su creación, se estableció una orientación para registrarlo como posgrado de calidad; al respecto, el Director de la Facultad reconoció la labor de la Dirección General
de la Unidad de Estudios de Posgrado, encabezada por Mario Miguel Ojeda Ramírez, “quien tiene un equipo con mucha experiencia en la orientación de cómo inscribirte al Conacyt”.
Antropología, ideología y libertad filosófica
A nivel nacional, la antropología que se enseña en el país siempre se sustenta en una postura ideológica; inevitablemente, la historia de la antropología mexicana es también la historia de su ideología, al menos desde la década de los años cuarenta, dijo Félix Báez.
“Esto quiere decir que en un país con tanta necesidad de claridad ideológica, la antropología ha sido el recurso representativo de libertad filosófica.”
Mencionó que “invariablemente, si se revisan los planes de estudio, se identifican en los mismos a destacados antropólogos y sus posturas ideológicas, ya sea involucrados en proyectos oficiales o no oficiales, y en este momento –más que en la ideología, más que dedicarse a trabajar en deudas ideológicas sobre temas como el indio o el campesino, el obrero, la distinción de clases– la antropología tiene una duda que no ha podido responder satisfactoriamente: ¿qué es el hombre?”.
Dicha pregunta es la fundamentación filosófica de esta maestría, afirmó el académico, “independientemente de cuestiones más concretas, las preguntas que nos guían son: ¿cuál es esa condición que llamamos humana?, ¿cuál es el sentido?”.
Fundamentación y líneas
de conocimiento
La maestría tiene una duración de dos años, dividida en cuatro semestres, y se articula bajo tres líneas de generación y aplicación del conocimiento: Arqueología, Lenguaje y sociedad e Identidad, con sus respectivas sublíneas.
El documento del plan de estudios de la maestría señala: “El estudio de la antropología contemporánea se fundamenta en lo multidisciplinario, en lo diverso y en la complejidad misma de la realidad actual”.
Destaca a su vez que “al crear estudios de maestría en antropología con la posibilidad de dar entrada a estudiantes de distintas
actividades y profesiones del campo científico y humanístico, la Facultad y la Universidad en su conjunto lograrán establecer una comunicación integral” que redundará en beneficios para ambas instancias.
Reconoce además que “pese a las diferencias formativas e intelectuales de la antropología social, la lingüística, la arqueología y la antropología histórica, podemos sostener que la unidad totalizadora y el principio de realidad de estas dimensiones académicas es la comunicación crítica, la reflexión profunda, la investigación minuciosa, que supera el carácter desperdigado, enajenante y limitante del saber tecnocrático propio de sociedades ingenuas”.
Planteado de esta manera, detalla el plan, “la visión de la maestría es sistematizar conocimientos y metodologías
para la investigación de
elementos materiales, identitarios
y lingüísticos”.
Interés por cursar el posgrado
En noviembre de 2012 hubo una demanda de 29 aspirantes, de los cuales se inscribieron 19 después del proceso de selección; sin embargo, ahora que la maestría se encuentra registrada en el PNPC del Conacyt se registró una demanda de 80 aspirantes, de los cuales serán admitidos solamente 18; “este interés evidencia una verdadera necesidad de una oferta académica en esta región del país”, dijo
el Director.
Hay estudiantes que laboran en la Dirección de Culturas Populares, en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, de instituciones educativas en Nuevo León, Querétaro, que se han vinculado a los municipios y demandan conocimientos más profundos de índole social, abundó.
“Pienso que es la única manera de crecer, todos nosotros, los que estamos aquí de alguna manera involucrados en la Facultad; ya no podemos crecer a lo ancho sino hacia arriba; también es necesario hacer un doctorado, que ahora es un nuevo proyecto en puerta, está en ciernes pero caminando ya.”
Respecto de la diversidad entre los alumnos del posgrado, Báez Galván reconoció la importancia de que exista esta competencia, “porque se corre el riesgo de convertirse en antropólogos monolíticos, y creo que este posgrado se construyó como una versión más polisémica, multidiversa, por llamarlo así; de hecho esto lo hace bastante flexible a pesar de ser escolarizado”.
La maestría tiene una amplitud de acciones y temas como la misma antropología, afirmó, “es una maestría que respeta la amplitud y la profundidad teórica de la antropología, es un posgrado que está trabajando temas contemporáneos de la disciplina en cuestiones como globalidad y economías mundiales, representaciones e imaginarios culturales, bioantropología y ecología”.
A partir de tal perspectiva, comentó el funcionario, este posgrado rendirá beneficios “no sólo a nivel laboral –ya que se abrieron muchas posibilidades–, también al interior de la comunidad académica se mejoró la imagen, poseemos una autorrepresentación más integral de lo que nos define como entidad académica, aunque hay diferencias y dificultades se logró una visión más integral y completa en el sentido de lo que queremos ser de aquí a los próximos 20 años, creo que es
un buen cimiento”.
El mayor reto:
la internacionalización
Después de obtener su adscripción al PNPC de Conacyt e iniciar cursos de la segunda generación, en la actualidad el mayor reto consiste en internacionalizar el posgrado, explicó, “porque tenemos una movilidad estudiantil muy grande, somos la Facultad que recibe más estudiantes de otros países como Japón, China, Noruega, Australia, Estados Unidos”.
El objetivo a futuro es establecer un carácter internacional que haga visible el posgrado en el mundo, “debemos pensar en que existen las ‘antropologías del mundo’, como lo ha planteado Gustavo Lins Ribeiro, es lo que queremos hacer, que nuestros egresados circulen en los grandes horizontes de interés antropológico; es un compromiso de todos nosotros pero creo que si lo logramos sucederán cosas nuevas para todos”, puntualizó el académico.
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