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Año 12 • No. 516 • Abril 8 de 2013 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Coincidieron especialistas en ¿Hacia dónde va la ciencia en México?

Tecnología es útil, mas no transformará la educación

El rector Raúl Arias insistió en la transformación del paradigma educativo

Alma Espinosa

La propuesta de obligatoriedad de la enseñanza de la educación media superior no garantiza la permanencia de los jóvenes ni una mejora en la educación de nuestro país, aseguró Salvador Malo Álvarez durante el programa “¿Hacia dónde va la ciencia en México?”, organizado por la Presidencia de la República, el Conacyt y la Academia Mexicana de Ciencias, cuya primera jornada se realizó el 21 de marzo.

El director general del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales participó en la mesa “La investigación en educación superior”, que tuvo como sede la USBI-Xalapa de la Universidad Veracruzana (UV) y fue transmitida por videoconferencia a los demás campus universitarios.

Malo Álvarez dijo que algunas de las causas principales para el abandono y desempleo es que los programas de educación media superior y superior no cumplen con las expectativas de los jóvenes, por lo cual no se animan a cursarlos.

Lo anterior, dijo, tiene que ver con que en muchos de los programas “no sólo tratamos lo mismo, sino que siempre se pide que el Estado y la sociedad reconozcan la importancia de las universidades, y rara vez tratamos aceptar dar algo a cambio, de vincularnos en serio con las empresas, sociedad y gobierno”.

En su intervención, Emilio Ribes Iñesta, investigador del Centro de Estudios e Investigaciones en Conocimientos y Aprendizaje Humano de la UV, aclaró que los modelos educativos flexibles se instauraron por una recomendación de la OCDE realizada a principios de los noventa, y no por una decisión autónoma de las universidades mexicanas.

Al igual que Salvador Malo, consideró que las tecnologías de la información y comunicación pueden ser útiles pero no son determinantes para transformar la educación. En cambio, han incidido negativamente a abatir el índice de lectura y escritura en los estudiantes, lo cual es alarmante porque “el pensamiento está basado en la escritura. El que
no escribe no piensa”, aseguró.

Sobre la duplicación del conocimiento, comentó Ribes Iñesta, se ha incrementado de manera cuantitativa, pero no cualitativa. “Las grandes figuras que han transformado la ciencia y la forma de pensar de la humanidad no se han multiplicado cada dos o tres años. No hay nuevos conocimientos que cambien las perspectivas generales de cómo vemos el mundo”.

Adrián Acosta Silva, investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara, señaló la necesidad de estudiar más a los estudiantes y conocer los motivos para “ser necios” al elegir las mismas carreras. Propuso crear un sistema nacional de seguimiento que implique un censo bianual o trianual de qué es lo que ocurre con los egresados para identificar dónde puede actuar la política pública, a fin de mejorar el sistema nacional de educación superior.

Consideró que la universidad debe seguir siendo el espacio intelectual de reflexión por antonomasia. “México tiene enormes capacidades para construir un sistema de educación superior en mejor sentido, pero creo que requerimos mirar mejor el mundo y ver con una perspectiva diferente el futuro”, asentó.

México requiere un verdadero sistema de educación superior
Raúl Arias Lovillo, expresó que México requiere de un verdadero sistema de educación superior en el que las instituciones de educación superior (IES) desempeñen un papel estratégico para el desarrollo nacional.

“Hay que cambiar muchas cosas, entre ellas es necesario definir verdaderamente un sistema de educación superior donde la docencia universitaria esté íntimamente vinculada a la investigación, que haya un papel estratégico de la universidad pública como palanca del desarrollo nacional”, expresó.

Durante su intervención en la mesa “La investigación en la educación superior”, el Rector insistió que es preciso organizar un real sistema de educación superior, pues el que existe no es un sistema como tal, sino un archipiélago donde no hay una coordinación en la toma de decisiones.

Comentó que si se revisa la estructura porcentual por profesión de los egresados y se cuestiona quién decidió su estructura, “la respuesta es nadie”, es el resultante de las decisiones desarticuladas de las IES mexicanas.

Arias Lovillo planteó que las autoridades educativas han respondido a la educación superior con las siguientes acciones: “aumento de la cobertura, incremento en la calidad de la educación, profesores Promep, mejora de infraestructura, equipamientos, evaluación, PIFI, cuerpos colegiados, proyectos especiales. Si las universidades ya hicimos todo lo que teníamos que hacer, ¿ahora qué hacemos?”.

Y agregó: “Hemos conservado el mismo patrón organizacional, la misma organización del conocimiento, los mismos contenidos académicos, la misma gestión del conocimiento, el mismo modelo pedagógico; en pocas palabras, el mismo paradigma educativo”. Ante esta situación llamó a cambiar el paradigma educativo.

Propuso, como primer paso, crear en la ANUIES un cuerpo colegiado de seis rectores (mismo número de regiones del organismo) que conformen una comisión de planeación del sistema de educación superior, apoyados por los técnicos de la propia ANUIES.

Explicó que la primera tarea que deben llevar a cabo es la planeación de la oferta educativa nacional y, posteriormente, diseñar cada una de las piezas de la reforma del paradigma educativo del país. En un sistema así, agregó, sería necesaria la libre circulación de estudiantes y profesores de todas las IES y terminar con la centralización en el DF.

El Rector destacó que un tema fundamental es definir qué es universidad, pues en la actualidad “a cualquier cosa se le llama como tal y eso no puede ser”, ya que no todas las escuelas cumplen con las funciones sustantivas de docencia, investigación, vinculación, difusión y distribución social del conocimiento.

Además, señaló que esta reflexión debe estar enfocada a mejorar las condiciones de vida de los mexicanos. “Si queremos ser un país competitivo debemos analizar cómo otros países lo han logrado, cómo mejoraron su nivel de competitividad en la economía mundial; y al hacerlo, nos percatamos que han planteado una distinta gestión del conocimiento. Por ello, si no abandonamos los patrones tradicionales en los que nos hemos movido en las últimas décadas, México no saldrá del triste papel que ha tenido en los últimos años”.

Aunque existe un ambiente desolador en cuanto a los egresados de las universidades, dijo, hay estudios que señalan que México tiene potencial de crecimiento. “Podemos ser un país exitoso. Es la hora de tomar decisiones, es la hora de que la clase política tenga una visión de Estado que permita construir las condiciones para que México sea exitoso.

En la mesa también estuvieron los académicos Carlos Pallán Figueroa y Roberto Rodríguez Gómez.