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Año 12 • No. 517 • Abril 15 de 2013 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

AML y universidades impulsarán más investigaciones


Concepción Company Company

Raúl Dorra

A la par de un diccionario, se debe crear una fonoteca que registre las entonaciones de la lengua

Alma Espinosa

La Academia Mexicana de la Lengua (AML) debería mantener un vínculo con universidades y centros de estudios para asociar a investigadores y escritores en un trabajo amplio y sistematizado, sugirió Raúl Dorra, durante el
III Encuentro regional de la Academia Mexicana de la Lengua, realizado en la Universidad Veracruzana.

El Doctor en Letras dijo que, de vincularse, la Academia desplegaría considerablemente su radio de acción y a su vez acogería el trabajo que se realice, o que se ha realizado, en todas las regiones del país.

“El objetivo sería la construcción continua de una enciclopedia que incorpore gradualmente el examen de todos los aspectos o niveles que contribuyen a ampliar y profundizar el conocimiento de las variadas formas en que los mexicanos dan vida al español en situaciones discursivas concretas.

”Ello sin duda conduciría, más allá de los actos verbales, a un conocimiento mayor de las representaciones sociales que estos actos promueven y transforman. Esta tarea, desde luego, toma tiempo, exige planeación, voluntad, pero, sobre todo, amor a la lengua que es como la sustancia de la que estamos hechos”, expresó.

En su conferencia “Aportes para el estudio de los usos del español en México”, Raúl Dorra se refirió a los usos del habla y al protagonismo decisivo que cobra la voz que nos habla, es decir, el modo de entonar la lengua que parece cargar con el mayor peso significante.

Comentó que el mismo relato dicho con otra voz es otro relato, crea otras identidades, modifica la presencia de los personajes. Así que “siempre será difícil, por no decir imposible, conocer o dar a conocer el español de México si no reconstruimos una imagen de la voz”.

Dijo que la entonación es una marca de identidad y pertenencia. “Incluso se podría decir que un buen conocedor del modo de hablar de los mexicanos podría reconocer, por la sola entonación y sin necesidad de enterarse de las palabras pronunciadas, de qué región es el hablante, a qué grupo social pertenece”.

Sin embargo, el registro de una voz está lejana a lo que puede registrar un diccionario, por ello “una de las tareas paralelas (y complementarias) de la elaboración de un diccionario, debe ser la constitución de una fonoteca que contenga el registro de distintas formas de entonar el español de México. En ese sentido, podría decirse que una obra semejante establecería una continuidad con los cancioneros de México”, propuso.

En el encuentro también participó la lingüista Concepción Company Company, quien habló sobre los tipos de diccionarios y se centró en el de Mexicanismos, que definió como un sincrónico, usual y contrastivo o diferencial; es
decir, “no pone etimologías, es usual porque recogemos el uso cotidiano, sea culto, popular o estándar”.

Explicó que, según este diccionario, el mexicanismo es el conjunto de voces, locuciones y expresiones hechas, acepciones, significados que caracterizan el habla de México, que distancia la variante mexicana respecto del español peninsular de la variedad castellana y que puede estar o no compartido con algún otro país o países de América.

Al referirse a la visión que se tiene de los integrantes de las academias y de la Mexicana de la Lengua, en particular, dijo que es de ancianos que dictan qué es lo que correcto y qué no, pero aseguró que “las academias no prescriben, describen”.

Necesario, estudiar dialecto del Altiplano central
Niktelol Palacios Cuahtecontz señaló que es fundamental el estudio dialectal, sociolingüístico e histórico de cada una de las hablas que forman el dialecto del Altiplano central para establecer sus similitudes y diferencias.

La investigadora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla consideró que, en el caso de Puebla, lugar donde nació y radica, “es una irresponsabilidad no contar con trabajos que nos permitan conocer la forma de una de las primeras ciudades novohispanas y de la quinta ciudad más poblada de la República Mexicana, según datos del INEGI en 2012”.

Las características propias del léxico regional –dijo– exigen que su uso se documente a partir de fuentes orales y el método de la lexicografía requiere que se parta del análisis de corpus textuales (orales y escritos) que permitan dar cuenta del significado de los vocablos como manifestación de una comunidad y no del conocimiento del lexicógrafo.

En su presentación habló sobre la pertinencia de las definiciones enciclopédicas en la lexicografía de variedades no estándar, a partir del análisis de una decena de palabras del español que designan prácticas u objetos relativos a la cultura poblana o que presentan una variación semántica o sintáctica con respecto a la variedad estándar mexicana.

Su ponencia se tituló “La necesidad de la definición cultural en los diccionarios contrastivos: Datos del español de Puebla” y durante ella hizo referencia a las siguientes palabras: acusarse, arrimarse, cemita, chalupa, molote, mosaicos, murales, pitufo, torta y varil. Para hablar y comparar sus definiciones utilizó el Diccionario de la Lengua Española, el Diccionario del Español de México y el Diccionario de Mexicanismos.

Luego de revisar cada una en sus diferentes acepciones, la académica reiteró que las variedades regionales son básicamente de carácter oral, por lo que es necesario contar con un corpus de datos orales para su estudio, preferentemente sobre temas cotidianos o en un estilo coloquial.

En el encuentro regional también participó el académico Manuel Sol Tlachi del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias, quien habló sobre Salvador Díaz Mirón y mostró algunas imágenes inéditas del poeta y su familia, que él tomó del álbum familiar.

Manuel Sol, un estudioso de la obra de Díaz Mirón, dijo que el poeta en su juventud fue un ávido lector de los clásicos europeos, y que una figura central fue Víctor Hugo. Entre los libros de Díaz Mirón –señaló– llama especial atención un ejemplar de Víctor Hugo que tiene una traducción a lápiz.

El investigador recordó que al salir de la cárcel, Díaz Mirón residió en Xalapa junto a su familia que ya estaba radicada en esta capital. Fue gracias al tiraje excepcional para la época de 10 mil ejemplares del libro de poemas Lascas, que pudo comprar el inmueble Quinta Rosa y señaló conveniente aclarar que en ese lugar no escribió ningún poema publicado en Lascas, como se ha difundido erróneamente.


Niktelol Palacios Cuahtecontzi

Manuel Sol Tlachi